El Pensante

Signos para saber si se debe cortar con una amistad

Dijo uno de los más grandes filósofos: “Quien ha hallado un amigo, ha hallado un tesoro”. Pero infortunadamente, se ha ido perdiendo la verdadera noción de la amistad y hoy se le puede llamar amigo a cualquier persona. Una mala amistad, estar mal rodeado, tiene implicaciones muy serias tanto a nivel social, como psicológico y de salud.

Los psicólogos han hallado determinados factores que indican si se debe o no, terminar con una relación amistosa, pues si no se corta, se puede tornar en algo tóxico y agotador. Veamos:

No guarda los secretos y confidencias

Se supone que un amigo, es aquella persona en la que se puede confiar plenamente. De no ser así, pues sencillamente esa persona no se puede considerar como tal. Resulta que suele suceder, que individuos así anden contando las intimidades que se le comparten en total reserva de sumario. Un amigo real, así se disguste por algo, jamás contará nada.

Hay nada o poco de qué conversar

Cuando esto ocurre en una relación de amigos, los días de compartir con esa persona están contados. Se debe a que las cosas han cambiado con el tiempo y ya no se tienen cosas en común, al punto de no disponer de casi ningún tema para hablar.

Jill Whitney, terapeuta matrimonial, familiar y experto en relaciones interpersonales, explica que la mayoría de las veces, sucede que dos personas se vuelvan muy buenas amigas por un tiempo, pueden ser años, pero llega el instante en que sus caminos se desvían mucho del otro y se torna hasta molesto o incómodo cada encuentro de ahí en adelante.

No saben tolerar un “no” como respuesta

Hay situaciones en la vida, en las que es imposible decir sí, a alguna petición o favor que solicite un amigo. Pero hay gente que reacciona violenta o agresivamente y eso es un signo de que no es una amistad saludable. El doctor Whitney, comenta al respecto:

“A veces, la vida pasa y necesitas tiempo para ti mismo, y eso está bien. Si tu amigo se vuelve loco al tomarte ese tiempo para ti mismo, no es una dinámica correcta. Un amigo te apoya y entiende cuando necesitas tomarte un tiempo para ti mismo en lugar de tomárselo como algo personal o ser pasivo-agresivo”.

Uno se siente peor y no mejor

Sin duda, es algo muy contradictorio, pues un camarada auténtico es alguien con quien uno sabe que cada vez que se encuentren, son instantes de alegría o de por lo menos, sentirse bien y en paz. Si no es el caso, los profesionales aconsejan cortar los lazos.

Desde la visión del doctor Jill Whitney, uno debe tomarse el tiempo de reflexionar esas escenas, si están ocurriendo, para determinar si ese alguien lo está comparando a uno continuamente de un modo erróneo y negativo, así como señalar los errores con frecuencia y con malicia. También mirar si realiza burlas ofensivas e hirientes a propósito, así sea camufladas en aparentes bromas.

Se quiere ir y cortar la charla cuando se plantea algo que no le concierne

Es indubitable, que una amistad perfecta 100% no existe, o por lo menos es demasiado complicado hallarla. Por eso se debe aprehender a ser tolerantes con los amigos, si es que se quiere conservar una relación a través de los años.

Una manera de solucionar inconvenientes, es hablar de forma serena y abierta, las inquietudes de cada uno y manifestar lo que molesta del otro, sin llegar a herirlo o criticarlo. Así ambas partes construyen una amistad sana y sólida.

Pero llegado el caso en que aquel a quien se llama amigo, cuando no está de acuerdo con uno en algo, corta abruptamente la conversación y prefiere irse. Un amigo verdadero, aunque no comparta dichas ideas que se le expresan, escucha con respeto y neutralidad. A él le interesan los sentimientos de su amigo y sus inclinaciones, a pesar de no pensar igual.

Manifiesta extrema negatividad y es pesimista

No hay nada más perjudicial que rodearse de personas una vibración llena de negativismo, afirman los conocedores de la Psicología. Y no sólo ellos, sino los conocedores de la vida. La razón es muy sencilla: esa energía caótica es como un virus pegajoso y no atrae nada bueno. Una amistad así, puede impregnar de su oscuridad todo lo que toca y a quien trata.

Eso no significa que no tenga momentos malos y difíciles, los quiera compartir para desahogarse como cualquier amigo y quiera ser escuchado. Pero otra cosa muy distinta es que todo el tiempo se mantenga en constante auto consideración y auto compasión, formando dramas por todo y con todos.

De seguro, en un instante dado uno se volverá parte de alguno de sus terribles dramas y por más que se le aconseje, no toman ninguna recomendación en cuenta y siguen en los mismos problemas. Cuando ya no se les quiere escuchar lo mismo de siempre, se sienten ofendidos y mal interpretan todo creyendo que se está en su contra.

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