En el ámbito de las Artes Plásticas, se identifica con el nombre de Análisis Pictórico al ejercicio visual, emotivo, cognitivo y estético, por medio del cual un individuo da cuenta de los distintos aspectos formales y subjetivos que pueden apreciarse en una pintura, bien si la ha realizado él mismo u otro pintor.
Partes de un Análisis Pictórico
En este sentido, la Academia ha determinado que un Análisis Pictórico es un ejercicio que básicamente debe sustentarse en tres partes o fases, a fin de poder producir, tanto en quien lo realiza como en quien lo lee a posteriori un entendimiento global de la pieza. De esta manera, las tres partes que debe contener todo Análisis Pictórico son las siguientes:
Lectura objetiva
Es el primer acercamiento que el individuo debe tener con respecto a la pieza, en él tratará de precisar los aspectos formales y técnicos de la obra, como por ejemplo los materiales en los que fue elaborada, el soporte sobre el cual fue realizado, los colores empleados, el manejo de la luz, las formas plasmadas por el autor, el tema de la pintura, el año en el que fue hecha, el autor a quien corresponde, el lugar en donde reposa la obra, de tratarse de una pieza que se encuentre bajo custodia de algún museo o institución, entre otros aspectos.
Lectura subjetiva
Seguidamente, la persona que realiza el Análisis Pictórico puede darse a la tarea de indicar cuál es su parecer estético y particular sobre la obra, es decir, la impresión que esta genera en su mundo emocional particular, por lo que esta parte del estudio dependerá entonces de cada analista, pues se hará desde el punto de vista individual.
Datos adicionales
Finalmente, la Academia indica que se puede abrir un espacio para señalar cualquier otro tipo de dato, en referencia a la obra, que sea considerado de importancia, y que pueden incluir datos anecdóticos sobre la pieza, su autor o al época en la que fue elaborada la pieza, así como cualquier tipo de curiosidades al respecto.
Guía para un análisis pictórico
Igualmente, algunos expertos y fuentes especializadas se han dado a la tarea de elaborar una lista de la serie de pasos que deberían seguirse a la hora de realizar el análisis pictórico de una pieza, y que básicamente estaría conformada por los siguientes pasos:
1.- Acercarse a la obra.
2.- Tomar conciencia sobre lo que se ve en la pieza que se analiza.
3.- Buscar aquellos datos objetivos sobre la pieza: autor, año de realización, dónde reposa o es resguardada.
4.- Detallar los distintos aspectos temáticos: género, tema, dimensión temporal, función de la obra, simbología.
5.- Reparar igualmente en los aspectos técnicos de la obra: soporte, técnica empleada, medio pictórico, factura, el tipo de estudio que comprende, grado de abstracción o de figuración, si responden a intenciones naturalistas o idealistas, tipos de trazos empleados, uso de las perspectiva.
6.- Revisar cuáles son las emociones, sentimientos o pareceres que la obra pictórica despierta, a fin de anotarlos como parte complementaria del estudio o análisis de la obra.
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