Los Orígenes de un reconocido grupo secreto
Los Iluminati son, después de los masones, el grupo seguramente más conocido y representado en las teorías modernas de la conspiración. Sin embargo, pocos son los que realmente conocen la historia detrás de la leyenda. En este artículo daremos un breve recorrido por la historia del grupo, su disolución oficial en 1785 y su reaparición a principios del siglo XIX, esta vez, como una sociedad verdaderamente secreta.
El proyecto de Weishaupt
Los Iluminati adoptaron originalmente el nombre de Orden de los Iluminados de Baviera o Iluminati de Baviera, y fueron fundados en esta población alemana el 1 de mayo de 1776. En su documento fundador la orden afirmaba oponerse a la superstición, los prejuicios, la religión (y su influencia sobre la vida), los abusos del estado y la diferenciación entre sexos.
Curiosamente, las raíces de la Orden fueron, antes que la construcción de un nuevo gobierno, la oposición a la Orden masona del Rosacruz, seguidora de la superstición y la alquimia. Adam Weishaupt, un profesor de la Universidad de Ingolstadt (en Baviera) comenzaría a reclutar jóvenes en nombre de la ciencia y la razón para oponerse al crecimiento de dicha orden.
Weishaupt era un profesor más bien poco conocido en la universidad, principalmente porque su pensamiento crítico y su afinidad con la Ilustración lo hacían enemistarse fácilmente con personas más tradicionales. Por lo tanto, en su grupo de alumnos consiguió personas para compartir sus ideas mientras los protegía del ojo Jesuita, casi omnipresente en la región.
Las reformas a los Iluminados
El aristócrata sajón Adolph Von Knigge reorganizaría la organización en 1780, asemejándola más a la masonería y convirtiéndola en un arma de choque para desestabilizar a los masones. Bajo su dirección los Iluminati infiltrarían decenas de logias masónicas casi en su totalidad y acabar con muchas de sus tradiciones (principalmente, aquellas defendidas por la Orden de Rosacruz y heredadas de los Templarios). Pero este éxito de los Iluminati también era un presagio de su declive final.
Debido a sus ideas, los Iluminati habían sido seguidos de cerca por los gobernantes germanos. La organización propendía por la destrucción de las monarquías absolutas y la creación de un nuevo gobierno basado en la razón. En general, los Iluminati entendían la historia de la humanidad como la historia del progreso y no hacían más que impulsar este progreso con la organización de una nueva sociedad de todos y para todos. Al contrario que otras organizaciones más radicales, no creían en las vías revolucionarias.
Por esta razón se consideraban un peligro aún peor que los revolucionarios. Mientras que agitadores y conspiradores podían detenerse, los Iluminati le apuntaban a una conquista gradual, paso a paso, de las estructuras sociales dominadas por el absolutismo. El cambio sería tan gradual que los grandes monarcas no podrían hacer nada para evitarlo, poco a poco, la estructura estatal saldría de sus manos y un día serían despojados de todo poder sin derramar una sola gota de sangre.
La organización en peligro
Mantener estos planes en secreto era sencillo cuando la organización solo contaba con algunas decenas (quizás un centenar) de personas, pero una vez comenzó a aumentar sus números se volvió más y más difícil mantener el secreto. Con el tiempo, una disputa entre Kingge y Weishaupt llevaría a la separación del primero y a poner en serio peligro el secreto de los Iluminati. Pronto, las autoridades de Baviera entraron en acción: el 22 de junio de 1784 el príncipe Karl Theodor prohibió todas las organizaciones que no tuvieran su autorización expresa.
Supuesta influencia en Francia en 1790
La persecución contra los Iluminati se volvería más y más seria hasta la disolución de su orden por decreto real el 2 de marzo de 1785. La organización, aunque moribunda, siguió existiendo hasta finales de la década, cuando habría sido destruida en la represión producto de la Revolución Francesa.
Aquí termina la historia y comienza la leyenda. La principal prueba para una mayor duración de la Orden tiene que ver con la publicación “El velo destapado para los curiosos o los secretos revolucionarios de la ayuda francmasona” del párroco francés Jacques François Lefranc. Allí, el sacerdote afirmaba que los Iluminati habrían movido su centro de operaciones de los reinos alemanes a Francia y, temerosos de una nueva persecución, habrían decidido organizar un periodo de inestabilidad que luego podrían manejar. Evidentemente, el plan resultó todo un éxito y la monarquía francesa fue completamente destruida.
¿Desaparecieron en verdad los Iluminados de Baviera?
Luego de este periodo, varios autores europeos le siguen el rastro a los Iluminati, aunque desaparecen del ojo público hacia 1810. Más adelante volverán a aparecer, esta vez en forma de conspiraciones mucho más serias, ocultas y manejadas por los nuevos gobiernos liberales de los que, supuestamente, son los dueños. Sin embargo, estas nuevas conspiraciones merecen un espacio aparte.
Muchos investigadores afirman que los Iluminati no estuvieron detrás de la Revolución Francesa y que realmente desaparecieron a finales de la década de 1780. Curiosamente, esta teoría se sustenta precisamente en la importancia de los Masones en los cuadros revolucionarios, grupo que como vimos no era muy afín a los Iluminados de Baviera y no les habría permitido apropiarse del gobierno.
En la actualidad, se cree que los Iluminati hacen parte del llamado “Nuevo Orden Mundial” y propenden por la desestabilización de las sociedades actuales. Y tú, con esta información, ¿crees que sobrevivieron? ¿Qué realmente estuvieron tras la Revolución Francesa? ¿Que ya no existen? ¿O que desaparecieron casi del todo, pero luego fueron capaces de reorganizar sus cuadros? Te invito a debatir con los demás lectores en los comentarios.
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