Tal vez lo más conveniente, antes de avanzar sobre una explicación del sufijo –í, sea revisar de forma breve algunas definiciones, que permitirán entender esta partícula morfológica, dentro de su contexto lingüístico preciso.
Definiciones fundamentales
En este sentido, quizás también resulte prudente el delimitar esta revisión conceptual a dos nociones específicas: en primer lugar, se abordará entonces el propio concepto de Sufijos, lo cual permitirá cobrar conciencia sobre la naturaleza del morfema –í. Así también será necesario detenerse un momento para pasar revista sobre la definición de Sufijos según su significado, por ser esta la categoría en donde ha sido clasificado por la Morfología este sufijo propio del Español. A continuación, cada uno de estos conceptos:
Sufijos
De esta manera, se comenzará por decir que la Lingüística ha definido los Sufijos como aquellos morfemas, de tipo tónico, que tienen la misión de anexarse de forma posterior a ciertos lexemas, con el único fin de generar nuevas palabras. No obstante, no siempre la creación de estas nuevas partículas lingüísticas se encuentran motivadas por el mismo proceso morfológico, sino que detrás de ella pueden esconderse algunos de estos dos:
- Flexión: por un lado, algunos sufijos pueden ejercer como partículas morfológicas flexivas, uniéndose a ciertos lexemas, con el fin de generar una de las tantas formas que esto asumen, en la medida en que dan respuesta a los distintos accidentes gramaticales que pueden sufrir según su contexto lingüístico.
- Derivación: así también, otros sufijos podrán cumplir con tareas derivativas, uniéndose entonces a determinados lexemas, a fin de generar nuevas palabras, que se caracterizan sobre todo por tener plena independencia gramatical y semántica, con respecto a la palabra que le ha servido de origen.
Igualmente, la Lingüística ha clasificado los sufijos como uno de los distintos tipos de afijos que pueden encontrarse dentro de las lenguas naturales, por lo que entonces esta partícula morfológica se considerará dentro del mismo grupo que los prefijos, infijos, interfijos y circunfijos, de los cuales sin embargo se diferencian –además de que cada uno de estos morfemas se unen al lexema en sitios distintos- por ser los sufijos los únicos con la capacidad de modificar la categoría gramatical de la palabra a la cual se ha unido.
Sufijos según su significado
En otro orden de ideas, será también propicio lanzar luces sobre la definición de Sufijos según su significado, los cuales han sido explicados como aquellos morfemas tónicos, que además de unirse –como lo hacen todos los sufijos- de forma posterior a los lexemas, para crear nuevas palabras, cuentan con su propia carga semántica, la cual comienza a formar parte también de la nueva partícula, orientando su sentido.
No obstante, no existe un solo tipo de Sufijo según su significado, sino que se pueden encontrar al menos otros ocho tipos de subcategorías, las cuales se distinguen básicamente por la carga semántica que tiene cada uno, encontrándose entonces sufijos que según su significado refieren a gentilicios, profesión, relación, lugar, acción, cualidad, colectividad y superlativos.
Sufijo -í
Una vez se han revisado cada una de estas definiciones, quizás ciertamente sea mucho más sencillo entender el concepto del sufijo –í, el cual además de ser entendido como un sufijo propio del Español, es decir, que se une a algunos lexemas de esta lengua para crear nuevas palabras, es clasificado como un Sufijo de significado, con el cual se crean gentilicios. Algunos ejemplos del uso de este sufijo el Español serán los siguientes: Iraní, Israelí, Catarí, Guaraní, Marroquí, Nepalí.
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