En el ámbito de la Biología se conoce como inquilinismo la relación que se da entre dos especies distintas, donde el inquilino se alimenta del huésped o vive en él o en su guarida. De acuerdo a los expertos, esta relación zoológica se produce a beneficio de ambos animales, sin que el inquilino le cause ningún tipo de daño al huésped.
Así también los biólogos han identificado tres tipos de inquilinismo, según si la relación establecida entre inquilino y huésped sea de tipo alimenticio o de refugio. En este sentido entonces podemos encontrar un primer tipo de inquilinismo, que se da por refugio, en el cual el miembro de una especie busca guarecerse en la guarida de otro animal o insecto, o incluso usa el cuerpo del otro animal como hogar. En segundo lugar, encontramos un tipo de inquilinismo que algunos expertos han llegado a comparar con la simbiosis, puesto que la relación beneficia mutuamente a los animales involucrados.
Por último encontramos un tercer tipo de inquilinismo, el cual también es llamado comensalismo, pues un animal come gracias a los recursos de su huésped, bien sea porque se alimenta directamente de él (como es el caso de pulgas, piojos, garrapatas) en cuyo caso no se considera del todo inquilinismo, pues puede causarle daño al huésped; o gracias a los productos desechados por el animal que habita (hongos, raíces, algunas bacterias).
A continuación expondremos algunos ejemplos de tipos de inquilinismo que se dan en los distintos niveles de la cadena alimenticia y en los distintos reinos animales:
Inquilinismo en animales marinos
En este ámbito ocurren varios tipos de inquilinismo, bien sea porque las especies pequeñas se adhieran a las más grandes, en búsqueda de alimento, refugio y protección, o porque un animal invada el refugio de otro, para vivir junto a él. Con respecto a las profundidades marinas tenemos entonces dos ejemplos de inquilinismo:
- Cangrejo ermitaño: este crustáceo es el cangrejo con más blando abdomen que existe, por lo que necesita buscar constantemente refugio, usando para esto las conchas y caparazones de otros moluscos, por lo general se vale de conchas vacías, cuyos huéspedes han muerto. Sin embargo, en ocasiones también trata de introducirse en conchas cuyos huéspedes aún habitan, produciéndose enfrentamientos, que por lo general dejan por fuera a este cangrejo.
- Moluscos Cyamidae: este tipo de crustáceo es considerado como un tipo de parásito, el cual sin embargo no producen daños a la salud de las ballenas en las cuales comienza a vivir, a fin de encontrar refugio, protección, alimento (el cual obtiene de los desechos del animal) así como de un medio de transporte efectivo, que les proporciona una velocidad que jamás podrían alcanzar. Por lo general se incrustan en los pliegues del cuello de su huésped, entre los que se encuentran también algunas especies de tiburones. De acuerdo a los biólogos, se han descubierto al menos dieciocho variedades distintas de este tipo de molusco.
Inquilinismo en animales terrestres
Igualmente la relación zoológica de inquilinismo se encuentra presente sobre la superficie de la tierra, donde algunos animales se valen de otros, bien sea para encontrar un nido o refugio en las madrigueras de otros, o bien para habitar el cuerpo de su huésped sin causarle algún daño importante. Dos claros ejemplos de inquilinismo presentes en tierra son los siguientes:
- Pájaro carpintero: Pertenecientes a la familia de los pícidas este pájaro, conocido regularmente como pájaro carpintero, en realidad constituye cerca de treinta distintos géneros que se distribuyen a lo largo del mundo, a excepción de zonas como Madagascar, Australia y las zonas polares. Su forma de vida es un claro ejemplo de inquilinismo, pues este pájaro recibe su nombre debido a su costumbre de taladrar la superficie del árbol con su pico, abriendo en él orificios en los cuales vive. Al mismo tiempo, el pájaro carpintero va comiendo distintos tipos de insectos, que podrían dañar al árbol, ejercicio en el cual también mantiene bajo control el crecimiento de su pico. Así este pájaro vive y se alimenta de los seres que habitan en el árbol, sin proporcionarle daños a su huésped, y por el contrario librándolo de algunos organismos que sí podrían afectarlo.
- Ratones: estos roedores constituyen un tipo de inquilino de los cuales nosotros somos sus huéspedes. Así, los ratones invaden las casas y viviendas humanas, donde viven en pequeñas madrigueras y escondites, a fin de alimentarse de las migas o alimentos que los humanos dejan al descuido, sin atacarlos o causarles grandes daños de forma directa.
Inquilinismo en insectos
En cuanto a los insectos, el tipo de inquilinismo que se presenta casi siempre es del tipo que busca refugio, es decir, que se da mayormente cuando un grupo de insectos invade la colonia de otro grupo, permaneciendo y haciendo vida en ella sin alterar el orden establecido, lo cual según los expertos en insectos es frecuente entre algunas especies de abejas, termitas, dándose mayormente en las colonias de hormigas. Algunos ejemplos de inquilinismo en el mundo de los insectos podrían ser los siguientes:
- Hormiga Reina Inquilina: Este tipo de inquilinismo se da en algunos hormigueros, donde la reina de otro hormiguero llega, a fin de posarse y vivir sobre la espalda de la reina nativa, alimentándose de lo que las hormigas obreras de la colonia le sirven a su reina. Sin embargo, ninguna hormiga ataca a la invasora, ni esta causa daños a la colonia o a su huésped directa.
- Arañas: al igual que con los pájaros carpinteros, estos insectos usan los árboles como huésped, habitando los huecos de su corteza, y usando sus ramas y hojas para realizar sus telas de araña, con las cuales atraen a otros insectos de los que se alimentas. Sin embargo, este tipo de actividad no afecta a los árboles, por lo que se considera una relación de inquilinismo por refugio.
Fuente de imagen: mundo-geo.es