Quizás una de las crucíferas que cuenta con mayor popularidad es la Coliflor, planta que es relacionada con una alimentación sana y versátil, al tiempo que sigue posicionándose como uno de los alimentos globalizados que mejor fama tiene.
No obstante, esto no fue así siempre, puesto que como muchos otros alimentos, la Coliflor también vivió un proceso de expansión, que la hizo viajar poco a poco por varias latitudes, a través de los años.
Sin embargo, antes de echar un vistazo a la historia de esta planta, se revisarán algunos aspectos sobre su naturaleza, características y propiedades.
La coliflor
En este sentido, se puede comenzar por decir que las ciencias botánicas han convenido en definir la Coliflor como una planta anual comestible, que puede ser considerada tanto como miembro de la familia Brassicaceae, como también propia de la especie Brassica oleracea.
Características físicas
Con respecto a la apariencia de la Coliflor, esta planta básicamente puede describirse como una cabeza central –la cual recibe por lo general el nombre de pella o masa- la cual está compuesta por un gran número de cabezas florales, de color blanco, bastante similares a las del brócoli, con el cual la coliflor está emparentada.
Así mismo, esta cabeza central puede tener por lo general un diámetro que oscila entre los 15 y 30 centímetros, al tiempo que es presentada o sostenida por un conjunto de hojas y tallos gruesos, que por lo general son desechadas, aun cuando hay quienes señalan el gran poder nutricional que contienen estas partes de la planta.
En cuanto a su textura, la Coliflor se caracteriza igualmente por ser carnosa y suave, así como de un ligero sabor dulce. Por lo general, la pella o cabeza de la Coliflor es de color blanco, aun cuando dependiendo de la especie también se consiguen individuos de color verde, amarillo o incluso violetas.
Propiedades nutricionales de la coliflor
Sin embargo, no sólo son sus fascinantes colores o delicioso sabor las cualidades que han llevado a la Coliflor a posicionarse en el corazón de las cocinas alrededor del mundo, pues esta planta comestible también es reconocida como una gran fuente de nutrientes, e incluso propiedades medicinales, siendo usada para combatir de forma natural casos de diarrea y dolores de cabeza.
Desde el punto de vista nutricional, la Coliflor es considerada una planta comestible en la que se pueden encontrar Carbohidratos, Azúcares naturales, Grasas, Proteínas y Fibra alimenticia, componentes estos que hacen que el consumir coliflor sea una inyección de energía. Así mismo, esta planta contiene gran cantidad de agua.
También, en la Coliflor, pueden conseguirse gran cantidad de vitaminas, como por ejemplo las vitaminas B1 (Tiamina), B2 (Riboflavina), B3 (Niacina), B5 (Ácido pantoténico), B6, C y E, elementos que hacen que el consumo de Coliflor sea sumamente positivo para la salud cognitiva, al tiempo que cuenta con grandes propiedades antioxidantes, por lo que puede prevenir la aparición de enfermedades degenerativas.
Por otro lado, en la Coliflor también pueden conseguirse importantes minerales, vitales para el funcionamiento del cuerpo humano, entre los que se encuentran el Calcio, Hierro, Magnesio, Manganeso, Fósforo, Potasio y Sodio.
Breve historia de la Coliflor
Una vez se han revisado estos aspectos sobre la Coliflor, puede que sea mucho más sencillo realizar un recorrido por algunas de las etapas más importantes del camino hecho por la coliflor, desde su cuna natural, hasta la mesa de millones de personas alrededor del mundo. A continuación, una breve mirada a la historia de esta planta:
Origen de la Coliflor
De esta manera, se puede comenzar por decir que los especialistas señalan que la Coliflor pudo haberse originado de manera silvestre, hace miles de años, en el continente asiático, específicamente en Asia menor, en los territorios en donde en épocas antiguas se establecieron las naciones de Siria y el Líbano.
No obstante, se tiene razón de que el primer pueblo en cultivar esta planta fueron los egipcios, civilización que ya había dominado la producción de la Coliflor para el siglo VI a.C. De igual forma, otros grandes pioneros del cultivo de esta planta fueron los romanos. Sin embargo, este pueblo no la cultivó precisamente con intenciones alimenticias, pues al igual que los egipcios, en realidad buscaban en ella sus propiedades medicinales, bastante positivas a la hora de combatir infecciones, inflamaciones, diarrea o fiebre.
Viaje a Europa
Igualmente, la Historia responsabiliza a los romanos de haber sido los agentes que permitieron el viaje de la Coliflor desde su cuna en Asia hasta Europa. Ya en el viejo continente, los especialistas señalan que llegó primero a Italia, en donde fue recibida con gusto.
Posteriormente, la Coliflor también llegó a Francia, nación en donde fue acogida con entusiasmo, e incorporada a su cocina. Por otro lado, los especialistas en Historia de los alimentos señalan que de todas las naciones europeas, España fue la última en conocer y adoptar la Coliflor, siendo apenas el siglo XVIII la época en la que sucedió esto.
Llegada a América
Así como, España fue la última región en conocer la Coliflor, América fue el último continente en conocer esta planta comestible. De hecho se cree que comenzó a utilizarse en la culinaria americana apenas en el siglo XX. Sin embargo, China sigue siendo el principal productor de Coliflor en el mundo.
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