Según las estadísticas, el método de transporte más seguro que existe es viajar en avión, pues en comparación con las elevadas cifras de accidentes automovilísticos, son pocos los siniestros de aeronaves. Para poder llegar a ello, hubo necesidad de muchas pruebas y de avances tecnológicos. Recién inventaron el avión, se produjo la primera víctima mortal de un accidente aéreo documentado. En seguida, traemos la historia de Tom Selfriedge, “el primer muerto en accidente de avión”.
El intento fallido de The flayer
Solamente había trascurrido 5 años, desde aquel primer vuelo de los famosos hermanos Wright en Kiity Hawk en el año 1903, cuando decidieron viajar por todo su país y hacia Europa, para mostrarle al mundo uno de los mayores inventos de la historia. En 1908 todos estaban maravillados con los espectáculos de vuelo de estos personajes, pero en septiembre de ese año, frente a dos mil espectadores, un aeroplano, llamado “The Flyer”, se estrelló dejando como consecuencia una víctima mortal y a Orville Wright, gravemente herido.
El occiso fue el teniente Thomas E. Selfridge, quien iba como voluntario de prueba y no por primera vez, Wright llevaba pasajeros en sus vuelos, pero ese día todo falló. En aquella oportunidad, la exhibición iba dirigida para la Armada de Estados Unidos, quienes habían manifestado su intención de comprar el artefacto volador de los brillantes hermanos Wright, para convertirlo en un avión militar. Entonces, les pedían que se debía demostrar que el aeroplano podía volar con pasajeros a bordo. Las dos primeras pruebas fueron exitosas, pero a la tercera sucedió el letal accidente.
A partir del primer muerto se empezó a usar casco
Eran las 5:00 pm, del 17 de septiembre, y el teniente Thomas Selfriedge, entusiasmado se ofreció como pasajero voluntario y se subió al aparato junto con Orville. Selfridge pesaba cerca de 90 kilos y era la persona más pesada que había subido a bordo de una prueba de vuelo de los hermanos Wright, pero nadie se imaginó que eso llegase a representar un serio problema. El teniente saludaba emocionado a la multitud, mientras despegaban.
Exactamente, el reloj marcaba las 5:24 pm., cuando despegó “The flyer”, luego de dar unas cuantas vueltas alrededor de la pista. De pronto, ya en el aire, se escucharon golpeteos en el avión y comenzó a temblar bruscamente; se quebraron las palas de la hélice del costado derecho y se fue en picada hasta estrellarse. Ambos tripulantes quedaron atrapados entre los cables y las latas retorcidas del aeroplano destrozado. Cientos de personas corrieron al lugar del siniestro.
A consecuencia de una fuerte fractura craneal, Selfriedge perdió la vida, aunque se le practicó una cirugía de emergencia. Por su parte, Wright sobrevivió, pero sufrió fracturas severas en las costillas y en la cadera. A partir de ese momento, tanto los hermanos Wright como los pilotos del ejército norteamericano, se percataron de la urgente necesidad de portar un casco en los vuelos, ya que si el teniente Selfriedge lo hubiera usado, no hubiera muerto ese día. Hasta los más geniales inventores, ambién fallan.
Imagen: wrightbro.com