Problemas en las carreteras argentinas
En la autopista de Rosario – Santa Fe, en Argentina, los trabajadores de un peaje ubicado en el kilómetro 17 están comenzando a denunciar la recurrente aparición de fantasmas en horas de la noche. De acuerdo con los trabajadores, la situación es tan crítica que están considerando seriamente renunciar a los turnos de noche incluso si eso conlleva su despido.
En este caso, no se trata de asuntos laborales ni legales, sino netamente paranormales. Gabriel Berardo, secretario del Sindicato de Trabajadores de Concesiones Viales y Afines, afirmó que “varios empleados no quieren hacer el turno de la noche porque están cansados o asustados por lo que se escucha, por lo que se ve”. Los mismos trabajadores han afirmado que los sonidos no tienen nada que ver con los ruidos normales de una autopista transitada:
“Se escuchan gemidos y ruidos de metales y cadenas… y todos podemos dar fe de que cuando se producen estos sonidos no hay absolutamente nadie, aparte de nosotros, en el peaje”. Este es el testimonio de uno de los afectados por las actividades paranormales en la zona. Pero los trabajadores no son los únicos en afirmar la existencia de actividades paranormales en esta parte de la autopista.
¿De dónde provienen estos fantasmas?
Muchos conductores de vehículos se han unido a la protesta pues ellos también han sido testigos de la existencia de fenómenos inexplicables en la zona. Uno de los conductores, por ejemplo, denunció una persona que perseguía su automóvil corriendo (algo físicamente imposible, pues iba a más de 100 kilómetros por hora) y que, cuando lo alcanzó, vio como una luz se perdía en lo lejano de la autopista. Otro conductor habló de personas vestidas de blanco pidiendo ayuda en accidentes inexistentes: las personas, cuando el conductor se detenía, se esfumaban en el aire.
De acuerdo con varios expertos en lo paranormal, las apariciones seguramente se deben a la cercanía del peaje con el cementerio de San Lorenzo. La solución obvia – mover el peaje – resulta económicamente inviable, por lo que no se sabe qué harán los dueños de la concesión. Sin embargo, lo más probable es que no hagan nada y a los trabajadores les toque seguir laborando entre fantasmas.
Si tu estuvieras allí, ¿preferirías renunciar o seguir trabajando a pesar de las circunstancias?
Fuente de imagen: lacapital.com.ar