Islas Canarias
Ya tenemos una entrada en este portal sobre las Islas Canarias: El Grito de Ferinto. El día de hoy traemos otra historia proveniente de una de las Islas: el árbol maldito de Casandra. La leyenda nos habla de una jovencita que pereció bajo ese árbol que hoy en día se alza majestuoso en el centro de la Isla de la Gran Canaria, en la zona de la Presa de las Niñas.
Todo por amor
Hay varias versiones de la historia, así como con toda buena leyenda. La primera nos cuenta que Casandra estaba muy enamorada de un joven de su localidad con el cual tenía íntimos encuentros cerca de un frondoso árbol. La gente del pueblo sabía de la relación de ambos jóvenes, pero creían que esos no eran buenos tiempos para vivir una relación tan imprudente. El amor de ambos fue descuidado y audaz, y despertó la envidia de muchos.
Las malas lenguas calumniaron la buena honra de Casandra, quien fue tachada de cualquier cosa imaginable y se vio señalada por su propia familia. Enojado, el padre de la joven tomó la drástica decisión de dar muerte al bandido que había deshonrado a su hija.
Casandra se enteró de lo sucedido y llena de rencor contra la gente de su pueblo y su propio padre, invocó al diablo para pedirle su ayuda, pero sus deseos de sangre fueron descubiertos y la chica fue condenada a morir quemada bajo el mismo árbol en donde encontró el amor.
Y se cuenta que hoy en día se pueden escuchar los lamentos de Casandra, que sigue atada al árbol sin poder descansar en paz.
No amor, sino miedo
Hay otra historia que nos narra algo bastante similar a lo anterior, acá Casandra sí logra tener una relación estable con su amado (quien en esta ocasión se llama Iván): ambos tuvieron unos hermosos mellizos, pero la inseguridad invadió a Casandra, quien no se creyó ya lo suficientemente bella para para cautivar a su hombre.
Con un plan macabro en mente, supuso que lo mejor era ofrecer el alma de sus recién nacidos al mismo Satanás y que a cambio éste le ofreciera belleza eterna. Sin embargo, los planes de la cruel madre fueron interrumpido por el padre, quien lleno de cólera se abalanzó sobre la arpía arrebatándole los niños.
Iván amarró a Casandra al árbol y la quemó, el alma de la mujer quedó condenada por el crimen que iba cometer y todavía se oyen las cadenas que arrastra el ente por el lugar.
Fuentes:
Imagen: facebook.com