Vivimos en una sociedad cada vez más violenta, y esa violencia se vive en edades más tempranas en los niños, que usan la violencia y agreden no sólo a profesores sino que también a sus propios compañeros.
¿Qué es el matoneo escolar?
Se denomina matoneo escolar a la violencia que una persona (o personas) ejercen sobre otra (u otra) -en este caso estudiantes- sólo con el fin de sentirse el más poderoso, con el objetivo de humillar al otro, de sobornarlo, de quitarle dinero o implementos, de chantajear con diversos fines.
Esta modalidad de violencia incluye no sólo amenazas, violencia verbal, sino que también incluye violencia física, llegando en muchos casos la víctima del matoneo a la muerte o al suicidio.
Como evitar el matoneo escolar
Siempre hay «matoneo» de unas personas para con otras, siempre hay agresión de una forma u otra. No obstante el fenómeno del matoneo escolar, o estudiantil, es un fenómeno que se da en escuelas y colegios distritales o estatales. Es decir, el problema se concentra principalmente en la educación pública y en estratos bajos.
Esto significa que una de las medidas para prevenir o minimizar el riesgo de que nuestros hijos sufra de matoneo es buscar una institución de educación privada, de preferencia en zonas no marginadas, donde se presenten fenómenos de violencia, drogas, pandillas, prostitución, etc. No hay duda que esta es una de las mejores formas de prevenir.
Pero no se trata sólo de esto. Indudablemente se debe forjar en nuestros hijos una personalidad responsable, que tenga confianza en sí misma. No debemos sobreproteger a nuestros hijos, debemos enseñarles integridad, debemos inculcarles una actitud de respeto en doble vía. Esto significa: «respeto, pero también me hago respetar». Esta formación en nuestros hijos los va a ayudar mucho ¿por qué? Porque el agresor siempre ubica una falencia en la víctima, un «hueco» por el cual pueda comenzar a incomodar. Así que esta es la principal forma de prevenir el matoneo.
La segunda, y que se mencionaba previamente, corresponde al tipo de educación y zonas en las que esté matriculado el alumno. Pero ¿qué sucede si por tal o cual circunstancia nuestro hijo o hija está matriculada en una escuela o colegio donde se presenta violencia, en una zona de conflicto social?
Aquí la cuestión ya es bien diferente y muchas personas no estarán de acuerdo con lo que se propone en este artículo, pero al modo como están las cosas, no hay de otra, que debemos enseñar a nuestros hijos a defenderse. Realmente uno siempre enseña a los hijos a defenderse en diferentes esferas de la vida. Y bien, esta es una de ellas que requiere de mecanismos de hecho. Aclaro, no se trata de agredir, sino de defenderse. Todos estamos en el derecho de defendernos.
Sí, ya sé que esta posición es polémica, pero ¿qué más se hace? ¿Dejar que maten a nuestros hijos? Claro, esta esto luego de haber intentado otras alternativas. Por ejemplo: ponerlo en conocimiento de las directivas educativas, de los profesores. El alumno debe sentir la compañía de sus padres, debe haber diálogo. Tambíen se debe estar pendiente de las redes sociales, de la actividad de nuestros hijos en ellas, no aceptar solicitudes de desconocidos bajo ninguna circunstancia.
El matoneo se da porque se permite un «primer acto de violencia». Así que debemos educar a nuestros hijos para que eso no ocurra, para que no se permita ninguna primera agresión. Y, como se decia antes, el victimario busca una falencia en el niño para poder utilizarla en su provecho. Por ejemplo: no pronunciar bien una letra, ser tímido, tener algún defecto físico. Entonces, la eduación de nuestra parte no es tratar de esconder esa falencia, sino explicarle con claridad al niño que es una situación que se presenta, pero que no es motivo para que nadie vaya a hacer escarnio de ello. Es una cuestión también de cultura, de educación, de autoconocimiento y de auto-respeto.