La aparición de las muñecas
San Clemente es una población en el Condado de Orange en California (Estados Unidos) en la que hace poco más de un año sucedió un evento bastante particular. El pasado 16 de julio del año 2014 alrededor de una decena de familias encontraron unas muñecas en la puerta de sus casas: las muñecas, de acuerdo con los padres, tenían cierta semejanza con las niñas que vivían en cada uno de los hogares.
Las familias no se dieron cuenta que a todos les había sucedido algo parecido. Parece ser que una de ellas llamó a la policía a informar del caso y fue en las subsiguientes pesquisas que comenzaron a notar que no se trataba de algo aislado. En el barrio (conocido como Talega) al menos 8 familias habían recibido las muñecas… y estas se asemejaban de manera perturbadora a sus pequeñas.
La preocupación de las familias
Un suceso salido de lo normal comienza por generar curiosidad. Luego es que llega la inquietud y, si la cuestión no se resuelve el asunto puede escalar rápidamente al pánico colectivo.
Algo así sucedió en esta población de los Estados Unidos en la que las muñecas comenzaron como una curiosidad y pronto se convirtieron en una causa de temor. Pese a que se trataba de inocentes juguetes, dos siglos de leyendas urbanas y relatos de terror asociados a este tipo de situaciones hicieron que muchos comenzaran a temer una intención sobrenatural en este asunto.
La situación escaló al punto que la policía inició una investigación en toda regla sobre el asunto. Pronto salió a la luz el testimonio de una mujer de edad de la parroquia (cuyo nombre no fue publicado por las autoridades) que aseguró que ella era la culpable del asunto: había encontrado una vieja colección de muñecas y había decidido darla como regalo a cada una de las niñas de la parroquia.
Lo extraño aquí fue su modo de hacerlo: en lugar de entregarlas directamente o a algún mediador decidió llevarlas en las noches y colocarlas en los corredores de entrada a las casas… asegurándose además de que cada muñeca tuviese algo de parecido con la niña a la que iba a entregarla. La señora, de acuerdo con las autoridades, se mostró profundamente consternada de haber causado todo ese revuelo por lo que definió como “un acto de buenas intenciones”.
¿Deberíamos ser suspicaces?
Al menos en San Clemente la situación no pasó a mayores y los padres no mostraron ningún interés en ahondar en el asunto luego de las declaraciones de la policía el 24 de julio de ese mismo año. Sin embargo, algunos se han mostrado escépticos de la versión entregada por las autoridades.
No vamos a mencionar aquí las cosas que supuestamente se pueden hacer con una muñeca encantada: baste con señalar que la conducta de la señora parece muy extraña, ya que a duras penas si conocía a las pequeñas y no tenía una relación cercana con las familias. Algunos consideran que la versión dada por las autoridades ocultaba algo o que la mujer buscaba algo más que solo dar un regalo inocente. Es fácil dudar de la buena fe de las personas en un mundo en el que a diario suceden tantas cosas…
Y ya para terminar: no sé si todos pensaron, igual que yo, en la perturbadora semejanza entre este suceso y el de la película Coraline, en la que la niña halla una muñeca idéntica a ella que es usada por una bruja para espiar su vida desde otra dimensión. No digo que las muñecas tuvieran este propósito, solo que la semejanza resulta inquietante.
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