Comparable a la hazaña del imperio romano, solo las eternas dinastías chinas y, quizás, los gobiernos persas y sasánidas de Asia central. Se trató de una sociedad muy desarrollada… pero, contrario a su contraparte China, el Imperio habría de caer bajo su propio peso y nunca nadie reunificaría el gran Mar bajo un solo gobierno.

Tradicionalmente se habla de una crisis política: una debilidad de largo tiempo que desembocó en la ineficiencia del ejército y en su vulnerabilidad ante los enemigos externos, que en pocos siglos dieron buena cuenta del Imperio. Sin embargo, las razones de la caída son muy debatidas y algunos eruditos han listado más de 210 supuestas causas, que en algunos casos se contradicen entre sí. En la Historia, la caída del Imperio ha sido uno de los misterios más estudiados y un factor fundamental en la idea occidental de la decadencia de la sociedad.

El papel de los volcanes

Este misterio permanece sin resolver, pero una nueva investigación parece apuntarle a una teoría adicional: la posibilidad de que la actividad volcánica haya sido responsable de la decadencia del imperio. El Doctor Michael Sigl, del Desert Research Institute en Reno y del Instituto Paul Scherrer en Suiza, ha determinado que hacia comienzos del siglo VI se registran dos erupciones volcánicas en Norteamérica que habrían sido catastróficas para la vida en el Mediterráneo:

“Hemos encontrado al menos dos grandes erupciones en este periodo. Las temperaturas más bajas fueron causadas por grandes cantidades de partículas sulfatadas que se inyectaron en la alta atmósfera, las cuales limitaron la radiación solar que llegaba a la superficie terrestre. Esto nos brinda un contexto ambiental notable con respecto a la hambruna generalizada y a la posterior Plaga de Justiniano, que fue responsable de diezmar a las poblaciones en el Mediterráneo”.

Pero lo más interesante es que este fenómeno no solo ha sido documentado por las capas de hielo de Groenlandia (que fueron analizadas por el estudio), sino por los propios historiadores romanos, que narran en torno a los años 536, 537 y 538 d. C. cómo la luz del sol dejó de llegar a la tierra y comenzaron años de oscuridad:

De acuerdo con el historiador Prokopios, la fecha exacta fue el 24 de marzo de 536, cuando el cielo se oscureció de súbito y permaneció así por casi dos años: fue tal el grosor de la capa de polvo que la luz solar se asemejaba más a la luz de la luna. La hambruna, de la mano con la peste, acabaría con casi un tercio de la población europea y asestarían el golpe de gracia a un decadente Imperio Romano.

Lo interesante aquí es que China presenta también una crisis generalizada por este periodo, pero renace de ella más fuerte que antes bajo el dominio de la Dinastía Tang. Roma, por su parte, perecería ante las invasiones y su mitad sobreviviente jamás podría recuperar el Mar Mediterráneo, la gloria del Imperio y la base de su economía. Al final, la región viviría una guerra de más de un milenio entre las poblaciones cristianas y las poblaciones musulmanas del norte de África.

Para ti ¿qué explica la decadencia y la caída del Imperio? ¿Y la imposibilidad para ninguna otra sociedad de conquistar el Mediterráneo?

Fuente de imágenes: 1: cultura.elpais.com, 2: unosantafe.com.ar