En el ámbito médico se conoce con el nombre de Fiebre a un síntoma físico, caracterizado por el aumento, moderado o fuerte, de la temperatura corporal, el cual es acompañado por otros señales, como aumento de la frecuencia cardíaca o del ritmo de la respiración.
Origen de la fiebre
Aun cuando la creencia popular entiende la fiebre como una enfermedad en sí, en realidad es la manifestación de algo más que ocurre en el cuerpo. De esta forma, la Medicina moderna ha indicado que la Fiebre es un mecanismo de reacción corporal y a la vez un síntoma de un proceso infeccioso, ante el cual el cuerpo se defiende activando su sistema inmunológico y elevando su temperatura habitual de 36 grados, ideal para el desarrollo de algunas bacterias y virus, a niveles en los que estos microorganismos no se hayan cómodos ni pueden vivir. Razón esta que ha hecho que algunos médicos opten por aconsejar que no se combata la fiebre, pues en su concepción sería atacar precisamente los mecanismos empleados por el cuerpo para defenderse, dejándole campo libre a los microorganismos patógenos.
¿Cómo bajar la fiebre?
Sin embargo, la fiebre muy alta no es aconsejable, pues la misma puede producir malestares fuertes, así como cuadros convulsivos, los cuales aun cuando no dejan secuelas neurológicas, deben ser evitados al máximo, por lo que este síntoma, sobre todo cuando sobre pasa los 39 grados de temperatura debe ser atendido y sometido a tratamiento. En este sentido, casi siempre el Médico responsable, quien es el único que puede recomendar el procedimiento a seguir, opta por recomendar medicamentos que ayudan a bajar la fiebre, como por ejemplo acetaminofén o ibuprofeno.
No obstante, estos medicamentos –que no deben ser tomados sin que el médico lo haya aconsejado– tardan algunos minutos para causar efecto, por lo que existen otros métodos, incluso populares, que permiten ayudar al cuerpo y al químico a reducir en pocos segundos la temperatura corporal, a fin de evitar que la persona afectada siga padeciendo los síntomas negativos de este mecanismo de defensa corporal.
En este sentido, dentro de algunos de los métodos alternativos más populares para procurar el descenso inmediato y progresivo de la fiebre, se encuentran los siguientes:
Compresas en la cabeza
Siendo realmente un clásico en el tratamiento de la fiebre, la sabiduría popular sigue afirmando que colocar compresas de agua fría en la cabeza y el cuello de la persona afectada con fiebre, se traduce en un descenso de la misma, debido a la sensibilidad que presenta esa zona a las temperaturas externas.
Enfriar muñecas y tobillos
De acuerdo a algunas fuentes de medicina popular, aplicar frío en zonas de gran receptividad de temperatura, como por ejemplo tobillos y muñecas, puede ser sumamente útil si el objetivo es bajar la fiebre. De esta forma, este método señala colocar compresas de agua fría en estas zonas del cuerpo, cambiando cada vez que se tornen calientes. Así mismo, en cuanto al tiempo de aplicación, se refiere practicar este método hasta obtener el descenso deseado.
Bañar con agua tibia
Otro de los métodos alternativos más empleados en el tratamiento de la Fiebre, sobre todo en los niños pequeños, es sumergir el cuerpo en agua tibia, lo cual produce una reducción inmediata de la temperatura, así como una sensación de satisfacción en la persona, de acuerdo a lo que reflejan algunas fuentes de medicina natural. Así mismo debe ponerse especial atención en la temperatura del agua, la cual debe estar tibia, a fin de no causar mayor malestar en el paciente, así como descompensaciones mayores.
Asegurar la Hidratación
Así mismo, la medicina alternativa hace hincapié en la importancia de procurarle a la persona afectada con fiebre gran cantidad de líquidos que aseguren mantener de forma adecuada sus niveles de hidratación, puesto que la Fiebre por sí solo causa deshidratación, empeorando el cuadro. No obstante, si se le suministra a la persona buena cantidad de agua, jugos, infusiones, entre otros líquidos, se asegura que el cuadro no empeore, y que incluso pueda descender la temperatura.
Enfría estómago
Igualmente, algunas fuentes de medicina popular señalan que si el enfriamiento de cabeza, tobillos y muñecas no actúa de forma rápida para la reducción de la fiebre, se puede optar también por llevar las compresas frías al vientre de la persona, específicamente hacia la zona del ombligo, parte física que resulta bastante sensible también a la temperatura, y que al recibir frío –según las fuentes que así lo recomiendan- tenderá a activar mecanismos que llevarán a que la temperatura descienda.
Infusión de uvas pasas
Por otro lado, algunas fuentes de medicina naturista han reseñado las propiedades que tiene la uva pasa en cuanto a bajar la fiebre. Al respecto, quienes así opinan señalan que debe hervirse en siete tazas de agua una taza de uvas pasas, y dejar hervir hasta que la cantidad de agua se haya reducido al menos a un tercio de su cantidad original. Alcanzado ese estado, deberá retirarse del fuego y dejarse reposar, a fin de beber frío varias veces al día. Sin embargo, debe consultarse en todo momento con el médico la aplicación o ingesta de este tipo de medicamentos alternativos, puesto que sin la información necesaria podría empeorarse el cuadro de la persona, en lugar de mejorarlo.
Helado contra la fiebre
Finalmente, uno de los remedios contra la fiebre que cuenta con mayor popularidad entre los niños es la toma de un helado. En este sentido, los que defienden este ingrediente como elemento eficiente en el tratamiento de la fiebre señalan que el helado cuenta con la propiedad de propinar hidratación al cuerpo, así como suministrarle un ingrediente frío y una cantidad importante de azúcar, lo cual ayuda al cuerpo a superar este síntoma.
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