Pero bueno, cuando hablamos de “victoria definitiva” realmente estamos exagerando un poco, porque hubo un territorio que los comunistas jamás pudieron conquistar. Formosa, isla ubicada en el Mar de China (al sur de Japón), se convirtió en el último reducto de la resistencia del KMT, y formaría con el paso de los años la República de China, conocida popularmente como Taiwán. Por si acaso, el nombre oficial de China (la más popular) es “República Popular China”.

Paradójicamente, en la actualidad ambos países se consideran uno y simplemente difieren en quién fue el ganador de la Guerra Civil. Es posible que en el futuro cercano haya una unión (así como la hubo con Hong Kong), pero hasta entonces seguirán caminos separados.

Taiwán

Pero bueno, volviendo al tema, al contrario que China, Taiwán adoptó un modelo capitalista semejante al japonés, y se convirtió junto con Corea, Singapur y Hong Kong en uno de los “Tigres Asiáticos”: economías famosas por pasar de un estado de pobreza (extrema en el caso de Corea) a un estado de alto desarrollo tecnológico y económico en apenas dos generaciones. En la actualidad, únicamente China parece estar logrando el mismo objetivo (aunque algunos países africanos, en particular Etiopía, se ven igualmente prometedores).

En los tiempos en los que el modelo comunista chino sufrió su peor crisis (es decir, hacia los 1960’s y 1970’s) esto significó que Taiwán, a pesar de tener una población mucho menor, tenía muchos más recursos a su disposición y como tal dominaba en el ámbito de la diplomacia. Pero a medida que China comenzó a crecer, esta supremacía se comenzó a deteriorar, y pronto más y más países aceptaron al gigante continental como la “verdadera” china.

Es difícil entender lo duro de la situación en este periodo. Taiwán y China no tenían relaciones diplomáticas, no tenían comercio, carecían de cualquier tipo de contacto y muchos incluso temían que una guerra estallara en cualquier momento. A medida que pasaban los años, aún cuando China comenzó a cambiar su modelo por uno que permitiera más la iniciativa privada, la situación se mantenía extremadamente tensa.

Y fue entonces cuando Wang Xijue decidió secuestrar un avión.

Wang Xijue en la actualidad

Wang Xijue

Wang Xijue era un piloto que trabajaba para China Airlines y, porque su familia estaba en la China Continental, había decidido que no quería vivir más en Taiwán.

Y fue así que el 3 de mayo de 1986 el piloto enfrentó a los otros pilotos del vuelo 334, que volaba de Singapur a Taipei, y se apoderó de los controles. Viajó hacia el norte, entrando a la China Continental y anunciando su deserción de Taiwán y su unión al enemigo.

Y al hacerlo dejó a Chiang Ching-kuo, presidente de Taiwán, en un crudo dilema.

Verán, desde 1979 había sido política de este presidente evitar cualquier tipo de contacto, por pequeño que fuera, con la China Continental. Pero en este caso, seguir en esta política implicaba dejar a su suerte a todos los pasajeros y la tripulación del avión, que hasta donde Chiang sabía no querían desertar. Solo Wang quería hacerlo.

Y claro, de paso implicaba perder el avión.

Por esta razón, el secuestro de la aeronave se convirtió en la causa de la recuperación de las relaciones políticas entre las dos naciones. Tras el incidente con Wang, Chiang decidió que los veteranos de guerra podrían visitar a sus familiares en China en sus vacaciones (algo que hasta entonces estaba prohibido). Y con la relajación de las normas económicas en China, pronto Taiwán comenzó a invertir grandes cantidades de dinero en la construcción de fábricas en este país.

Y así se evitó una guerra, y se generó un acercamiento entre dos países al borde del conflicto. Todo porque un piloto que quería ver a su familia decidió secuestrar su avión.

Fuentes:

1. https://www.quora.com/What-are-some-underrated-turning-points-in-history/answer/Jamin-Chen-1
2. https://www.csmonitor.com/1986/0506/owang.html

Imágenes: 1: wikipedia.org; 2: quora.com