François-Marie Arouet, conocido históricamente como Voltaire (París, Francia, 21 de noviembre 1694 – ibídem, 30 de mayo 1778). Poeta, Escritor, Historiador, Abogado y Filósofo de origen francés, considerado como uno de los más grandes representantes de la Ilustración francesa.
Su prolífica obra incluye poemas, novelas, tragedias y obras filosóficas, en las cuales plasma sus ideas sobre el poder de la Razón y la Ciencia. Voltaire fue el responsable de llevar a Francia la obra científica de Isaac Newton, así como los preceptos del pensamiento liberal de Jhohn Locke. Su obra ha sido leída, discutida y apreciada en todo occidente, razón por la cual es catalogado también como uno de los filósofos más importantes de la Historia.
Vida temprana
Voltaire nació el 21 de noviembre de 1694, en París, Francia, en el seno de una familia acomodada, siendo el menor de los cinco hijos del matrimonio entre François Arouet y su esposa Marie Marguerite dAumary. Su nombre real era François-Marie Arouet. A la edad de siete años, perdió a su madre, volviéndose desde entonces mucho más cercano a su padrino, el Abad de Châteauneuf, a quien se le atribuye el haberle inculcado ideas librepensadoras. A los diez años comenzó a asistir al Collége Louis-le-Grand, dirigido por jesuitas, en donde aprendió latín y griego.
Desde sus primeros años demostró gran talento para la escritura. En 1706 comenzó a escribir su primera tragedia, Amulius y Numitor, de la cual sólo se conocen pequeños fragmentos. En 1711, continuó sus estudios universitarios, graduándose como Abogado, en 1713. Ese mismo año fue designado como Secretario en la embajada de Francia en la Haya, cargo que perdió cuando fue descubierto su romance con una francesa en situación de refugio, de nombre Catherine Olympe Dunoyer. Se cree que en esa época comenzó a escribir su Edipo, el cual fue finalmente publicado en 1718.
Adopción del nombre Voltaire
En 1715, la autoría de una sátira en la que ridiculizaba al duque de Orleáns y a la duquesa de Berry le costó un año de prisión en la Bastilla. Una vez en libertad, fue desterrado a Châtenay-Malabry. Se cree que después de este episodio decidió asumir el uso del seudónimo Voltaire, por el que sería reconocido históricamente. Las teorías sobre el significado de este sobrenombre son variadas, siendo la más popular aquella que señalan que tal vez proviene de la expresión francesa voulai faire tair, que puede traducirse como (el que se desea hacer callar). Igualmente otra de la tesis plantea que el nombre Voltaire puede ser un anagrama de la palabra francesa re-vol-tai, que significa “revoltoso”.
Exilio a Inglaterra
En 1717 regresó a París, un año después su fama creció rápidamente debido al gran éxito que alcanzó su obra Edipo. Igualmente, en 1723, su obra La Henriade también conoció el triunfo. No obstante, un altercado con el Caballero de Rohan, Guy Auguste de Rohan-Chabot, lo llevó de nuevo, en 1726, a la Bastilla. Cinco meses después fue desterrado y enviado a Gran Bretaña, donde permaneció hasta 1728. A su regreso a Francia, traía consigo la obra científica de Isaac Newton, la cual tradujo personalmente al francés, a fin de propiciar el conocimiento de su país de las leyes descubiertas por este científico inglés. Igualmente, llevó a Francia las obras de Jhohn Locke.
Obra literaria
En 1731, comenzó la escritura de su obra Historia de Carlos XII, en la cual expresa sus ideas, inspiradas en el pensamiento liberal de Locke, sobre la tolerancia religiosa y la libertad de pensamiento, que más tarde, en 1733, ampliaría en sus célebres Cartas inglesas, las cuales causaron la furia del público francés, así como de la Iglesia y el Gobierno, quienes consideraban que dibujaba a Francia como un país retrasado. Voltaire se vio obligado a huir hacia Lorena, donde se refugió en el castillo de Cirey, propiedad de su amante Emile de Breteuil, donde viviría lo próximos quince años, período durante el cual volvió en algunas ocasiones a París.
De ahí en adelante, viviría su etapa de mayor producción literaria. En 1734 escribió su tragedia Zaire y Adélaïde du Guesclin. Un año después vio la luz La muerte de César. En 1736 publicó El hijo pródigo y en 1749 Nanine o el prejuicio vencido, los cuales tuvieron un éxito impresionante en el público francés. En 1748, Voltaire era reconocido por sus connacionales como un gran escritor. En 1742 fue prohibida su obra Mahoma. Ese mismo año se trasladó a Berlín, donde sirvió un tiempo como académico y Caballero de la Cámara real, de la corte de Federico II el Grande, con quien había mantenido correspondencia por años. En 1743, publicó su obra Mérope. En 1746, Voltaire fue designado como miembro de la Academia Francesa, donde se le destinó el asiento número treinta y tres.
Exilio en Ginebra y años finales
En 1749, regresó a Berlín, donde fue recibido como invitado del Palacio Sanssouci, por el rey Federico II. Durante su estancia escribió, su obra El siglo de Luis XIV (1751) y su Micromegas (1752). No obstante, su relación conflictiva con Maupertuis, presidente de la Academia de Berlín, nombrado directamente por Federico II, trajo la ruptura definitiva con este soberano. Expulsado de Prusia, Francia se negó a recibirlo, razón por la cual terminó refugiándose en Ginebra, Suiza, donde tampoco duró mucho tiempo en armonía con las ideas calvinistas, fervientemente profesadas en este país.
Su poema Juana de Arco, la doncella, publicado en 1755; sus Ensayo sobre las costumbres, en 1756; así como su Poema sobre el desastre de Lisboa en 1756 y su célebre y reconocida novela Cándido o el optimismo, publicada en 1759, escandalizaron a católicos y calvinistas, produciendo el rechazo del público ginebrino. Decidió trasladarse a la residencia de Ferney, donde pasó los próximos dieciocho años. En 1764 escribió su Diccionario filosófico. Finalmente, en 1778, regresó a París, donde el público lo recibió como un héroe nacional. El 30 de mayo murió mientras dormía en su cama, a los ochenta y tres años.
Fuente de imagen: abc.es