Johannes Kepler (Weil der Stadt, Baden-Wutemberg, Alemania, 27 de diciembre de 1571 – Ratisbona, Alemania, 15 de noviembre de 1630). Científico, Astrónomo, Físico y Matemático de origen alemán, reconocido por haber descrito el movimiento de los planetas en su órbita alrededor del sol, detalladas en lo que la ciencia conoce desde entonces como las Tres Leyes de Kepler, las cuales dieron inicio a una verdadera revolución científica, razón por la cual también es considerado como uno de los científicos más influyentes de la historia.
Vida temprana
Johannes Kepler nació el 27 de diciembre de 1571 en Weil der Stadt, Baden-Wutemberg, Alemania, en el seno de una familia luterana. Su padre Heinrich Kepler servía en las tropas del duque de Wutemberg, ausentándose por grandes periodos. Su madre, Katherina Guldenmann administraba una posada y era curandera en Weil der Stadt. Kepler tenía otros tres hermanos: Margarette, Christopher y Heinrich. En 1577, se trasladó a Leonberg, donde comenzó sus estudios en una escuela latina. Sin embargo, fueron sus padres quienes le despertaron el interés por los fenómenos astronómicos. En 1577, cuando contaba tan sólo con cinco años, su madre lo llevó a un sitio despejado y alto, para hacerlo ver un cometa. Por su parte su padre le mostró un eclipse de luna cuando tenía nueve años. Hechos que Kepler recordaría toda su vida.
En 1584, un año después de haber terminado la escuela, Kepler ingresó al seminario protestante de Adelberg. Dos años después, en 1586, comenzó sus estudios en el Seminario Superior, ubicado en Maulbronn. Tres años después, logró sus ingreso a la Universidad de Tubinga, donde estudió Retórica, Griego, Hebreo, Dialéctica, Ética, Astronomía, Física, así como Ciencias Humanas y Teología. Ese mismo año, su padre desapareció para siempre en la guerra.
Inicios en la Astronomía
En 1591, Kepler obtuvo su maestría, aunque continuó con sus estudios universitarios. Fue en esa época cuando su profesor Michael Maestlin le enseñó a Kepler las teorías de Copérnico, sobre el carácter heliocéntrico del Universo, las cuales sólo eran enseñadas a los estudiantes más brillantes, mientras que los demás seguían aprendiendo las leyes de Ptolomeo. A partir de entonces Kepler se convirtió en un ferviente seguidor de Copérnico. Desde entonces enfocó sus estudios en tratar de entender las leyes bajo las cuales se mueven los planetas por su tránsito alrededor del sol, creyendo en un principio que estos deberían responder a las leyes de la armonía, descrita por Pitágoras. Kepler promulgó su primera teoría, conocida como la Teoría de la Armonía de las Esferas Celestes, donde planteaba un modelo de universo conformado por poliedros perfectos, dentro de los cuales habían esferas, que se movían y su ubicaban en total armonía unas con otras. Kepler, como hombre de gran fe en Dios, creía que al ser Dios perfecto, su creación debía ser a su imagen y semejanza.
En 1594 abandonó sus estudios de Teología, a fin de asumir un profesorado de Matemáticas en la escuela protestante de Graz. En 1597 escribió su primer libro, titulado El Misterio Cósmico. En 1597 se casó, en un matrimonio arreglado, con Barbara Müller, con quien tuvo cinco hijos. En 1600 se vio obligado a huir a Praga, tras el decreto el archiduque Fernando, que prohibía en Austria la religión protestante. Fue en Praga donde Kepler conoció a Tycho Brahe, quien poseía los mejores datos sobre el comportamiento y tránsito de los planetas, y con quien trabajaría todo el año siguiente, e incluso sustituiría después de su fallecimiento, en su puesto de matemático del emperador Rodolfo II, para quien también llegó a prestar servicios de astrólogo.
Leyes de Kepler
En 1602, Kepler logró finalmente tener acceso a los datos que Tycho se había dedicado a recopilar, dándose cuenta de que, para su frustración, los planetas no parecían moverse en círculos perfectos, sino en formas elípticas. Ante la evidencia no le quedó más que aceptar la realidad, aunque nunca dejó de preguntarse por qué Dios escogería el elipse y no el círculo perfecto y simple como la línea a seguir por los planetas. Trescientos años después, Albert Einstein pudo demostrar en su Teoría de la Relatividad que la intuición de Kepler estaba en lo cierto, y que los planetas se movían en trayectorias que emulaban la figura geométrica más simple y sencilla: la línea recta.
En 1609, en su obra Astronimia Nova, promulgó sus tres leyes, conocidas por el mundo científico como las Tres Leyes de Kepler, en las cuales señalaba que 1) Los planetas tienen movimientos elípticos alrededor del Sol (Primera Ley) estando éste en alguno de los dos focos que contiene esta figura geométrica, trazada por el planeta en su tránsito; 2) Las áreas recorridas por los radios de los planetas son proporcionales a la cantidad de tiempo empleado por estos cuerpos celestes en recorrer el perímetro de esas áreas (Segunda Ley) y 3) El cuadrado del período de la órbita del planeta es proporcional al cubo de la distancia promedio de este cuerpo celeste al Sol (Tercera ley, conocida también como ley armónica, la cual le costó algunos años descubrir). Con esta teoría, Kepler logró sentar las bases que permitirían en adelante a los otros científicos comprender y predecir los tránsitos de todos los planetas y astros.
Años finales
En cuanto a su vida personal, su esposa y dos de sus hijos fallecieron en 1612. Al año siguiente contrajo matrimonio con Susanne Reuttinger, con quien tuvo siete hijos, de los cuales lograron sobrevivir sólo cuatro. En 1621, su madre falleció, a solo seis meses de haber logrado la libertad, después de seis años de prisión, a la que fue sometida bajo la acusación de brujería. En 1627 publicó su Tabulae Rudolphine, la cual fue usada durante al menos el próximo siglo para calcular las posiciones de los planetas. Finalmente, Kepler falleció, a la edad de cincuenta y ocho años, el 15 de noviembre de 1630, en Ratisbona, Baviera, Alemania. Su trabajo y documentos reposan actualmente en el Observatorio Pulkovo de San Petersburgo, Rusia.
Fuente de imagen: wisegeek.com