Aun cuando para las Cultura occidental y oriental la palabra Pan es sinónimo de alimento, desde los años más remotos de esta civilización, en realidad, el Pan no es solo puede ser utilizado con este fin, sino que también puede convertirse en uno de los mejores aliados de las labores domésticas, sobre todo aquellas relacionadas con la limpieza.
Sin embargo, previo a revisar algunos de los sorprendentes usos que puede tener el Pan, también será recomendable tomar un momento para tener en cuenta la propia definición de este alimento, así también como algunos aspectos relacionados con su origen, a fin de cobrar conciencia sobre la importancia que el Pan ha tenido siempre en la Cultura.
El pan
De acuerdo a lo que han señalado los distintos autores, el Pan es un alimento humano básico, que ha constituido parte de la dieta tradicional, desde épocas remotas, en los cinco continentes.
Así mismo, en cuanto a su propia naturaleza, el Pan puede ser entendido como un alimento, que se forma gracias a la cocción de una masa homogénea hecha en base a la harina de cereales, sal, agua y -más recientemente en la historia de la Humanidad- con levaduras, las cuales son responsables de la esponjosidad que puede tener este alimento, la cual se produce gracias a la fermentación y liberación de Dióxido de Carbono (CO2) que queda atrapada en la masa, inflándola y agrandando su tamaño.
Por lo general, incluso desde sus primeros momentos en Europa, el Pan fue hecho en base a la harina de trigo, aun cuando en realidad se puede hacer de cualquier harina, proveniente de cualquier cereal o grano, como por ejemplo el centeno, la cebada, el maíz o el arroz.
Con el paso de los años, la receta del pan ha evolucionado igualmente, agregándose otros productos como por ejemplo el azúcar, los frutos secos, las semillas, las mermeladas, las cremas, las carnes frías, entre otros ingredientes, de donde surgen los distintos tipos de panes, comercializados en tiempos modernos.
Breve historia del pan
Por otro lado, también será necesario tomar un momento para revisar de forma general la Historia del Pan, la cual según apuntan los textos históricos, puede considerarse existente, en la Cultura humana, desde tiempos prehistóricos, en donde se cree ganó rápidamente su puesto como alimento básico del humano.
De acuerdo a las tesis sobre su origen, se cree que el primer pan pudo surgir casi por accidente, en base a alguna masa húmeda de granos semi-molidos, que debió quedarse al fuego hasta cocerse, lo cual ubica entonces al origen del pan, no sólo en la Prehistoria, sino después del descubrimiento de la Agricultura, así también como del descubrimiento y manipulación del fuego.
Como todo en la Historia del hombre, el Pan también fue evolucionando, haciéndose mucho menos rústico, a medida que mejoraban las técnicas de molido de granos. No obstante, para estas primeras épocas, el pan consumido era el pan ácimo o pan cenzeño, es decir, aquel que carece de levadura, y que simplemente era una mezcla de granos molidos (harina) agua y sal, puestas sobre el fuego o una piedra caliente.
Según los hallazgos arqueológicos, se ha podido determinar que el Antiguo Egipto fue uno de los pueblos en donde se consumió pan desde siglos atrás. De hecho, se cree que esta civilización fue una de las primeras que empezó a incorporar el uso de las levaduras en la elaboración del pan, la cual también se descubrió por casualidad.
Así mismo, los textos especializados señalan que en principio el pan era un asunto doméstico, puesto que las personas lo elaboraban como alimento es sus propias cocinas. Sin embargo, por ejemplo en el Imperio romano, se tiene registro de los primeros hornos públicos, en donde las personas podían abastecerse de este alimento básico, que junto a la aceituna, constituyen los pilares de la dieta de esta civilización.
Sin embargo, al caer el Imperio romano, también entró en crisis la elaboración del pan, puesto que hubo una gran escasez de trigo en Europa, momento entonces en donde el pan presentó sus primeras variables, pues desde algunas regiones del viejo continente comenzaron a fabricarse también panes de centeno, avena y de cebada.
De hecho, para este momento de la Edad Media, el pan blanco de trigo, caro y escaso, se convirtió en sinónimo de nobleza, mientras que los panes negros, a base de otros cereales, eran señal de pobreza, siendo consumidos por el vulgo.
En las épocas posteriores, la dieta humana fue cambiando, incorporándose el consumo de otros alimentos, que proporcionaban aun mucha más energía que la masa de trigo o cereales. Desde entonces, el pan siguió siendo importante, pero ya no era tenido como un alimento básico. Así mismo, los métodos de elaboración fueron modernizándose, al tiempo que cada cultura y pueblo hizo su propia versión.
Usos sorprendentes del pan
Aun cuando existe una gran variedad de panes, los cuales cuentan con diversos tamaños, colores y sabores, en realidad, uno de los más comunes que existen en el mundo industrializado es el pan tajado, el cual puede comprarse en cualquier tienda, y que guarda poco parecido con aquello primeros panes ácimos, de comienzos de la civilización.
Además de ser sumamente práctico a la hora de preparar el desayuno o una merienda de media tarde, el Pan tajado puede convertirse en un aliado incondicional de toda ama de casa, pues puede ayudar a resolver ciertas tareas de forma rápida, eficiente y creativa. A continuación, algunas de las sorprendentes tareas alternativas que se pueden realizar con el pan tajado:
Quitar el mal olor de la nevera
En ocasiones, por mucho cuidado que se tenga con la higiene y la limpieza, la Nevera o Heladera puede tomar un mal olor, producto de la acumulación de gases, o de algún alimento que haya pasado a peor vida. Así mismo, puede suceder que se limpie el electrodoméstico, pero que aun así siga oliendo de forma desagradable.
Sin embargo, el pan puede constituir la solución perfecta, puesto que cuenta con la capacidad de absorber estos desagradables olores, así también como la humedad. Por ende, se trata de hacer algo tan sencillo como limpiar el refrigerador, y luego colocar en dentro de ella una tajada de pan blanco fresco, y permitirle estar dentro de la nevera unas 24 horas. Luego de esto se retira, y ya el olor debe haber desaparecido.
Es recomendable nunca consumir esta rebanada de pan, puesto que podría resultar tóxica tanto para los humanos, como para alguna mascota. Igualmente, además de quitar malos olores del refrigerador, también puede prevenirlos, por lo que hacer este procedimiento una vez a la semana puede garantizar un ambiente fresco dentro de la heladera.
Servilleta improvisada
Por otro lado, las distintas fuentes han señalado que el pan tajado puede resultar una servilleta o esponja bastante útil a la hora de recoger algún líquido de forma urgente, pues cuenta con un gran poder de absorción. Por ende, si en medio de un desayuno o comida, alguno de los comensales derrama algo de salsa o jugo en la mesa, un acto reflejo estrella puede ser colocar sobre él una tajada de pan, puesto que de inmediato se detendrá la expansión de líquido sobre la superficie, dando tiempo para limpiar.
Incluso, si llegado el momento, no se contara con esponjas o paños que permitieran la limpieza, pues esta podría realizarse completamente con el pan, dejando la superficie sea y totalmente limpia.
Limpiador de molinos
Otra de las ventajas que tiene el pan tajado, además de absorber líquidos, es el de absorber grasa, por lo que entonces el pan puede ser un excelente aliado, siempre que se desee limpiar un molino, en donde se hayan procesado semillas o granos, que hayan dejado su grasa en las aspas.
Para este uso, será solo necesario moler algunas tajadas de pan blanco, permitiendo que entonces las migajas de este producto absorban la grasa que haya podido quedar en el utensilio, y haciendo que este se encuentre limpio la próxima vez que quiera usarse.
Grasa en la ropa
Uno de los accidentes más comunes cuando se está comiendo, sobre todo si es una preparación a base de salsas o bastante jugosa, es la de manchar la ropa, puesto que algunas manchas, sobre todo aquellas que contienen grasa, pueden dañar una prenda para siempre.
En caso de que esto suceda, una tajada de pan blanco puede resultar una gran aliada, debido a su capacidad de absorber la grasa. Para usarla en este sentido, bastará con quitar el exceso de la sustancia que haya caído sobre la prenda, y luego simplemente se colocará la tajada sobre la ropa, esperando a que absorba la mayor cantidad de grasa posible, antes de proceder a lavarla con bicarbonato y vinagre.
Imán de vidrio
Entre los accidentes caseros que más preocupan se encuentra la ruptura de piezas de vidrio, no sólo por el riesgo que esto implica en el justo momento en que el objeto se rompe, sino porque por más que se limpie o recoja, siempre queda el riesgo de que permanezcan en el piso pequeños o diminutos pedacitos de vidrio, los cuales pueden clavarse en la piel del pie, o en la patita de alguna mascota.
En este tipo de situaciones, el pan también puede constituir un aliado incondicional. Para usarlo con este propósito, simplemente, luego de haber recogido la mayoría de los trozos de vidrio, se deberá tomar una tajada de pan, y colocarla sobre el piso, pasándola como un trapito. La textura del pan, así como su consistencia, es un imán seguro para los pedacitos de vidrio, dejando entonces el piso mucho más seguro para los habitantes de casa.
Imagen: flickr.com