Dice el Seguismundo de Calderón de la Barca, uno de los grandes autores del Siglo de Oro Español:
“La vida es sueño, y los sueños, sueños son”.
No obstante, no todos creen que ese extraño fenómeno que vive noche a noche nuestra mente, llevándonos a extraños lugares y ante enigmáticos sucesos, sea sólo producto de la fantasía o la imaginación.
De hecho, durante siglos, algunos de los más grandes sabios se han interesado por los sueños y sus significados.
Desde tiempos antiguos, estos han ocupado un lugar importante dentro de la Historia, habiendo incluso en las cortes de los emperadores y faraones estudiosos especializados en interpretar los sueños de los jerarcas, los cuales tomaban en cuenta totalmente lo aconsejado por sus sueños a la hora de decidir el futuro de su nación.
Incluso la Biblia cuenta decenas de episodios donde una persona recibe información en los sueños, a veces entendiéndola e interpretándola rápida y adecuadamente, y otras sólo pudiendo descifrar su significado ante la sucesión de hechos anunciados por sus sueños con anterioridad.
FUNCIONES DEL SUEÑO
En la época moderna, la psiquiatría también se ha interesado en los sueños y su naturaleza.
A finales del siglo XIX y principios del XX, Sigmund Freud fue el pionero de los estudios que pretendieron tratar de entender qué es lo que hace la mente cuando el cuerpo descansa.
Concluyó que la psiquis humana estaba conformada por el consciente, eso que conocemos de nosotros cuando estamos alertas, y el inconsciente: aquello que también nos conforma, pero que desconocemos, y que como una caja negra nos hace actuar de determinada forma, sin que podamos reconocer en él, fácilmente, los procesos causa-consecuencia.
Freud se dio cuenta de que este inconsciente estaba activo todo el tiempo, haciéndonos comportar de determinada forma ante ciertos estímulos, sin que pudiésemos ser conscientes de ese proceso.
Por su parte, su discípulo Carl Jung, a mediados de Siglo XX, concluyó que el momento en que la persona puede entrar en contacto directo con ese mundo inconsciente es precisamente mientras duerme: en el sueño, en el cual se le presentan los asuntos que conforman su vida en forma de símbolos.
La psiquiatría moderna considera que los sueños cumplen muchas funciones dentro de la psique humana.
Por una parte, el sueño es indispensable para fijar los conocimientos aprendidos durante el día.
Por otra, muchas veces nuestra mente usa los sueños para resolver problemas de nuestra vida, como válvulas de escape, donde ciertos conflictos pueden tomar formas, a través de esos símbolos de los que hablaba Jung.
La ciencia de la mente ha llegado a afirmar que si no durmiéramos, enloqueceríamos.
Así mismo, según explican los psiquiatras, los sueños también tienen carácter compensatorio, es decir, en ellos la mente realiza lo que muchas veces su realidad no le permite.
SUEÑOS PSÍQUICOS
No obstante, algunos psiquiatras como el estadounidense Brian Weiss, afirman que los sueños también pueden cumplir otras funciones, que van más allá del mero aprendizaje cotidiano o la compensación:
“Los sueños también cumplen cometidos más profundos. Pueden proporcionamos caminos que nos lleven a recuperar recuerdos reprimidos u olvidados de la infancia, de experiencias vividas en el útero materno o de vidas pasadas. Fragmentos de recuerdos de vidas anteriores surgen a menudo en los sueños, particularmente en aquellos en que el soñante ve escenas que transcurren años o siglos antes de su nacimiento”.
En ese sentido, Weiss afirma que los sueños también pueden ser de origen “psíquico”, es decir, que la persona puede tener experiencias parapsicologías durante el sueño, como conectarse con otras épocas, o con otros seres, encarnados o no, para recibir mensajes o transmitirlos.
SE ENCONTRÓ CON SU HIJO EN SUEÑOS
Un ejemplo de esto, es el caso citado por Brian Weiss, en su libro Lazos de amor, sobre la carta que recibió de una mujer, después de haber publicado su primer libro sobre la reencarnación.
Según cuenta este psiquiatra norteamericano, la mujer le agradecía porque gracias a esa lectura, ella había podido creer por completo en dos sueños muy extraños, que involucraban a su hijo menor, fallecido muy joven.
La mujer del relato de Weiss, contaba en esa esquela que desde muy niña siempre supo que tendría un hijo varón, muy amoroso y especial, al que llamaría David.
Con el tiempo esta mujer creció, se casó y tuvo familia: dos niñas. Pasado los años, se preguntaba qué habría sido del niño varón, que siempre sintió debía tener.
Según lo contado por Weiss, esta mujer tuvo un sueño una noche, el cual describió como muy vívido, donde un ser que ella identificó como un ángel le decía que ella podría tener a su hijo, pero que este sólo se quedaría con ella por 19 años, y que si ella aceptaba, entonces sería así.
La mujer aceptó, y al poco tiempo, en efecto, quedó embarazada y dio a luz a un niño, al cual llamó David. Tal como ella sentía desde pequeña –cuenta Weiss- David creció siendo un ser de amor, lleno de carisma.
No obstante, según lo relatado por la mujer a Waiss, al llegar a los 19 años, David enfermó de un extraño cáncer cerebral, y falleció. Su madre dice haber recordado el sueño, y desde la muerte de David haberse sentido culpable de la por haber aceptado aquel trato.
En la carta, la mujer prosigue diciendo que un mes después de la partida de David, tuvo otro sueño, donde se topaba de nuevo con el ángel, quien esta vez iba acompañado por su hijo, David, el cual le dijo que no se sintiera culpable:«No te aflijas tanto. Te quiero. Yo te elegí; no fuiste tú quien me eligió a mí.»
Weiss concluye la historia, diciendo que después de esta experiencia psíquica, la mujer pudo entender el propósito de esa alma.
SUEÑOS ITINERANTES
Otro tipo de sueños, de origen psíquico, son los sueños “itinerantes”. Según la parasicología, estos consisten es experiencias oníricas, en las que la persona puede soñar con sitios reales, y a pesar de no haber estado en ellos físicamente, es capaz de visitarlos en sueño.
Sorprendiéndose, cuando visita aquel sitio en la realidad, de la precisión de sus sueños.EL SUEÑO PREMONITORIO DEL MONSEÑOR LANYI
No obstante, uno de los sueños psíquicos que más le ha ocupado páginas a la Historia y a los investigadores de este tipo de fenómenos son los sueños premonitorios.
Uno de los más famosos casos, que de hecho se encuentra registrado en la Gran Enciclopedia Gráfica “Lo Desconocido” del profesor Jiménez del Oso, es el caso del sueño que tuvo el monseñor Joseph Lanyi sobre el asesinato del archiduque Francisco Fernando de Austria en 1914.
Según lo reseñado por el profesor del Oso, monseñor Lanyi y el archiduque de Austria se habían desarrollado grandes lazos de afecto, mientras Lanyi fungía como profesor de húngaro de éste.
La noche del 28 de junio de 1914, monseñor Joseph von Lanyi soñó que llegaba a su despacho para revisar la correspondencia, y que una bandeja de plata, veía una carta con los cuatro ángulos enlutados y el sello heráldico del Archiduque de Austria, Francisco Fernando, heredero del Imperio Autro-húngaro.
Según lo descrito por Jiménez del Oso, en el sueño, monseñor continúo y abrió la carta para leerla, en ella había un mensaje del mismo Francisco Fernando de Austria que decía:Querido doctor Lanyi:
Quiero informarle que mi esposa y yo acabamos de morir en Sarajevo, asesinados alevosamente por un fanático. No nos olvide en sus oraciones.
Les saluda atentamente,Archiduque Francisco Fernando
En su sueño, monseñor Lanyi también pudo ver cómo en medio de un desfile, el Noble y su esposa eran alcanzados por las balas y heridos de muerte.
Monseñor despertó sumamente agitado. Esa misma mañana, horas más tarde, en Sarajevo, el archiduque Francisco Fernando caía muerto, tras recibir varias heridas de bala del joven Gavrilo Princip, miembro de Mano negra, sociedad política secreta que pretendía la Gran Servia.
Su asesinato daba paso a la Primera Guerra Mundial.
¿Casualidad? ¿Premonición? ¿Sugestión? Las hipótesis se suceden unas sobre otras, sin llegar a ninguna conclusión definitiva.
Aparentemente, a pesar de los muchos estudios y experimentos, aún no logramos conocer los límites de la mente humana. La misma ciencia ha concluido que sólo usamos un mínimo porcentaje de nuestro cerebro.
Aún hay cientos de cosas que escapan a nuestro entendimiento, y en ellas están los sueños y sus mensajes.
Fuentes de imágenes: 1,2,3,4,5. Pixabay; 6. enigmatic.blogspot