Francisco Gregorio Billini Aristi (Santo Domingo, República Dominicana, 25 de mayo de 1844 – ibídem, 28 de noviembre de 1898). Escritor, Profesor y Político de origen dominicano, quien además llegó a ejercer la Presidencia de su país, durante un año, entre 1884 y 1885, destacándose como un mandatario demócrata y respetuoso de los Derechos civiles y ciudadanos.
En este sentido, los biógrafos de este líder dominicano han reconocido su compromiso con la Democracia, así como su sentido de la ética, puesto que incluso renunció a la Presidencia cuando las presiones políticas lo instaban a censurar y limitar la Libertad de Imprenta, hecho al que se negó rotundamente. Así mismo, Billini es valorado por su contribución a las Letras dominicanas y caribeñas, destacándose especialmente su novela Baní o Engracia y Antoñita, publicada en el año 1892 y considerada una de las novelas costumbristas más importantes de este país.
Primeros años
De acuerdo a lo que señala la Historia, Francisco Gregorio Billini Aristi nació el 25 de mayo de 1844, en la ciudad de Santo Domingo, capital de la República Dominicana, convirtiéndose así en hijo de Hipólito Billlini Hernández y su esposa María de Regla Aristi Guerraro. Sus primeros estudios, así como aquellos correspondientes al ciclo secundario, los cursó en Santo Domingo, ciudad en donde tuvo la oportunidad de ingresar al Colegio del Padre Boneau.
Estudios Acedémicos
Desde pequeño, este futuro escritor y presidente mostró gran facilidad para las lenguas, destacándose por su habilidad por aprender y hablar el Latín, así como el Italiano, idioma que aprendió a perfección desde los cuatro años, cuando lo adquirió directamente de su abuelo paterno, Juan Antonio Billini Ruse, quien había arribado a República Dominicana en el año 1802, perteneciente a las tropas del general Leclerc, quien a las órdenes de Napoleón Bonaparte buscaba derrotar a Toussaint Louverture y hacerse con el poder de esta patria. Posteriormente, continuó su formación en el Seminario Conciliar Santo Tomás de Aquino, en donde tuvo oportunidad de formarse bajo las enseñanzas de Fernando Arturo Meriño.
Inicios en la Política
Así mismo, este prócer caribeño se sintió atraído por los asuntos políticos de su país desde muy joven, de allí que se sumara a las filas del partido Azul. Incluso, entre 1863 y 1865, cónsono con sus ideales independentistas, se sumó a las tropas libertarias que combatieron por la independencia de República Dominicana en la Guerra de la Restauración. Sin embargo, a los dos años de haber comenzado esta lucha, Billini cayó prisionero del bando enemigo, no obstante fue canjeado por las tropas españolas, como parte de los acuerdos de guerra. Así mismo, en 1868, este político dominicano decidió presentar una fuerte oposición al gobierno de Buenaventura Báez, a quien consideraba autoritario y antidemócrata, lo cual le valió el destierro forzado en 1868, cuando hubo de partir al exilio para salvar su vida.
A su regreso, siguió militando en el Partido Azul, actividad que lo condujo a asumir diferentes cargos dentro de las funciones públicas, como por ejemplo el de Diputado por Azua (1874); Ministro de Guerra y Marina (1880); y Senador (1882) cargo que lo llevó también a ocupar la Presidencia del Senado y del Congreso, esto por nombrar algunas de las importantes responsabilidades, que lo fueron preparando para el mayor cargo de todos: la Presidencia.
Llegada a la Presidencia
En el año 1884, logra imponerse a su rival Casimiro Nemesio de Moya, siendo electo el nuevo Presidente de la República, cargo del que se posicionaría el 1 de septiembre de 1884, renunciando apenas ocho meses después, el 16 de mayo de 1885, a fin de dejar un precedente político de su rotunda negativa a censurar de forma alguna la Libertad de Imprenta de su país, hecho que resultaba contrario a su talante democrático, así como a su vocación de escritor.
Carrera literaria
Fiel a su decisión, Billini renunció a la Presidencia, así como a cualquier otra pretensión política futura, dedicándose entonces a las Letras. Así mismo, desde 1890, Bellini asumió las riendas del Colegio San Luis Gonzaga, el cual había sido dirigido hasta su muerte por el padre Francisco Xavier Billini, tío de este presidente dominicano, quien lo sustituyó haciéndose cargo de la Dirección de la institución educativa. Un año antes, había enfocado sus esfuerzos en fundar El eco de la opinión, periódico de periodismo reflexivo, el cual pese a todo pronóstico se mantuvo circulando durante 20 largos años, desde su primer número impreso en marzo de 1879. De igual forma, Billini se convirtió también en un asiduo colaborador de varias publicaciones, entre las que destacan El Nacional, El Mensajero y El Patriota.
No obstante, la obra literaria más importante, surgida de la pluma de este escritor dominicano es por opinión unánime de la Crítica: Baní o Engracia y Antoñita (Billini, 1892) la cual se distingue como la novela costumbrista más importante del siglo XIX, en cuyas páginas el autor logra plasmar magistralmente las tradiciones de la época, así como su contexto político y social.
Últimos días
Finalmente, este ilustre dominicano encontró el fin de su vida el 28 de noviembre de 1898, en su ciudad natal. Sus restos fueron inhumados en un cementerio de Santo Domingo, hasta que en 1998, por orden expresa del presidente Leonel Fernández fueron trasladados, con sus respectivos honores, al Panteón Nacional de Santo Domingo, en donde reposan desde entonces.
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