De acuerdo a las Ciencias de la Tierra, un volcán es una abertura, boca o grieta que comunica la superficie terrestre con el interior del planeta, permitiendo u ofreciendo la posibilidad de que el magma incandescente (roca fundida), el vapor de agua y los gases sean expulsados y vertidos sobre la corteza terrestre, a través de un cráter, depositándose alrededor de esta abertura, durante un proceso que recibe el nombre de erupción.
Los volcanes suelen estar ubicados en los extremos de las placas tectónicas, tanto en la tierra como en el fondo del mar. No obstante, de acuerdo a lo señalado por National Geographic, el noventa por ciento de estas formaciones geológicas se encuentran sobre el denominado “Cinturón de Fuego” ubicado a lo largo de los bordes del Océano Pacífico. Sin embargo, no son exclusivos de nuestro planeta, habiéndose encontrado evidencia de volcanes en otros planetas de nuestra galaxia, y fuera de ella.
No obstante, existen varios tipos de volcanes, los cuales se encuentran clasificados, según sus estructuras, su grado de actividad e incluso la forma cómo hacen erupción. En este sentido, la Ciencia considera que los tipos de volcanes existentes son los siguientes:
Por su grado de actividad
Volcanes activos: son las formaciones geológicas que entran en estado de actividad, es decir, que comienzan a experimentar procesos volcánicos propios de una erupción, es decir expulsando ceniza y gases, entre otros materiales. A lo largo del planeta, la mayoría de los volcanes no se encuentran activos. No obstante, existen algunos que permanecen activos por años, amenazando constantemente con hacer erupción; otros por su parte, se “activan” por un tiempo, incluso unos pocos días, para luego volver a dormirse.
Volcanes apagados: este tipo de volcán no presenta ningún tipo de actividad, es decir, no expulsa gases, lava u otro tipo de materiales. La ciencia considera que un volcán está apagado o es un volcán durmiente cuando la formación geológica lleva mucho tiempo, tal vez años o décadas, sin presentar ningún tipo de actividad. Así también este tipo de volcanes, aún cuando pudieran expulsar ceniza o gases, raramente hacen erupción.
Volcanes extintos: dentro de este grupo de volcanes se encuentran aquellos que no han presentado actividad en por lo menos los últimos veinticinco mil años. De acuerdo a lo que han estudiado los científicos, casi siempre que un volcán activo experimenta una fuerte o gran erupción, seguidamente se apaga por miles de años, convirtiéndose en un volcán extinto.
Por la intensidad de su erupción
En esta categoría se clasifican los volcanes según la intensidad, características y secuelas dejadas por su tipo de erupción. En ella se pueden encontrar cuatro tipo de volcanes, que van desde los más inofensivos hasta los más mortíferos y agresivos, cuya erupción deja una marca dramática en el territorio donde se encuentra, y a veces cientos de kilómetros alrededor de él. En este sentido, los volcanes se encuentran clasificados por la intensidad de erupción en los siguientes tipos:
Efusivo o Hawainao: aún cuando su lava, que se caracteriza por ser bastante fluida, se puede apreciar cerca del borde del cráter, este tipo de volcanes no suelen entrar en erupción muy seguido. Reciben su nombre por las islas de Hawai, en las cuales se encuentran varias formaciones geológicas con estas características. Sin embargo, no son exclusivos de estas islas del pacífico, pudiendo encontrarse en varias partes del mundo. Igualmente, se caracterizan por tener un tipo de ladera suave. Muchas ciudades se forman cerca de ellos, pues no representan un riesgo inminente para sus habitantes.
Mixto o estromboliano: es un poco más agresivo que el hawaiano, presentando a lo largo del tiempo explosiones y emanaciones de gases, no obstante la lava de estos volcanes no es tan fluida como la de los hawaianos, característica que hace que el radio de alcance de este tipo de volcán no sea tan grande.
Vulcánicos: Mucho más violento que los hawaianos y los estrombolianos, los volcánicos se caracterizan por protagonizar erupciones agresivas, lanzando al aire gran cantidad de rocas, cenizas, gases y lava. Igualmente, su ladera es mucho más inclinada, por lo que su lava puede desplazarse a mayor velocidad y distancia. Son sumamente peligrosos para el ser humano y los animales.
Explosivos: este tipo de volcanes son considerados por los científicos como los volcanes más peligrosos que existen tanto para los seres vivos que habitan cerca de él, como para aquellos que lo hacen a cierta distancia, pues las agresivas erupciones de estos volcanes pueden lanzar al aire rocas, gases y cenizas tan fuertemente que su efecto puede sentirse a kilómetros. Su erupción es tan violenta que es capaz de catapultar al aire a la mismísima formación geológica, siendo la responsable de terremotos, grandes tsunamis, e incluso nubes de ceniza que cubren el cielo por semanas o meses, matando la vegetación, los animales y también a los humanos. A lo largo de la historia la erupción de este tipo de volcanes han causado desapariciones de poblaciones y culturas enteras.
Fuente de imagen: volcanpedia.com