Quizás lo mejor, antes de abordar cada uno de los sorprendentes usos que se les pueden dar a las bolsitas de té, una vez usada, sea recordar el origen y demás propiedades de este ingrediente natural milenario, que día a día gana más adeptos alrededor del mundo.
El té
De esta forma, lo primero que debe comenzar a decirse es que la bebida conocida como té, es una infusión preparada, por lo general, a base de las hojas y brotes de un arbusto del mismo nombre, originario del oriente del mundo, región en donde se identifica a China como cuna de esta planta, así como de la preparación hecha en base a sus hojas.
Desde hace miles de años, la Humanidad conoce las propiedades naturales de esta preparación, la cual se considera fuente importante de antioxidantes y flavonoides, entre otras sustancias, las cuales se encuentran asociadas a la regeneración celular, el antienvejecimiento, así también como la prevención del cáncer, cualidades que han ayudado a popularizar su ingesta, además claro del importante componente social en el que se ha convertido la toma de té entre amigos y conocidos, lo que ha convertido al té en una de las bebidas más populares del mundo, junto al café, ingrediente que le sigue los pasos.
Usos sorprendentes de las bolsas de té usadas
Aun cuando existen tiendas especializadas en donde se puede conseguir la hoja del té, la cual se preparará posteriormente en infusión, por lo general en el mundo occidental la forma más práctica de consumir el té, sea negro o verde, es en forma de bolsita, las cuales son fabricadas por algunas compañías que han visto en la preparación exprés del té un gran negocio, puesto que le ahorran al consumidor el trabajo de colar el té.
Sin embargo, la gran mayoría de las personas, una vez usada la bolsita en donde viene el té, y aun cuando dentro de ella todavía hay pequeñas hojitas, tienden a desecharlas, desconociendo el gran potencial que estos elementos tienen en la vida doméstica. A continuación, algunos de ellos:
Como ablandador de carne
Una vez preparado el té, y siempre y cuando se hayan retirado las bolsitas de té, sin que nadie haya probado directamente la bebida, se pueden destinar las bolsitas usadas para otros destinos culinarios. Un ejemplo de ello, lo constituirá el ablandamiento de carne, uso bastante popular para el té, el cual se puede dejar incluso para bolsas de té nuevas.
La razón detrás de este sorprendente uso parece residir en los taninos, sustancia que el té posee generosamente, y que tiene la facultad de ablandar la carne. En este sentido, se aconseja entonces preparar nuevamente una infusión con estas bolsitas, y marinar la carne que se desea ablandar en ella, por lo menos una hora antes de agregar otros alimentos. Igualmente, el té le agregará un aroma y un sabor interesante a la carne.
Como desengrasante de platos
Empero, la única propiedad de los taninos que posee el té no es la de ablandar carne, sino que esta sustancia es capaz también de ablandar y diluir la grasa, por lo que las bolsitas de té usadas se pueden convertir igualmente en un gran aliado a la hora de lavar platos u ollas, que durante el proceso de cocina hayan resultado con importantes cantidades de grasa en sus superficie.
Al respecto, algunos expertos en Economía doméstica alternativa han señalado que la mejor opción, en caso de querer usar este método es llenar una ponchera con agua tibia, y colocar algunas bolsitas de té que hayan sido usadas para la preparación de la infusión y retiradas sin que nadie probara directamente del recipiente en donde fue hecha esta.
Posteriormente, se dejará los platos en remojo por una hora, esperando entonces que los taninos del té actúen. Pasado el tiempo, se lavarán los platos con el detergente de costumbre, lo cual –según señalan quienes aconsejan esta técnica- será una actividad que se desarrollará con mucha más ventaja y facilidad.
Como desodorante de los refrigeradores
Una de las cosas más desagradables que puede haber en una cocina es un refrigerador que haya agarrado malos olores, los cuales en ocasiones no se van siquiera lavando el aparato. Sin embargo, los especialistas en Economía doméstica parecen tener bajo la manga un arma infalible: bolsas de té usadas.
De esta manera, de acuerdo a los que valoran y aconsejan esta técnica, será tan sencillo como, una vez lavado el refrigerador, colocar dentro de él, en las esquinas algunas bolsas de té, puesto que ellas serán capaces de ambientar el interior del refrigerador, haciendo desaparecer todo mal olor, al tiempo que le devuelven la frescura al ambiente de este.
Como ambientador de carro
Sin embargo, el refrigerador no es el único sitio cerrado que puede ser proclive a almacenar malos olores, puesto que estos tienden a presentarse igualmente en closet, baños, gavetas e incluso el carro, por lo que siempre hay que tener un truco que mantenga a raya los malos aromas que pueden generarse en ellos.
No obstante, algunas veces las alergias, o incluso el propio deseo de no estar en ambientes con sustancias químicas hacen que los ambientadores industriales o comerciales no sean una opción. En este tipo de casos, las bolsitas de té usadas pueden ser una gran ayuda, pues bastará con –una vez usada- dejarla secar al sol, colocarle algunas gotas del aceite floral preferido una vez estén secas, y listo, un ambientador natural que se colocará en el carro –o algún otro sitio- para que esparza todo su aroma.
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