Definición e importancia de las Nubes
Dentro de las Ciencias Meteriológicas se conoce como “nube” al fenómeno hidrometeórico, consistente en masas visibles -de color blanco generalmente- conformadas por agrupaciones de pequeñas gotas de agua o diminutos cristales de nieve, que de un peso menor al aire se encuentran suspendidas en él, pudiendo observarse a grandes alturas desde la tierra.
En este sentido los especialistas señalan que las nubes son un elemento esencial en el Ciclo Hídrico, pues ellas se crean debido a la condensación del vapor de agua, almacenando en su constitución grandes cantidades de líquido, los cuales desplazan de un sitio a otro, para luego devolverlo a la tierra y demás fuentes de agua, en forma de gotas de lluvia, cristales de nieve o fragmentos de granizo. Constituyendo entonces un elemento natural sin el cual sería imposible el ciclo del agua y la vida en el planeta.
Percepción colectiva de las nubes
Más allá de estas consideraciones meramente científicas, las nubes siempre han sido estímulo para la imaginación de grandes escritores de cuentos e historias fantásticas, así como motivo de nostalgia para pintores y poetas, los cuales –al igual que otras personas sensibles a este tipo de elementos- no dejan de sentirse fascinados por los colores que brindan estas masas de agua, las cuales debido a la dispersión de la luz solar, las cuales casi siempre les otorga su característico blanco, el cual debido en parte a la contaminación y en parte a los reflejos de la luz en determinadas horas también puede lucir tonos anaranjados, rosados o lilas, además de su característico gris oscuro que anuncian lluvias y tormentas.
Igualmente, como todo en la faz de la Tierra, las nubes no siempre tienen la misma forma, es decir no siempre son simplemente un cúmulo o masa blanca que se superpone una a otra. En ocasiones son más tenues, en otras están dispersas por el cielo como si alguien las hubiese untado en él, y en otras más parece como si fueran pequeñas piedras en el cielo. Situación que unido a su color forma espectáculos celestes que son considerados hermosos por algunos, y fuente de inspiración para otros.
Clases de nubes
No obstante, aunque la gran mayoría sabe y reconoce que las nubes no siempre son iguales, y aunque se inspire con sus cambios, muy pocos saben a precisión cómo se llama cada una de las formas y clases de nubes que a diario cruzan el cielos por sobre la tierra. A continuación el nombre y descripción de cada uno de los cuatro clases de nubes reconocidos hasta ahora por los científicos:
Cúmulos: llamada así precisamente por su forma, pues parece una acumulación de nubes, se distingue sobre todo por su disposición vertical, debido a que se desarrolla sobre el firmamento de la misma manera, así como por sus bordes definidos. Tienden a ser muy blancas, y si se puede comparar con algo terrestre se podría decir que la nube tipo cúmulo es lo más parecido a un pedazo de algodón. Otra de las principales características de esta nube es que puede presentarse en el cielo tanto acompañada por otras nubes de su tipo, como sola (una nube pasajera). Así mismo, los cúmulos de nubes son los más comunes de ver en el cielo, constituyendo incluso base de juegos infantiles consistentes en relacionar sus formas con algo terrestre. Más allá de su color, el común denominador tiende a relacionar la presencia de este tipo de nubes en el firmamento como sinónimo de lluvia e incluso de tornados, donde este tipo de fenómeno suele ser normal.
Cumulonimbos: este tipo de nubes se origina de las nubes llamadas cúmulos. Se caracteriza por ser sumamente densas y al igual que las su predecesora se distingue por su formación vertical. Tiende a ser de color gris muy oscuro, y por lo general debajo de su base se presentan precipitaciones que van de moderadas a fuertes. Así mismo está estrechamente relacionada con tormentas eléctricas, con presencia de rayos y truenos.
Cirros: son nubes que tienden a aparecer a grandes alturas sobre la superficie terrestre, llegando a ubicarse hasta diez kilómetros por encima de esta. Se caracterizan por presentar formas semejantes a una pluma. Por lo general se esparcen sobre un espacio limitado del firmamento. Debido a sus grandes alturas están formadas esencialmente por cristales de hielo. De igual forma su presencia no está asociada a ningún tipo de precipitación.
Estratos: por el contrario, las nubes estratos se caracterizan por ser de baja altura, pudiendo encontrarse a menos de dos kilómetros sobre la superficie del suelo. Tienden a tener colores oscuros o ligeramente blancas. Por lo general se confunden con la neblina debido a su textura. En ocasiones su presencia está asociada a precipitaciones de tipo leve.
Nimbos: son nubes de altura media, encontrándose entre cuatro o cinco kilómetros de altura por sobre la superficie terrestre. Se caracterizan por ser nubes de gran tamaño. Igualmente no presentan una base definida, y también se distinguen por poseer un color oscuro. Su presencia por lo general está relacionada con la aparición de fuertes lluvias con actividad eléctrica.
Fuente de imagen: pixabay.com