Trabajo y Popularidad
Rápidamente se hizo un nombre en la escena artística y se convirtió en una de las pocas fotógrafas reconocidas en ese momento. Su estilo único y su enfoque innovador llamaron la atención de artistas, escritores y figuras influyentes de la época como Joan Manuel Serrat, Salvador Dalí, Antoni Tàpies y Rafael Alberti, entre otros.
Uno de los aspectos más destacados de la carrera de Colita fue su capacidad para capturar la vida cultural y bohemia de Barcelona en los años 60 y 70, creando retratos íntimos y reveladores que capturaban la esencia de cada individuo. Estas imágenes icónicas se han convertido en parte del imaginario colectivo y han dejado una huella indeleble en la historia del arte y la cultura española.
Además de su trabajo en el ámbito cultural, también incursionó en la fotografía documental y periodística. Su cámara fue testigo de momentos clave en la historia de España, como las manifestaciones y protestas durante la Transición Democrática. Su habilidad para capturar la pasión y la energía de esos momentos tumultuosos se refleja en cada una de sus fotografías, convirtiéndola en una cronista visual de su tiempo.
Su trabajo abarcó una amplia gama de temas y géneros. Desde retratos de artistas y escritores hasta fotografía documental de la vida cotidiana, Colita logró capturar la esencia de la época y plasmarla en sus imágenes. Sus fotografías eran atrevidas, provocativas y a menudo desafiaban las normas establecidas.
Los Tarantos
La ya reconocida fotógrafa española, participó de manera destacada en la película «Los Tarantos», estrenada en 1963 y dirigida por Francisco Rovira Beleta. Esta película, basada en la obra teatral «La historia de los Tarantos» de Alfredo Mañas, es considerada un clásico del cine español y es un referente del llamado «cine quinqui» de la época.
En «Los Tarantos», Colita se encargó de la dirección de fotografía, trabajando estrechamente con el director para crear la estética y el ambiente visual de la película. Su talento y visión artística quedaron plasmados en cada encuadre y en la forma en que capturó la intensidad y la pasión de la historia.
La película narra la historia de amor trágica entre los dos clanes gitanos, los Tarantos y los Zorongos, en el barrio de El Raval de Barcelona. La cinta cuenta con una estética muy marcada, con una iluminación expresionista y una fotografía en blanco y negro que resalta la fuerza emocional de la historia.
Colita logró crear una atmósfera visual que reflejaba la pasión y el drama de los personajes. Utilizó diferentes técnicas de iluminación y enfoque para resaltar los momentos más intensos de la trama. Su trabajo contribuyó significativamente a la narrativa visual de la película y la convirtió en una experiencia estética única.
«Los Tarantos» fue ampliamente reconocida y recibió numerosos premios, entre ellos el Premio Especial del Jurado en el Festival de Cine de Cannes en 1963. La participación de Colita en esta película consolidó su posición como una talentosa fotógrafa y su capacidad para crear imágenes evocadoras y poderosas.
La colaboración de Colita en «Los Tarantos» es solo uno de los muchos ejemplos de su versatilidad y talento en el mundo de la imagen. Su trabajo en esta película demuestra su habilidad para adaptarse a diferentes proyectos y su capacidad para contribuir con su visión artística única.
Vida y Carrera
Colita, cuyo nombre real es Isabel Steva Hernández, apodo que le puso su padre cuando era una niña, según él porque había nacido debajo de una col, nació en Barcelona en 1940.
Estudió hasta los 17 años en el Sagrado Corazón, y tras acabar el preuniversitario de letras se trasladó un año a París para estudiar Civilización Francesa en la Universidad de la Sorbona.
Desde muy joven, mostró un gran interés por el mundo de la fotografía y comenzó su carrera en los años 60, en plena efervescencia cultural y social de España. Fue una de las pocas mujeres fotógrafas de la época y rápidamente destacó por su estilo único y vanguardista.
Comenzó su carrera fotográfica en Barcelona. Ella misma ha asegurado en entrevistas que nunca tuvo alguna formación profesional ni asistió a alguna escuela de fotografía ya que no existían en aquellos tiempos. Sin embargo, hizo parte de asociaciones de fotógrafos aficionados que compartían sus trabajos y conocimientos durante una época de gran efervescencia cultural y social en España.
Asistía a las sesiones de Oriol Maspons, otro reconocido fotógrafo español, donde aprendía a través de la observación. Fue Maspons quien le hizo comprar una Pentax de tercera mano, muy populares entre los entusiastas de la fotografía debido a su combinación de características avanzadas, durabilidad y precios asequibles.
La Gauche Divine
Colita se unió al movimiento de izquierdas conocido como Gauche Divine en Barcelona durante los años 60 y 70. Gauche Divine fue un movimiento cultural y social conformado por un grupo de intelectuales, artistas, escritores y personalidades destacadas de la época que se identificaban con la izquierda política y buscaban impulsar cambios sociales y culturales en la sociedad española bajo el régimen franquista. Se convirtió en una figura icónica dentro de Gauche Divine, fotografiando a sus miembros y capturando la esencia de este movimiento.
El trabajo de Colita se alineaba con las ideas y los valores de Gauche Divine, que promovían la libertad de expresión, la creatividad y la lucha por la democratización de la sociedad. A través de sus fotografías, contribuyó a documentar y difundir la cultura y el espíritu de resistencia de este movimiento.
Además de su participación en Gauche Divine, Colita también colaboró con revistas y publicaciones vinculadas a la izquierda política y cultural de la época, como la revista «Triunfo».
La unión de Colita con Gauche Divine y su compromiso con los valores de este movimiento reflejaron su papel como fotógrafa comprometida con su tiempo y con la lucha por la libertad y la democracia. Su trabajo durante esta época contribuyó a dejar un legado visual de la cultura y la resistencia en la España franquista.
En lo último del Franquismo
Colita desafió las restricciones y censura impuestas por el régimen para documentar la realidad social y cultural de la época. Su trabajo durante estos años capturó momentos clave de la historia española y reveló una visión crítica y valiente de la sociedad bajo el gobierno de Francisco Franco.
Colita se convirtió en una figura prominente en la escena cultural y artística de Barcelona durante el franquismo. A pesar de las dificultades y limitaciones impuestas por el régimen, logró retratar la vida cotidiana, los cambios sociales y las manifestaciones culturales que se desarrollaban en la clandestinidad. Su objetivo era capturar la realidad de una sociedad que estaba sometida a un control estricto y donde las expresiones artísticas y políticas se veían reprimidas.
A través de su cámara, documentó las protestas, los movimientos estudiantiles y las manifestaciones que buscaban la libertad y la democracia. Sus fotografías capturaron la energía y la pasión de aquellos que luchaban por un cambio en el país, a menudo arriesgando su propia seguridad y enfrentándose a la censura.
El trabajo de Colita durante el franquismo no solo fue importante desde el punto de vista histórico, sino que también desafió los estereotipos y los discursos oficiales del régimen. Sus imágenes presentaban una realidad alternativa, mostrando una sociedad que se resistía y buscaba la libertad en medio de la opresión. Sus fotografías fueron una forma de resistencia y una voz para aquellos que no podían expresarse abiertamente.
A pesar de las dificultades, logró mantener su compromiso con la verdad y la denuncia a través de su trabajo fotográfico. Sus imágenes han sido testigos y testimonio de una época oscura en la historia española y su valentía ha dejado un legado duradero en el ámbito de la fotografía documental y el periodismo visual.
Las fotografías de Colita durante el franquismo son reconocidas y valoradas como una contribución invaluable a la memoria histórica de España. Su trabajo nos invita a reflexionar sobre el pasado, a recordar la lucha por la libertad y a valorar la importancia de la documentación visual en la construcción de la memoria colectiva.
El legado de una Fotógrafa Vanguardista
La fotografía es un arte poderoso que nos permite capturar momentos y emociones para la posteridad. A lo largo de la historia, hemos sido testigos de la labor de fotógrafos talentosos que han dejado una marca indeleble en el mundo de la imagen fija. Entre ellos, destaca una figura icónica de la fotografía española: Colita.