Los peligros ocultos del alcohol
Es uno de esos pequeños placeres de la vida, tan fugaz como memorable: tunear a nuestro amigo borracho con lo que tengamos más a mano e inmortalizarlo con unas cuantas fotografías para gozo y disfrute de amigotes y amigos de nuestros amigos del facebook. Que le vamos a hacer, nuestro arte mana a raudales en proporción al alcohol ingerido por nuestros colegas.
Por supuesto, éste es un post en clave de humor. A los que hayáis sufrido las gracias de vuestros amigotes mientras os rondaba un coma etílico seguro que no os hace mucha gracia, a los que por el contrario os tocó el papel de artistas, seguro que echáis unas risas recordando tan memorable momento. Sea como fuere, nada más lejos de nuestra intención que alentar futuras trastadas de esta índole… pero por si acaso, vaya aquí una muestra de las técnicas más utilizadas.
Comenzamos con algo sencillo, un bigotito hitleriano y una esvastica. Puede parecer algo tontuno y sin mucha gracia, pero si nos cuidamos de retirar los espejos de la casa y dejamos que el hombre haga su vida normal al despertar la cosa ya puede tener su miga.
Pasamos a otras pinturas faciales y corporales un poco más elaboradas.
En este punto, avanzamos a los colages con todo tipo de objetos. Esta técnica ya requiere de conocimientos artísticos más avanzados.
Si la pintura no es lo nuestro, siempre podemos decantarnos por la construcción y el empaquetado, que también puede ofrecernos muchísimas satisfacciones.
Si disponemos de cinta americana, ya se nos abre un mundo nuevo:
Por otro lado, si lo que en verdad nos gusta son los retos, tenemos otras opciones:
Y si lo que de verdad os gusta, es improvisar…
Estas últimas técnicas ya son maestras, se recomienda no aplicarlas sin la supervisión de personal especializado.
(Si… es lo que estáis pensando)
Se podría pensar que hacerles estas cosas a los amigos mientras están inconscientes e indefensos es toda una crueldad, pero al fin y al cabo, sin hacerles nada tampoco es que mejoren mucho…
Ya veis amigos, el alcohol puede destrozar vuestros riñones, pero todavía más vuestra dignidad, de modo que haced como yo y si os pilláis una buena turca, aseguraros de que las puertas del baño tienen buenos cerrojos.
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