Hidna fue una antigua nadadora griega que creció en la ciudad de Escíone. Sus destrezas en este deporten las desarrolló tempranamente gracias a su padre, el cual fue un instructor de natación llamado Escilis (el mejor nadador de sus alrededores): sus logros en el mar la convirtieron en inspiración para poetas de la época, que romantizaron sus hazañas y la hicieron anhelo de algún dios en sus poemas.
Un dúo del nado legendario y su batalla contra los persas
Sus habilidades de nadar grandes distancias y bucear a enormes profundidades no pasarían desapercibidas en las grandes esferas y serían utilizadas más tarde en la Segunda Guerra Médica (invasión persa en la antigua Grecia, que duró dos años) en favor de la Liga Panhelénica, ayudando a sabotear la flota persa de Jerjes.
Durante la batalla, una enorme tormenta asediaba la costa. El rey persa había hecho atracar su flota a orillas del monte Pelión para guarecerse, fue en ese momento cuando padre e hija se presentaron en el campo de batalla y se ofrecieron para sabotear las flotas de Jerjes.
Aprovechando el resguardo de la noche, lo nadadores hicieron un recorrido de 20 kilometros hasta acercarse a sus enemigos y cortaron las cuerdas que sujetaban las anclas. Los barcos quedaron atrapados en la deriva de la mal clima y terminaron por chocarse unos con otros, retrasando los ataques persas.
Una versión alternativa
Hay otra versión que cuenta que Escilis trabajaba como un doble agente en colaboración con su hija y después de haberse ganado la confianza de los persas recolectando grandes tesoros y recompensas decidió fugarse nadando sumergido durante 16 kilómetros desde Afétas, ayudándose con un esnórquel de caña, hasta alcanzar dominio de lo de los helenos en Artemisio, donde pasó información a los griegos.
El legado de ambos nadadores recorrió toda Grecia, hasta el punto que se le erigieron estatuas a ambos en Delfos, donde permanecieron hasta el siglo primero cuando Nerón se las llevó para Roma.
Fuentes:
- es.wikipedia.org/wiki/Hidna
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