Probablemente uno de los momentos de mayor duda de una hablante ocurre cuando en un texto escrito se encuentra ante la duda de su una palabra comienza o no por “h”, pues además de su memoria y el conocimiento de las Reglas Ortográficas no cuenta con alguna otra señal fonética en la cual basar su decisión.
En este tipo de casos surge nuevamente el consejo de los especialistas en Lenguaje, los cuales en su mayoría coinciden en señalar que la mejor forma de saber cómo se escribe una palabra es conociendo no sólo su forma sino su significado, para que así no solo sepamos de memoria las reglas, sino que precisemos en nuestra mente cuáles formas están atadas a cuáles conceptos. Es decir que la mejor forma de no cometer errores ortográficos es conocer las palabras que escribiremos. ¿Y cómo se logra esto? Conociendo la Lengua, proceso que sólo se puede ejercitar y enriquecer leyendo y escribiendo dicha Lengua.
Una ejemplo de este tipo de casos lo constituyen las formas “abrir” y “abrir”, las cuales colocan al hablante en el dilema de por cuál de las dos decidirse al momento de producir un texto escrito. En ese sentido, el hablante sólo tiene como opción ser totalmente consciente de cuál de las dos corresponde al contexto que presenta su texto, por lo cual debe conocer el significado de cada una.
A continuación la definición de cada una de estas formas, así como ejemplos de los posibles contextos donde pueden ser usadas:
Abrir
Según el Diccionario de la Real Academia Española de la Lengua, la forma “abrir” está relacionada etimológicamente con la palabra latina aperīre, y en el Español cuenta con treinta y cinco distintas acepciones:
1.- La primera acepción de la palabra “abrir” constituye un verbo transitivo que refiere a la acción de “descubrir” algo que permanece oculto. Por ejemplo: Abrir un recinto.
2.- En segundo lugar, esta forma también conforma un verbo transitivo que hace referencia a la acción de “separar del marco” una o las dos hojas de una puerta o ventana. Por ejemplo: En las mañanas se debe abrir de par en par la ventana, y dejar que nos inunde el sol.
3.- Por su parte en su tercera acepción, nuevamente esta palabra constituye un transitivo cuyo significado señala la acción de “descorrer un cerrojo”, acción contraria a echarle llave a una puerta. Por ejemplo: Al abrir la cerradura sintió un leve crujir, antes de darse cuenta de que se había partido la llave.
4.- Así mismo, la palabra “abrir” en su cuarta acepción constituye un verbo transitivo que refiere a la acción de halar hacia afuera las gavetas o cajones de una mesa o mueble, pero sin sacarlos de sus quicios. Por ejemplo: Apenas abrir la gaveta de la mesita de noche, verás las llaves.
5.- En quinto lugar, la palabra abrir conforma también un verbo, pero cuyo significado connota la acción de “destapar” un empaque o frasco. Por ejemplo: Manténgase refrigerado después de abrir.
6.- En su sexta acepción, la palabra abrir constituye un verbo cuyo significado está relacionado con la acción de descubrir algo, separando aquello que lo ocultaba o mantenía cerrado. Por ejemplo: Abrir un libro siempre es la promesa de un viaje maravilloso.
7.- Igualmente la séptima acepción también conforma un verbo transitivo, sólo que su significado está relacionado con la acción de “separar” del cuerpo central las extremidades de un humano o un animal, o las partes de un objeto. Por ejemplo: Un pájaro no puede volar sin abrir las alas / Debes tener cuidado al abrir la navaja.
8.- La octava acepción refiere a la acción de separar con ayuda de un corta papeles las páginas unidas de un libro para leerlo. Por ejemplo: Pásame el cortapapeles, ha llegado la hora de conocer el contenido de este antiguo libro, que nunca nadie se atrevió a abrir.
9.- Igualmente, la forma “abrir” refiere –en su novena acepción- a la acción de extender algo que estaba doblado o desplegar. Por ejemplo: Debes abrir la mano para recibir el saludo / Al abrir el paraguas, revisaremos el teléfono.
10.- Por otro lado, la décima acepción refiere a la acción de “dividir”. Por ejemplo: El terremoto fue tan fuerte que logró abrir la tierra.
11.- La acepción número once también constituye un verbo relacionado con la acción de “hacer algo”, por ejemplo: Abrir un agujero, que significa hacerlo.
12.- También el verbo abrir cuenta con una acepción que refiere a la acción de romper un papel regalo o la parte de un sobre o envoltura para poder ver su contenido. Por ejemplo: Abrir los regalos de Navidad es el mejor momento en la vida de un niño.
13.- Su acepción número trece en cambio se inscribe en el terreno de las Artes Plásticas, refiriéndose a la acción de esculpir o grabar algo. Por ejemplo: Esta tarde al abrir el molde, aprenderemos cómo manejar la resina.
14.- Así también, la acepción número catorce, hace referencia al hecho de apartar aquello que obstaculiza el paso. Por ejemplo: Debes abrir paso entre la gente, para poder llegar a primera fila.
15.- La acepción número quince señala una acción del campo administrativo, que hace referencia al hecho de comenzar ciertos períodos o procedimientos. Por ejemplo: Es hora de abrir una auditoria en esta Universidad.
16.- También como verbo transitivo, esta forma cuenta con una acepción número dieciséis, en la cual habla de la acción de comenzar o inaugurar un proceso. Por ejemplo: El congreso aprobó el diez de enero como el día en el que se puede abrir la campaña electoral.
17.- Regresando al terreno administrativo, la acepción número diecisiete habla de la acción de “anunciar y publicar” las reglas por las que se regirá un proceso de selección. Por ejemplo: Al abrir el concurso para el cargo de Magistrado, los aspirantes deberán presentar sus tesis doctorales.
18.- Así mismo, la forma abrir cuenta con esta acepción que refiere a la acción ejercida por aquel que marcha a la cabeza de una fila. Por ejemplo: El Nazareno de San Pablo debe abrir la procesión año tras año.
19.- De la misma forma, la acepción número diecinueve cuenta con el significado de “extender” o “distribuir” algo para verificar su posible alcance. Por ejemplo: Debemos abrir la carpa para poder armarla antes de que anochezca.
20.- En referencia a otros ámbitos, la acepción número veinte de la forma “abrir” señala la acción de aperturar o iniciar una cuenta en una entidad bancaria. Por ejemplo: Los más recomendables es abrir una cuenta corriente en el Banco Nacional.
21.- La acepción número veintiuno por su parte pertenece al terreno de la fonética, donde indica la acción de separar los órganos del aparato fonador en el momento de emitir un sonido, a través de la expulsión de un cuerpo de aire. Por ejemplo: Al pronunciar los fonemas vocálicos, la masa de aire que logra abrir la glotis es mayor.
22.- De igual forma, la acepción veintidós muda de ámbito para entrarse en la tauromancia, campo en el cual refiere a la acción de “separar al toro de la barrera”. Por ejemplo: Al abrir la corrida, el torero español dio muestras de gran elegancia y valor.
23.- En su acepción número veintitrés la forma abrir señala la acción ejercida por una flor al momento de separar o extender sus pétalos. Por ejemplo: Al abrir sus pétalos, el jazmín desprende uno de los olores más exquisitos.
24.- También esta forma cuenta con una acepción que hace referencia al momento del día en que éste comienza a clarear. Por ejemplo: En Bogotá comienza a abrir el día cerca de las ocho de la mañana.
25.- Igualmente, en su acepción veinticinco, la forma abrir señala a la acción de apostar que comete un jugador en ciertos juegos de naipes, a fin de que alguien la acepte o mejore. Por ejemplo: Jugadores, es momento de abrir las apuestas.
26.- La Academia registra para esta forma una acepción número veintiséis, en la cual refiere a la acción de desatracar cometida por una embarcación: El Titanic abrió esperanzado en el mar, aunque desde ya no contaba con ninguna esperanza.
27.- Por otro lado, la acepción número veintisiete cuenta con el significado que refiere a la acción de “relajarse”. Por ejemplo: Debes abrir tu mente a otras ideas.
28.- Así también, la acepción número veintiocho cuenta con un significado relacionado a la acción de un grupo al separarse o extenderse. Por ejemplo: Abrir la filas del batallón, le indica al enemigo que se está desplegado en batalla.
29.- En otro ámbito, la forma abril cuenta con una acepción que indica el momento en que un vehículo o su conductor toma una curva, haciéndolo por la parte de afuera de esta. Por ejemplo: Montoya no debería abrir tanto su vehículo en las curvas.
30.- La acepción número treinta hace referencia al hecho de confesarse con alguien. Por ejemplo: Jaime debe abrir su corazón ante ella, y contarle todo.
31.- En el ámbito del habla coloquial, la palabra abrir indica también la acción de irse precipitadamente de un sitio. Por ejemplo: Cuando empezó a ponerse tenso el ambiente, me abrí se esa fiesta.
32.- La acepción número treinta y dos en cambio hace referencia a un término usado en algunas zonas geográficas de América para señalar al caballo que durante una carrera se desvía de la línea recta que seguí. Por ejemplo: Le aposté todo al 24, pero al minuto diez perdí ms ilusiones cuando se abrió, dejando pasar al 12.
33.- La Academia también refiere a que la palabra “abrir” constituye un americanismo que señala la acción de separarse de un negocio o de un socio. Por ejemplo: Me abrí de Luis, me comenzó a parecer que sus negocios no eran del todo limpios.
34.- Casi con la misma intención, la última acepción refiere a una palabra usada en Argentina, México, Nicaragua, Panama, Perú, Uruguay y Venezuela, donde significa “hacerse a un lado”. Por ejemplo: Si tú viste primero el saco, yo me abró para que lo compres.
Habrir
En cuanto a la forma “habrir”, la Academia de la Real Academia Española de la Lengua no reporta en su Diccionario ninguna entrada que refiera a ella, por lo que escribirla entonces constituye un error ortográfico, siendo la única forma existente hasta ahora “abrir”.
Fuente de imagen: elpensante.com