Derretimiento de los Polos
De todos los efectos que el Calentamiento Global está actualmente causando, es quizás el derretimiento de los polos el más conocido y publicitado. En todo el mundo se sabe que eventualmente, cuando los polos se derritan, gran parte de las regiones pobladas de la actualidad se perderán, y que miles de millones de personas quedarán sin hogar. Sin embargo, aún en los estimados más pesimistas esto podría tardar tres o cuatro siglos, e incluso un milenio, si las cosas no salen tan mal. Muchos argumentan que este problema, por lo tanto, dista de ser urgente, y es preciso concentrarnos en cosas con impactos más a corto plazo.
Pero bueno, el impacto del derretimiento de los polos no es únicamente la subida de los niveles del mar. Estamos también ante la extinción casi segura de muchas especies, la disrupción de las corrientes oceánicas (cuyos efectos son impredecibles) y, ante todo, la reducción de una superficie que refleja la práctica totalidad de la luz solar que recibe.
En efecto, los polos generan algo llamado el “Efecto Albedo”, que consiste esencialmente en la reflección de la práctica totalidad de la luz solar que reciben. Al reflejar la luz, absorben mucho menos el calor, por lo que colaboran con mantener el planeta frío.
Y por esta misma razón, si los polos desaparecen, el calentamiento global tomará un nuevo impulso. Es esta la razón por la que mantenerlos congelados ha sido una de las acciones más importantes que debemos tomar, y por qué un equipo de científicos de la Universidad de Cambridge llegó a proponer la creación de “nubes reflectivas” para evitar a toda costa el derretimiento.
Nubes reflectivas
El concepto es simple: se lanzan nubes sobre los polos, que reflejen la luz solar y permitan mantener las temperaturas relativamente bajas en la región, lo que a su vez previene el derretimiento.
Pero bueno, en la práctica, como imaginarán, las cosas se vuelven un poco más complejas.
La primera pregunta que surge es cuál será el componente de las nubes. Para el equipo de David King, el científico que dirige todo el proceso (y que además fue consejero del gobierno británico) el material ideal son sales, que barcos especiales extraerán de los océanos ártico y antártico para lanzar a la estratósfera. Estas sales son tremendamente reflectivas, por lo que podrían devolver al espacio una cantidad considerable de la luz solar que las golpea, permitiendo así el enfriamiento del aire en los polos y el crecimiento de los glaciares.
King, además, propone otras ideas radicales como “sembrar” los océanos con sales de hierro para fomentar el crecimiento de plancton (el cual absorbe dióxido de carbono y luego suele morir y hundirse), así como otras más “normales” como buscar mecanismos para capturar carbono y apuntarle a energías limpias (como la energía solar, la eólica y la nuclear).
Sin embargo, el analista considera que hay que buscar también otras opciones, por radicales que parezcan, pues la crisis que se nos viene es apocalíptica en su naturaleza. En sus palabras:
Lo que hagamos los próximos 10 años determinará el futuro de la humanidad en los próximos 1.000 [… Al proponer estas soluciones, es necesario explorar todos los aspectos, incluyendo los avances tecnológicos requeridos, las consecuencias potencialmente imprevistas, los costos, las reglas y las regulaciones que requeriremos, así como la popularidad de las propuestas.
Aunque eso de las consecuencias imprevistas… ¿no fue así como terminamos con el problema del Calentamiento Global en primer lugar?
Fuentes:
- https://mysteriousuniverse.org/2019/05/scientists-want-to-use-reflective-clouds-to-re-freeze-earths-poles/
- https://futurism.com/the-byte/cambridge-freeze-earths-poles
Imágenes: businessgreen.com, 2: firstpost.com