La neutralidad suiza
Desde que Suiza contempló la inminente pérdida contra los ejércitos avanzados franceses, decidieron vivir en la neutralidad. La batalla de Marignano en 1515 significó el fin de los sueños expansivos de Suiza y además intentó buscar otros rumbos para esta nación.
La armada suiza había sido muy reconocida en la Edad Media por los mercenarios que prestaba a los franceses o a los pueblos italianos. Incluso siempre tuvieron la posibilidad de exportar soldados. En una tierra tan fría e inhóspita sólo podían sacar beneficio de la guerra.
Pero con Marignano todo se fue al piso. Los estados helvéticos o Suiza, se consolidaron como estados pacíficos y con el tiempo se enfocaron más en ayudar con préstamos de dinero a los grandes reyes o en expandir sus redes de ayuda.
No por eso Suiza se convirtió en un pueblo pobre y mermado, todo lo contrario, sus habitantes tenían (y tienen) la obligación de recibir entrenamiento militar. Cuando prestan su servicio militar reciben un arma que tienen que conservar, en eso estriba el patriotismo suizo.
La ayuda humanitaria
Con el inicio de la Primera Guerra Mundial, los suizos se dieron cuenta que si querían conservar su neutralidad debían hacer algo. Habían visto como Bélgica a pesar de su neutralidad había sido invadida y destruida por los alemanes. Por ello su método fue reforzar su aparato humanitario.
La política exterior suiza se convirtió en generar hospitales, médicos y enfermeras. Las ciudades en vez de fortalecerse ante bombazos y posibles llegadas de soldados, volvieron los hoteles lugares aptos para recibir heridos.
La pasión por ayudar
Los primeros en llegar en tren fueron 60.000 ingleses a la ciudad de Chateau d’Oex el 30 de mayo de 1916. Al entrar se encontraron que las carreteras suizas estaban llenas de personas que saludaban con mucho cariño a los soldados heridos.
Al llegar a la terminal, los soldados se encontraron con una multitud de personas que les lanzaban rosas y los abrazaban y daban besos. Los ojos de los suizos estaban llenos de lágrimas y generosidad al ver esos soldados que unas semanas antes se debatían entre el lodo y los gases venenosos.
Las personas eran tan generosas, según el embajador de Inglaterra, que los soldados lloraban al percibir este recibimiento tan especial. Las mujeres no dudaban en llevar a los muchachos a sus casas para llenarlos de cuidados.
Los heridos muchas veces eran llevados a los hoteles donde tenían atención de primera y donde convivían en paz y tranquilidad. Algunas veces llegaban soldados alemanes o franceses, pero la pacifica nación los dejaba convivir en paz.
Soldados que venían derruidos de los frentes de guerra, en la conocida “guerra de trincheras” creían haber escalado el cielo, muchachos que venían de contemplar la muerte directamente, eran personas que despertaba la lástima de los corazones suizos.
Todo tiene una tasa de interés
No debemos creer que Suiza recibió a todos por caridad y ya, la guerra es costosa y los gobiernos deben ver cómo se benefician. Aún en medio de la Primera Guerra Mundial sus negocios debían prosperar a costa de algo.
El turismo había caído totalmente con la guerra, así que todos los lugares se prestaron para los soldados que venían de los frentes. Muchos trenes llegaron al país helvético con sus miles de heridos que luego Suiza cobraría a los países en guerra.
Para los hoteles y otros negocios puede que eso no los haya beneficiado mucho, aunque si los salvó de una bancarrota que posiblemente los hubiese destruido. Para los soldados era una oportunidad única, era poder viajar a los montes alpinos a donde muchos irían a esquiar cuando ya estaban mejor de salud.
Suiza permitió además que las familias de los soldados vinieran a visitar a los heridos. Suiza era un país con pocos negocios, un lugar religioso donde casi no llegaban los vicios y eso aburría a los soldados. La llegada de los familiares era algo muy grande para ellos.
Con el tiempo el comercio incrementaría y Suiza se volvería poderoso a nivel mundial por sus actos durante la guerra.
No todo era maravilloso
Al igual que en cualquier otra época Suiza debía mantener su neutralidad. Ellos mandaron a todos los hombres de los 20 a 45 años a enlistarse al ejército y las mujeres comenzaron a trabajar en oficios varios.
La manufactura creció mucho aunque la posibilidad de exportarla era mínima. Se tomaron medidas de hecho en varias ciudades como Viena y Zurich, la prohibición de andar el automóvil muy rápido traía multa, pues la gasolina comenzaba a escasear.
La germanofobia también se presentó en todas las urbes, además que la prensa de ambos polos llegaba a Suiza. Allí podían darse cuenta de las hazañas y el terror que vivían los soldados en Verdun o en Somme.
Las exportaciones de relojes y chocolate permanecieron igual. Sólo que el patriotismo de los ingleses y los franceses no permitían entrar productos con fondos alemanes. Por todo ello vemos lo difícil que fue para los suizos mantener su neutralidad.
Los frutos de la paz
La paz es un tema complicado hoy en día, pero si Suiza es un país muy rico principalmente por sus acciones durante la guerra. La consolidación de la Cruz Roja y el apoyo humanitario es algo que todos los países de Europa le agradecieron mucho.
El historiador Cedric Cotter dice que las acciones de Suiza durante la guerra lo convirtieron en un líder mundial, haciendo que en Ginebra naciera la liga de las naciones, donde luego se quedaría la sede europea de las Naciones Unidas.
Fuentes:
- https://time.com/3695334/switzerland-neutrality-history/
- https://www.bbc.com/mundo/noticias/2016/06/160531_finde_suiza_papel_primera_guerra
Imágenes: 1: wisegeek.com, 2: bbc.com, 3: todocoleccion.online