En esta carta –basándonos en el mazo del Tarot Rider– podemos ver de perfil a un caballero de armadura, el cual reposa sobre un caballo, que no galopa, sino que mantiene un paso lento, lo cual es interpretado por la mayoría de los expertos en simbología como señal de pasividad, lo cual difícilmente puede ser relacionado con la naturaleza del caballo, por lo que esta carta implica algo que está fuera de orden. Tras de ellos fluye un río que apenas cuenta con agua, por lo que se toma como un segundo símbolo de poca actividad o energía. 

De igual forma, los expertos señalan que la copa que este caballero sostiene en su mano no contiene nada, lo que revela nuevamente el carácter improductivo de este personaje, que no ha sido capaz de darle sentido a sus ideas ni objetivo a sus acciones. Así mismo, la mayoría de tarotistas coinciden en señalar que la aparición de esta carta le advierte al consultante la necesidad de invertir nuestras energías en procesos productivos de verdad, pues de lo contrario podemos caer en procesos de derroche energético que no nos lleven a obtener triunfos o experiencias positivas en nuestras vidas.

Así mismo, para algunos cartománticos reconocidos como la célebre tarotista Rachel Pollack es un hecho llamativo el impresionante parecido que aparentemente tienen la carta de los arcanos mayores de La Muerte y esta carta. De la misma forma, algunos cartománticos hacen alusión al símbolo del caballo, el cual es identificado como elemento de fuego, y la presencia del elemento agua, lo cual estaría revelando en la carta la imposibilidad de reconciliación entre los distintos planos de la existencia, específicamente entre lo material y lo espiritual.

Significado

De acuerdo a lo expresado por los cartománticos la presencia de esta carta dentro de una lectura habla sobre noticias que llegan de un nuevo amor que vendrá a nuestras vidas para ofrecernos felicidad. Si la consultante es mujer, en ocasiones la presencia de esta carta puede tomarse como señal de que esta sostiene una relación amorosa con alguien bastante más joven que ella. Si por el contrario el consultante es hombre, la presencia de esta carta puede estar indicando la necesidad que tiene el consultante de hacer una exhaustiva revisión sobre sus emociones y sentimientos, así como sobre la fuerza y entusiasmo que en realidad está colocando sobre su vida.

En relación con otros planos de la existencia, la aparición de la carta del Caballo de copas puede indicar también que el consultante vive una etapa de aburrimiento. Por ejemplo en el área laboral, esta carta puede indicar que el consultante se encuentra en medio de una crisis creativa, en la que no ve salida. También puede interpretarse como la necesidad de un cambio aunque no se cuente con la energía suficiente para impulsarlo. En torno a lo económico esta carta también puede estar haciendo referencia a la incapacidad de ver cómo hacer más productiva nuestra vida, pues se vive un bloqueo creativo o nuestras ideas no se encuentran bien enfocadas.

No obstante, esta carta también puede anunciar viajes largos, por mar o cruzando océanos, los cuales lleven al consultante o a la persona por la que se pregunta a otras latitudes. Así mismo, aunque el ánimo y el empuje se encuentren paralizados, esta carta habla de la necesidad que puede tener la persona sobre un cambio, de las ansias sobre pisar nuevos escenarios o vivir nuevos amores.

Si aparece invertida

Al igual que las otras cartas del tarot, el Caballo de Copas también toma sentidos distintos si llega a aparecer de forma invertida, en cuyo caso hace referencia a cualidades diametralmente opuestas a las anunciadas cuando la carta aparece de forma derecha. En este caso, la presencia del Caballo de Copas en forma invertida hace referencia a una persona joven pero con gran capacidad de proyección y visión de futuro. Así mismo habla del momento en que la persona abandona la inacción para tomar las riendas de su vida y marchar hacia sus metas. Por lo que podría decirse que esta carta toma un sentido positivo cuando aparece invertida.

En el plano amoroso, en el cual reside casi todo el peso de esta carta, casi siempre hará referencia a miedos ocultos que hacen que el individuo, sobre todo si el consultante es hombre, le tenga miedo al compromiso y a la idea de ir un paso más allá. Esto no quiere decir para nada que se está en presencia de un amante poco romántico, por el contrario podemos estar frente a un ser bastante idealista y cariñoso, quien todo el tiempo envía señales amorosas, pero que debido a la inacción que implica esta carta se limita a comprometerse. De forma invertida esto puede tomar otro sentido, y quizás indicar la decisión por parte del consultante. No obstante son muchas las cosas a superar, pues el Caballo de Copas no implica nunca un buen augurio para el amor.

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