Flavius Anastasius (?, c. 430 d.C – 9 de julio de 518 d.C). Mejor conocido como Anastasio I, fue un líder político y militar, quien llegó a ser Emperador de Bizancio. Su mandato se caracterizó por un trato extremadamente austero hacia la Administración de los Bienes del Estado, lo cual repercutió sobre el incremento de las arcas imperiales. Igualmente tuvo que hacer frente a la Guerra Isaúrica y a la Guerra Persa, así como a numerosas tensiones religiosas. Anastacio I era llamado también por su sobrenombre “Dicorus” (dos pupilas) adjudicado a su particularidad de tener las pupilas de distintos colores.
Asunción al trono
Anastasio nació en el año 430 d.C. Durante el gobierno del emperador bizantino Zenón se desempeñó como silentiarius (oficial de la Corte). A la muerte de Zenón, la viuda de este, Ariadna, eligió a Anastasio como sucesor. El 11 de abril del año 491 d.C, este oficial palaciego se convirtió en Anastasio I, emperador de Bizancio. Transcurrido un mes de su nombramiento, la reciente viuda contrajo matrimonio con el nuevo emperador. Sin embargo, la pareja no logró tener descendencia. Algunos historiadores señalan que la causa de esto radica en la edad de Anastasio, quien para el momento de ascender al trono contaba ya con sesenta años.
Principales medidas económicas
Las primeras medidas tomadas por este Emperador fueron bien recibidas por el pueblo, por tratarse de ordenanzas que venían a simplificar la vida de importantes sectores del Imperio. En este sentido, al poco tiempo de tomar el poder, Anastasio I decidió derogar el impuesto conocido como el chrysargiron. Igualmente, en el año 498 d.C, decidió abolir el impuesto collatio lustralis, destinado a recoger dividendos de las actividades de los artesanos. Así mismo se distinguió por ser un Gobernante inclinado a la austeridad. Prohibió los combates de animales salvajes dentro del reino, así como la celebración de banquetes y reuniones nocturnas. Por el lado económico, Anastasio I, dedicó una gran cantidad de energía y tiempo en los asuntos administrativos de su nación. Su dramática restricción del gasto público le hizo merecedor de la fama de avaro. No obstante, su gestión se tradujo en el incremento de 320 mil libras de oro.
Conflictos bélicos
En el año 492 d.C, Anastasio I tuvo que enfrentar la Guerra Isaúrica, la cual tuvo su origen en la revolución protagonizada por los seguidores de Longino, hermano del antiguo emperador Zenón. Aún cuando éste fue desterrado -por Anastasio I- a Tebaida, Egipto, y su Ejército, derrotado durante la batalla de Cotyaeum, ubicada en Frigia, sus partidarios permanecieron durante por lo meno seis años, hasta el 498 d.C, en las montañas isaurias, desde donde acosaban al imperio. Igualmente, entre los años 502 y 505, el emperador Anastasio I debió hacer frente a la Guerra Persa. Durante el conflicto, las ciudades Teodosiópolis y Amida fueron tomadas por los persas. Sin embargo, un tiempo después, los romanos lograron hacerse de nuevo con el control de Amida. En el 506, encontrándose los dos reinos exhaustos por el conflicto armado, Anastasio I protagonizó junto al líder persa, la firma de la paz.
Sin embargo, finalizada la Guerra Persa, Anastasio I inició la construcción de la fortaleza de Daras, a fin de poder vigilar de cerca cualquier posible amenaza proveniente de Nísibis. Igualmente, en el año 512 d.C, ordenó la construcción de la Muralla de Anastasio, a fin de proteger la ciudad de Constantinopla de las invasiones promovidas por los búlgaros y eslavos. La construcción ordenada por este emperador se extendía desde la Propóntide hasta los límites con el Mar Negro. Igualmente, dedicó sus esfuerzos a renovar y hacer mejoras a las fortalezas bizantinas del Danubio.
Tensiones religiosas
En cuanto a su política interior, trató de llevar buenas relaciones con los otros gobernantes, así como de no entrar en conflictos de tipo religioso. A pesar de que Anastasio I se consideraba como un monofisita, trató de mantener el principio del Henotikon, instaurado por Zenón. En este sentido, a fin de conservar la paz de la Iglesia, firmó una declaración de Ortodoxia. No obstante, a partir del año 512, la presión popular lo obligó a declararse públicamente monofisita. El anuncio fue bien recibido en Constantinopla, capital bizantina, sin embargo, el lado europeo del Imperio se sintió afectado, causando un tremendo descontento popular entre los ciudadanos. En estas circunstancias, Vitalino –magíster militum por Tarcia- en componenda con una horda de los hunos, decidieron alzarse contra Anastasio I, en el año 514 d.C. Después de un año de combates, los subversivos fueron aplacados, luego de su derrota definitiva, durante una Guerra Naval, ganada por el bando imperial, comandado por el general Marino.
Años finales y sucesión
Finalmente, el 9 de julio del año 518 d.C, Anastasio I falleció. Lo sucedió Justino, quien se desempeñada como comandante de la Guardia Imperial. No obstante, son muchas las leyendas que circundan esta sucesión. De acuerdo a los historiadores la que más peso toma es la que dicta que el emperador Anastasio I, atribulado por el asunto sucesorio, decidió darle esta responsabilidad al primero que entrara por la puerta a la habitación donde él se encontrara, siendo la suerte la que llevara a Justino a ser el elegido. No obstante, otro grupo de investigadores desestiman esta historia, dándole más peso a la posibilidad de que Justino, como Comandante de la Guardia Imperial, se haya levantado en armas, después del fallecimiento de Anastasio I, a fin de ganarse a fuerza el poder.
Sobre la imagen: monedas acuñadas durante el mandato del emperador Anastasio I, en las cuales se puede distinguir la efigie de este soberano. Fuente: wikipedia.org