El Pensante

Sufijo -pnea

Idiomas y lenguaje - marzo 26, 2018

Quizás lo más recomendable, antes de avanzar en una explicación sobre el sufijo –pnea, sea hacer una breve revisión sobre algunas definiciones, que pueden resultar útiles a la hora de entender esta partícula propia del Español dentro de su justo contexto lingüístico.

Imagen 1. Sufijo -pnea

Definiciones fundamentales

En este sentido, puede que también sea necesario enfocar esta revisión conceptual a tres nociones específicas: la primera de ellas, la definición misma de los Sufijos, pues esto ayudará a comprender la naturaleza morfológica de la partícula –pnea. Así mismo, resultará pertinente lanzar luces sobre los conceptos de Sufijos nominalizantes y Sufijos según su origen, por ser estas las categorías donde la Lingüística considera incluido este sufijo del Español. A continuación, cada una de estas definiciones:

Los sufijos

De esta manera, el primer concepto a tener en cuenta será el de Sufijos, partícula morfológica que la Lingüística ha explicado como un morfema, de tipo tónico, que se desempeña uniéndose –siempre y sin excepción- de forma posterior a lexemas determinados, para con ellos constituir nuevas palabras. Empero, la Lingüística también ha resaltado la importancia de comprender cómo detrás de este comportamiento por parte de los sufijos pueden estar dos diferentes procesos morfológicos, los cuales han sido explicados por su parte de la siguiente manera:

  • Flexión: por un lado, la disciplina lingüística refiere que existe un grupo de sufijos, en los cuales pueden identificarse cualidades flexivas, es decir que se unirá de forma posterior a los lexemas, para generar algunas de las tantas formas que estas últimas partículas deben asumir en la medida en que enfrentan los diversos accidentes gramaticales, ofrecidos por su entorno.
  • Derivación: en segunda instancia, la mayoría de los autores coinciden en la existencia de otro grupo de sufijos, los cuales cumplen tareas derivativas, uniéndose de forma posterior a ciertos lexemas, con el fin de generar nuevas palabras, caracterizadas por gozar de plena independencia gramatical y semántica, en relación con la forma que les ha dado origen.

En otro orden de ideas, la Morfología también ha alzado la voz en referencia a la importancia de comprender los sufijos como uno de los cinco distintos tipos de afijos, con los que cuentan las Lenguas naturales, hecho que lleva a los sufijos a ser entendidos igualmente como parte del mismo conjunto en donde se encuentran clasificados los prefijos, infijos, interfijos y circunfijos, morfemas estos de los cuales sin embargo se diferencian, siendo los sufijos los únicos con la capacidad de cambiar y modificar la categoría gramatical de la palabra a la cual se han unido.

Sufijos nominalizantes

De igual forma, será pertinente detenerse un momento en la definición que la Lingüística ha dado sobre los Sufijos nominalizantes, morfemas tónicos y derivativos, que en líneas generales son explicados como aquellas partículas morfológicas que se unen de forma posterior a ciertos lexemas, produciendo nuevas e independientes palabras, que pueden ser clasificadas como sustantivos. Es decir, los sufijos nominalizantes serán aquellos morfemas que creen por derivación sustantivos.

Sin embargo, no en todos los casos los sustantivos creados por este tipo de sufijo podrán considerarse como parte del mismo grupo, sino que estos se clasificarán en distintos conjuntos, cuyo criterio de agrupación responderá a las distintas categorías gramaticales con las que pueden contar los lexemas a los cuales se unen estos sufijos nominalizantes, encontrándose entonces Sustantivos denominales, Sustantivos deadjetivales, Sustantivos deverbales.

Sufijos según su origen

Finalmente, los Sufijos según su origen han sido descritos por la Lingüística como aquellos morfemas tónicos, que además de unirse de forma posterior a ciertos lexemas, para generar nuevas palabras, se caracterizan por guardar relación directa, a nivel etimológico con una partícula o palabra, proveniente de alguna lengua clásica, como por ejemplo el latín o el griego.

Así también, la Lingüística ha señalado que este tipo de sufijos cuentan con su propia carga semántica, la cual por lo general suele coincidir de forma plena con la que posee el vocablo en lengua latina de la que se ha originado, y que además pasa a formar parte también de la nueva palabra que se ha constituido, orientando entonces su semántica.

Sufijo –pnea

Habiendo pasado revista por cada uno de estos conceptos, quizás ciertamente sea mucho más sencillo abordar una explicación sobre el sufijo –pnea, el cual es entendido por las distintas fuentes morfológicas del Español como un morfema tónico y nominalizante, propio de esta lengua, el cual se une de forma posterior a ciertos lexemas, con el fin de crear nuevas palabras, partículas estas que pueden ser clasificadas gramaticalmente como sustantivos.

Por igual, esta disciplina ha indicado que la partícula –pnea puede ser entendida como un Sufijo según su origen, por provenir directamente de la voz griega pnéo, la cual es traducida literalmente como “respiración”. En consecuencia, toda vez que en el Español exista una palabra que se haya formado gracias a la unión de un lexema y el sufijo pnéo, se considerará que esta posee una carga semántica que la relaciona con el concepto “respiración”. La morfología del Español señala que el sufijo –pnea es una partícula morfológica inherente al ámbito médico.

Ejemplos de uso del sufijo –pnea

Sin embargo, tal vez la forma más eficiente de completar una explicación sobre el sufijo –pnea sea a través de la exposición de algunos ejemplos concretos, que permitan ver cómo es empleado este sufijo en el Español para conformar sustantivos médicos, referentes al concepto de respiración. A continuación, algunos de ellos:

Dispnea: dificultad presente en el proceso respiratorio.

Apnea: falta total de la respiración.

Taquipnea: condición en donde la respiración ve acelerado su ritmo normal.

Imagen: pixabay.com