William Thomas Green Morton (Charlton, Massachusetts, Estados Unidos, 9 de agosto de 1868- Nueva York, Estados Unidos, 15 de julio de 1868). Mejor conocido como William Morton, fue un Científico y Odontólogo estadounidense, reconocido por haber hecho la primera demostración pública de los efectos del uso del éter, suministrado por inhalación, como anestesia durante una cirugía.
No obstante, no es reconocido como el primero en descubrirlo, debido a la gran polémica legal que giró en torno a este hallazgo, el cual se disputó con su profesor Charles Thomas Jackson, dedicando el resto de su vida a demostrar que solo él era el autor de este descubrimiento. Sin embargo, tanto sus estudios como demostraciones abrieron un nuevo capítulo en el tratamiento del dolor durante las intervenciones, por lo cual es considerado también como uno de los médicos más importantes de la historia.
Vida Temprana
William Morton nació en la ciudad de Charlton, en el estado de Massachusetts, Estados Unidos, el 15 de julio de 1819, en el seno de un matrimonio de agricultores, conformado por James y Rebeca Morton. Durante su primera juventud, William había trabajado en Bostón, como tipógrafo y vendedor. En 1840, finalmente, ingresa al Colegio de Cirugía Dental en Baltimore. En 1842, inicia sus prácticas en Hartford, Connecticut, donde tiene la oportunidad de ser estudiante de Horace Wells, quien desde esa época estudiaba qué elemento podía ser usado como anestesia.
Ese mismo año abrió un consultorio odontológico, donde trabajó por un tiempo junto a Well. Disuelta la sociedad, en 1844, Morton ingresó a la Universidad de Harvad, a fin de estudiar Medicina, carrera que abandonó al poco tiempo, motivado por la situación económica de su familia, así como su unión matrimonial con Elizabeth Whitman. Por su parte, ese mismo año, Horace Wells hizo una demostración pública de los efectos del gas hilarante como anestesia, fracasando en su intento de descubrir la anestesia.
Descubrimiento de la anestesia
Morton había continuado con su carrera, dedicándose a realizar y aplicar prótesis dentales, por lo que estaba en contacto permanente con trabajos de extracción. Preocupado por hallar un elemento químico que ayudara a sus pacientes a no sentir dolor, consultó con su antiguo profesor Charles Thomas Jackson, quien le habló de los efectos narcóticos del éter, los cuales incluso habían sido descritos en 1818 por Michael Faraday, quien había experimentado con esta sustancia y sus efectos en distintos animales. Morton recordó también haber visto los efectos del éter durante sus prácticas en Harvard, por lo cual decidió probarlo en sí mismo. Ante los resultados, aparentemente inofensivos, decidió ponerlo en práctica en sus pacientes.
La primera persona en la que Morton pudo probar los efectos anestésicos del éter fue Eben Frost, un músico que acudió a su consultorio con un fuerte dolor de muelas. Morton le suministró el éter de forma inhalada, consiguiendo que el paciente se adormeciera durante la extracción. Al despertar confirmó no haber sentido dolor durante el procedimiento. Al día siguiente la noticia fue publicada por el Boston Daily Journal. Ante el hallazgo, Morton le solicitó formalmente al director del Hospital General de Massachusetts, John Collins Warren, que le permitiera hacer una demostración pública de su descubrimiento.
La petición fue aceptada. El 16 de octubre de 1846, los médicos y estudiantes del Hospital se reunieron para ver a William Morton intervenir a Edward Gilbert Abbott, paciente de 20 años, quien tenía un diente infectado. Al igual que con el primero, Morton suministró éter inhalado a Abbot, adormesiéndolo. En cinco minutos realizó el procedimiento, sin que el paciente sintiera algún tipo de dolor, y dando origen a un nuevo capítulo en la anestesiología.
Batalla legal
Ante su éxito y con intención de lograr una patente, que le concediera el uso exclusivo y las regalías de su posesión, Morton intentó esconder hasta último momento la sustancia utilizada, camuflando el éter con otras sustancias aromáticas y llamándolo “Letheon”. Casi un mes después, fue obligado por un auditorio de médicos a revelar el principio activo de la sustancia usada como anestesia, durante su demostración pública.
No obstante, en 1846 se emitió una patente para el “lethenon”. Mientras se encontraba en la solicitud de una licencia que limitara su uso, dándoselo sólo a él, la Academia Francesa de Medicina decidió premiarlo por su descubrimiento. Sin embargo, el premio de cinco mil francos fue otorgado tanto a Morton como a su profesor Charles Thomas Jackson, lo cual causó la furia de Morton, quien rechazó el premio y se dedicó a demostrar que el descubrimiento correspondía sólo a su mérito. En 1849, incluso solicitó al Congreso de los Estados Unidos que le fuese cancelada una recompensa de cien mil dólares por su descubrimiento, lo cual no procedió, debido al conflicto sobre la propiedad intelectual del hallazgo.
Años finales
Tras veinte años de litigios legales contra Jackson, Morton falleció el 15 de julio de 1869, de un accidente cerebro vascular, en la ciudad de Nueva York, sin haber podido conseguir la autoria en solitario del éter como anestesia, y arruinado económicamente. No obstante, algunos historiadores refieren que en verdad el primer médico en usar el éter como anestesia fue el cirujano Crawford Williamson, quien durante la extirpación de un tumor, llevada a cabo el 30 de marzo de 1842, había usado el éter para aminorar el dolor, a pesar de no haber hecho público su hallazgo, privándose de pasar a la historia como el primero en descubrir la anestesia.
Fuente de imagen: fineartamerica.com