Se conoce con el nombre de Antigua Roma a la entidad política territorial construida en base a la expansión del Imperio romano, y cuyo centro de poder principal fue durante la mayor parte de su existencia Roma.
De acuerdo a las fuentes históricas en sus máxima época de mayor esplendor, conocido como Pax Roma, este imperio llegó a extenderse desde lo que hoy se conoce como la Gran Bretaña, al norte, hasta el Sahara, al sur del imperio y norte de África; y desde la Península Ibérica, al oeste, hasta el Éufrates, ubicado al este, y que abarcaba países actuales como Portugal, España, Francia, Italia, Bélgica, Alemania, Suiza, República Checa, Eslovaquia, Hungría, España y Grecia, entre otros importantes territorios a lo largo de Europa.
Por su parte, la Historia del Arte designa con el nombre de Arte Romano a las distintas expresiones o manifestaciones artísticas visuales (pintura, arquitectura, escultura) que se desarrollaron a lo largo del Imperio, aun cuando su principal cuna era la ciudad de Roma, centro del poder imperial, y desde donde se expandían a todas las regiones conquistadas poder imperial romano.
Defensa del Arte romano
Se cree que en principio el Arte romano fue fuertemente influido por el arte etrusco, así como esencialmente por la cultura Griega, a través del contacto, entre los siglos IV y III a.C., con las colonias de la Magna Grecia, y que cobró total influencia a partir del siglo II a.C. cuando Roma toma por completo el territorio de Macedonia y Grecia, tomando para sí muchísimos elementos de la estética y la cosmología de este territorio, considerado la cuna de Occidente.
Algunos críticos e incluso el propio público tienen la concepción errónea de que el Arte romano es una mera imitación del Arte griego, quizás basados en el sincretismo religioso que ocurrió entre estas dos civilizaciones. Sin embargo, especialistas en Historia del Arte han alzado en toda época sus voces para señalar los distintos espíritus que animaban a los exponentes artísticos de cada una de estas civilizaciones, dando como consecuencia expresiones artísticas bastante diferenciadas.
En este sentido, sería pertinente recalcar por ejemplo que el Arte griego de desarrolló básicamente de acuerdo al sentido estético, mientras que el Imperio romano sólo tomó los elementos de esta estética, en función de cuan útil o funcional le resultaban para sus funciones urbanísticas, dentro de los territorios conquistados. De esta forma, aunque es innegable la influencia que recibió el Arte romano de parte de las manifestaciones griegas puede hablarse con propiedad de dos artes diferentes entre sí, con sus características y motivaciones particulares.
Características del Arte romano
En cuanto a los rasgos propios del Arte desarrollado por el Imperio romano, los especialistas señalan la gran homogeneidad, con el que creció y se expandió por todos los territorios conquistados, desde los principios de su expansión, en el siglo III a.C hasta su decadencia ocurrida hacia los albores del siglo V d.C. Así mismo, la autonomía es otro de los rasgos que caracterizan al desarrollo de esta Arte, la cual vivió sus propias etapas, cónsonas a su situación política y territorial.
A esta homogeneidad y autonomía puede sumárseles un gran centralismo, puesto que era Roma quien marcaba pauta a nivel estético, técnico y artístico en el resto de las provincias y territorios conquistados, en donde se desarrolló un arte bastante parejo, aun cuando existen detractores de esta posición que señalan que esto sólo pudo practicarse durante la época de mayor control por parte del centro del poder, mientras que en otros momentos no se puede hablar de contemporaneidad entre las manifestaciones artísticas a nivel de tiempo, evolucionando a un ritmo mucho más acelerado aquellas regiones que tenían mayor influencia griega.
Géneros artísticos más significativos
Entre las manifestaciones más resaltantes de lo que se conoce académicamente hablando como Arte romano destacan aquellas disciplinas artísticas visuales, como la pintura, la arquitectura y la escultura. Resulta pertinente entonces hace una breve descripción de los principales rasgos de cada una de ellas:
Pintura romana
Esta manifestación artística romana es quizás una de las que mayor influencia tuvo de la civilización griega, puesto que incluso los artistas eran mandados por los propios romanos a imitar algunas de las pinturas griegas más populares. Sin embargo, los romanos fueron mucho más dados al uso de murales decorativos en sus casas y edificaciones. Así mismo, la pintura desarrollada en Roma podía ser catalogada de mayor colorido que la griega, al tiempo que era identificada también por presentar mucha mayor movilidad, por lo que se habla en Historia del Arte de una romanización de la Escuela griega en cuanto a Pintura se refiere.
Con respecto a las técnicas, los especialistas hablan del desarrollo del fresco, el encausto y el temple, aun cuando también se tienen hallazgos del desarrollo de la técnica del mural, así como de pinturas sobre tabla. Así mismo, se cuentan la técnica de pintura decorativa en utensilios y muros. Por su parte, los especialistas indican que los temas desarrollados corresponden a temas históricos y escenas mitológicas. Igualmente, el Arte romano pictórico se caracterizó por el desarrollo de la técnica del mosaico, el cual llegó a su máxima expresión durante la época bizantina, y que era principalmente empleado para decorar pisos y muros interiores.
Escultura romana
Por su parte la escultura romana tuvo su desarrollo dentro de los límites del Imperio, sobre todo hacia los territorios ubicados al este, durante el período comprendido entre el siglo VI a.C y V d.C. De acuerdo a lo que han indicado los expertos en Historia del Arte, esta expresión artística estuvo ampliamente influenciada por las escultura que se desarrollaba al sur del territorio de la actual Italia, conocido históricamente como las colonias de la Magna Grecia, así también como la escultura que se había desarrollado durante la Grecia helénica. No obstante, así también como en la Pintura, la Escultura desarrollada en el Imperio romano contó también con un proceso de romanización, la cual le permitió conquistar una gran técnica propia, caracterizada por piezas de gran expresividad y carácter narrativo. Así mismo, se desarrolló una escultura de tipo de escultura decorativa, la cual fue destinada a adornar monumentos de uso público.
Sin embargo, la escultura romana, a raíz de la época bizantina se desprendió un poco de la herencia griega, para inclinarse hacia la simplicidad y la abstracción con la que entró en contacto a raíz de la conquista de territorios más orientales. Sin embargo, eso no significó por completo el alejamiento a los temas clásicos y mitológicos que ocuparon la escultura de este Imperio hasta su decadencia y cambio político. No obstante, de acuerdo a lo que expresan los especialistas en Historia del Arte, aun cuando se pueden distinguir estas dos etapas, la evolución de la escultura romana está dada por formas no lineales, es decir que se fue desarrollando de forma desigual y alternativa en todos los territorios del imperio, por más que trató de guardarse la uniformidad, que pretendía plegarse a lo practicado en Roma.
Arquitectura Romana
Finalmente, la Arquitectura romana es sin duda –a la luz de lo indicado por los estudiosos del arte- una de las manifestaciones artísticas de mayor dimensión, alcance y permanencia, permitiendo su amplio estudio. Así mismo, resalta la homologación de técnicas y normas urbanística, que reinó en un Imperio tan extenso, lo cual permitía que pudieran encontrarse edificaciones construidas con los mismos parámetros de una punta del Imperio a otra.
Se cree que la principal influencia de la arquitectura propia del Imperio romano es etrusca, aun cuando también se nutrió grandemente de la Arquitectura griega. Dentro de sus principales legados pueden distinguirse el perfecto uso de la bóveda y el arco. Así mismo, la Arquitectura romana es ejemplo del equilibrio entre arte y funcionalidad, encontrándose desde espacios sumamente sobrios hasta bastante suntuosos. Es clásico de esta época la construcción de palacios, templos, monumentos y acueductos.
Imagen: coliseo romano, ubicado en Roma, Italia. Fuente: pixabay.com