Has pasado unos días o meses de relajantes vacaciones, durante las cuales te levantaste tarde, comiste a tu antojo, viste televisión, leíste los libros que tenías atrasados y te reuniste con los amigos que hace rato no veías. Pero como lo bueno no dura para siempre, las vacaciones se acaban y te toca regresar a tu rutina. Así que como antes, te levantas temprano y asistes a a tu primer día de clases o trabajo, y de repente una gran ansiedad y tristeza se apodera de ti. ¿Qué es lo que te pasa?
Conocido como síndrome de depresión postvacacional, se trata del sentimiento de irritabilidad o tristeza que se apodera del individuo por haber dejado un estado que considera ideal para su vida, y verse forzado nuevamente a adaptarse a un horario o rutina, a la que por mucho que estemos habituados, nuestra psique no identifica como natural. Sin embargo, existen algunos pequeños trucos y actitudes que te pueden ayudar a superar este inevitable momento conocido como “primer día” de clases o trabajo. A continuación te nombramos algunos:
- En ocasiones la tristeza nos hace también sentirnos solos, lo cual a su vez aumenta nuestra depresión, así que lo primero que debes tener presente, si de regresar a la escuela, la secundaria o la universidad se refiere, que no estás solo, contigo hay cientos de compañeros que también han tenido que dejar atrás su tiempo de vacaciones para regresar a la rutina y obligaciones que implica un año escolar. Si se trata de tu trabajo, piensa que tampoco estás solo en el mundo, pues de seguro en tu misma empresa hay quienes también estén de regreso, al igual que tú, al empleo.
- De igual forma trata de pensar siempre en positivo. Recuerda que en tu colegio o universidad conoces gente que te agrada o que tienes posibilidades de conocer gente nueva en este curso que recién empieza. Si se trata de tu oficina concéntrate en los colegas que te agradan, así será más fácil ver el entorno laboral como un sitio agradable.
- Sin embargo, si eso no te consuela no está demás que incorpores a tu rutina de siempre actividades que te estimulen como algún hobby. Puedes incluso comenzar a tomar clases extracurriculares de música, fotografía o natación. También puedes hacer un esfuerzo y encontrarte con algunos de tus amigos después de concluida tu jornada, a fin de hacer que tu mente siga sintiendo que la novedad y el placer están presentes en tu vida, más allá de las obligaciones diarias, las cuales son más difíciles de asumir los primeros días.
- Así mismo, puedes aprovechar de inscribirte en algún gimnasio o disciplina deportiva que te guste, pues el ejercicio físico te hace liberar endorfinas, con las cuales es mucho más sencillo combatir los síntomas de depresión y tristeza que te pueden asaltar durante los primeros días de regreso a clases o a la oficina, sin contar con que nunca está demás ejercitarse y procurar la salud de nuestro cuerpo.
- Otro truco para que el regreso a clases o al trabajo no te abrume al principio es ir adoptando la costumbre de levantarte temprano, hacer deberes escolares o ir desprendiéndote de las vacaciones poco a poco por lo menos una semana antes de la fecha de retorno a tu rutina, a fin de que el contraste entre tu descanso y tu obligación no sea tan abrupto.
- De igual forma, trata de plantearte como reto alcanzar mejores calificaciones que el año anterior, o el ascenso que no has podido conseguir. De esta forma tu mente se enfocará en lo que tienes que hacer y no en lo que podrías estar haciendo en tu casa o de paseo. También puedes tratar de establecer grupos de estudio o trabajo que te permitan estar acompañado en el desarrollo de tus nuevas metas.
Estos son sólo algunos de los tips recomendados para que superes ese primer sentimiento postvacacional, que irá pasando por sí solo en los días siguientes. No obstante tú también puedes crear tus propios sistemas y trucos para no caer en depresión. No obstante es necesario no perder de vista que el principal elemento que te hará conservar la alegría es pensar en el aquí y en el ahora, pues –a la luz de las teorías de algunos orientadores- aferrarte al pasado te hará sentir deprimido, mientras que concentrarte solo en el futuro aumentará tu ansiedad, por lo que el mejor momento para vivir y en el cual concentrarse es el ahora.
Así mismo, es importante durante los primeros días ser disciplinado, a fin de acostumbrarse rápidamente a la rutina: acostarse temprano, no comer mucha azúcar, hacer ejercicio, no desvelarse en la computadora o el teléfono, hacer el trabajo a tiempo y no permitir que se acumule, prestar atención a las actividades, hacer una agenda para estar organizados y no sentir que la cantidad de trabajo o aprendizaje nos supera. Eso y una buena aptitud harán que tu regreso a clases o a la oficina sea de lo mejor.
Fuente de imagen: sinergiainsular.com