Leyendas de América Central
Cuenta la leyenda que en el principio de los tiempos Dios decidió que el hombre necesitaba compañía. Pese a que la Tierra estaba llena de seres, alguien tenía que recordarle que debía obedecer, pero que también era amado y protegido.
Así, Dios decidió crear una figura terrorífica, pero consoladora, que recordase a los hombres de su poder y su amor. Tomaría la forma de un gran can, de color blanco y ojos rojizos, que pese a su apariencia dedicaría su vida a la protección de las personas que se encontrara en su incesante caminar por el mundo.
El diablo, al enterarse de lo sucedido, sintió envidia e ira y decidió que crearía su propio can maligno, un perro negro como la noche que vagaría por el mundo buscando víctimas para sus macabros designios. Así, cuentan los abuelos, nació el Cadejo Negro.
Cadejo
La leyenda parece provenir de tiempos antiguos en los que la noción de Dios y el Diablo no existían en América y, en su lugar, los dioses del panteón mesoamericano gobernaban estas tierras. De acuerdo con las creencias de los americanos, cada hombre nacía con un guardián protector, un animal que tomaría una forma desconocida y lo vigilaría de cerca para protegerlo de la maldad. Con la llegada de los europeos y de sus gigantescos mastines de guerra los animales de protección terminaron por perecer, asociándose la leyenda con mitos provenientes de España.
Nació, así, el Cadejo. Se trataba de un ser que podía ser benigno o maligno y que presentaba la forma de un perro, vagando en las noches y persiguiendo a quienes se encontraban fuera de sus hogares. De acuerdo con la leyenda, si ambos perros se encuentran se enfrascarán en un feroz combate (uno protegiendo a la persona, el otro, atacándola) que dará tiempo al individuo de escapar; sin embargo, si la persona tiene naturaleza egoísta, intenciones oscuras o está dominada por la envidia es posible que ningún Cadejo blanco se encuentre en las cercanías. En este caso, el ataque se convierte prácticamente en una condena.
De acuerdo con algunas versiones (en particular en territorio mexicano) un hechicero que haga un pacto con el diablo puede convertirse en Cadejo en las noches y aprovechar su fuerza y su sigilo para dañar a un enemigo o robar una casa (llevando el botín en su boca). En este caso, claro, se trata de un Cadejo Negro.
Imagen: taringa.net