Quizás lo más conveniente, antes de abordar una explicación sobre el sufijo –andria, sea revisar de forma breve algunas definiciones, que permitan entender este morfema, dentro de su contexto lingüístico exacto.
Definiciones fundamentales
No obstante, puede que también sea prudente delimitar esta revisión en dos conceptos específicos: los Sufijos y los Sufijos de procedencia, por constituir ambas nociones tanto la naturaleza como el tipo de sufijos en donde pueden clasificarse el morfema –andria. A continuación, cada uno de ellos:
Los sufijos
De esta manera, se comenzará por decir que la Lingüística concibe los sufijos como un tipo de morfema tónico, que se caracteriza por unirse al lexema (o raíz de la palabra) de forma posterior, originando una nueva forma, y contando también con la propiedad de alterar o cambiar la categoría gramatical de la palabra a la cual se ha unido.
Así mismo, esta disciplina señala que los sufijos pueden ser considerados como responsables de dos tareas morfológicas, diferenciadas en cuanto al tipo de palabras que producen, y que son definidas a su vez, de la siguiente manera:
- En primer lugar, los sufijos podrán realizar una tarea flexiva, uniéndose a un lexema o palabra específica, a fin de crear una de las posibles formas que puede adquirir este, en la medida que trata de responder a los distintos accidentes gramaticales que sufre en su contexto lingüístico.
- Por otro lado, los sufijos serán entendidos también como partículas lingüísticas artífices de tareas derivativas, uniéndose entonces a un lexema, con el fin de crear una nueva palabra, que aun cuando puede guardar algún tipo de relación con la forma lingüística que le ha dado origen, en realidad goza de independencia gramatical y semántica.
También, la Lingüística ha identificado los sufijos como uno de los cinco tipos de afijos que pueden encontrarse en las Lenguas naturales, al tiempo que también los señala como los principales productores de nuevas palabra en estos sistemas lingüísticos, de los cuales se cree que al menos 70 % basa su producción de nuevas palabras en la Derivación por sufijación.
Sufijos según su procedencia
En otro orden de ideas, será también necesario poner la lupa sobre la noción de Sufijos de procedencia, los cuales son entendidos como sufijos derivativos, pues crean nuevas palabras, los cuales sin embargo, no pertenecen al Español, sino que vienen directamente de otras lenguas, como el Griego o el Latín. Así mismo, este tipo de sufijo es considerado como un sufijo de sentido, es decir que cuenta con una carga semántica que al adherirse a una forma o lexema, le asigna también un significado.
Sufijo –andria
Teniendo presente estas definiciones, es probable entonces que sea mucho más sencillo entender el sufijo –andria, el cual ha sido descrito por la Lingüística como un tipo de sufijo derivativo de procedencia, el cual proviene directamente del griego andros, y que en el Español cumple con la función de unirse a las palabras, creando nuevas formas, que además de tener independencia semántica y gramatical, cuenta con el significado específico de “hombre”, así también como con el de “varón”.
En consecuencia, siempre que en el Español, una palabra sea formada con el sufijo –andria, esta referirá a algún nombre, acción o cualidad referente al sexo masculino, o mejor dicho al sujeto masculino. Algunos ejemplos de su uso en el Español serían los siguientes:
Monandria (entendido como las flores que cuentan con un solo miembro masculino)
Misandria (aversión o desprecio que se ejerce contra el hombre)
Poliandria (matrimonio de una mujer con más de dos hombres)
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