Siendo estrictos, tenemos que hablar de dos especies de calamar gigante, la ártica y la antártica (generalmente denominada calamar colosal). La primera, más conocida y mejor documentada, es más pequeña que su homóloga del sur pero aún así puede medir hasta unos 14 metros de longitud.

En el año 2007, por primera vez en la Historia, un equipo japonés fue capaz de documentar en video la aparición de uno de estos monstruos, aunque sólo uno de sus tentáculos apareció con claridad en el video. En el 2014 un individuo de la variedad antártica apareció en las cercanías de un bote y pudo ser recogido en casi perfecto estado y cuidadosamente diseccionado.

Sin embargo, nunca antes en la Historia uno de estos animales había aparecido, vivo, en aguas superficiales, y mucho menos en la cercanía de un equipo de buzos. El suceso ocurrió hace pocos días cerca de las costas occidentales de Japón.

El calamar de Japón

El individuo no era tan grande como podría haber sido: medía poco menos de 4 metros de longitud, pero aún así es el calamar más grande en jamás haber nadado con un buzo. Pese a que parecía comportarse con naturalidad, los expertos advertían que seguramente se encontraba enfermo, ya que no es natural que uno de estos animales alcance aguas tan superficiales.

La noche de navidad, varios buzos de la Bahía japonesa de Toyama fueron testigos de un suceso único y pudieron nadar con el animal y bucear junto a él por varias horas antes de remolcarlo a aguas profundas, con la esperanza de que se recuperara. En este enlace pueden ver un video de lo allí ocurrido.

Aunque resulte fascinante, esto también es un tanto preocupante pues podrí a indicar que las condiciones del océano profundo en las que habita el animal tendrían problemas de algún tipo que lo forzaron a subir a la superficie. De ser así, quizás estos avistamientos se convertirán en algo recurrente en el futuro.

Fuente de imagen: andina.com.pe