Hay distintos monumentos alrededor del mundo que poseen un sinfín de significados: unos son muestras de amor, otros representan tributo y honor a los muertos, mientras que otros son la señal de que un evento desolador sucedió ahí, uno en el que la mentira y la traición causaron más de una muerte.
He aquí la historia del Castillo de Malmuerta.
La Bella y la hechicera
En el barrio de Santa Marina de la ciudad de Córdoba (España) se encuentra una Torre que guarda una historia que data del siglo XV. Durante ese siglo vivió un caballero perteneciente al linaje de los Gómez de Figueroa que se enamoró de una joven a la que superaba en edad. La doncella era muy hermosa, su nombre era Clara de Herrera.
La chica era muy dulce y caritativa y como podrán suponer era bastante hermosa: eso fue lo que más cautivo al caballero. El hombre no perdió un segundo en pedirle matrimonio: Clara aceptó y contrajeron nupcias en una opulenta boda, pero la gente del pueblo vio con malos ojos esta unión, pues acusaban a Clara de ser una interesada y que el verdadero motivo por el que aceptó, fue para más adelante adueñarse de toda la fortuna de su esposo.
Clara demostró que todas esas habladurías era eso: palabras vanas sin sentido. La recién casada usó su posición para ayudar a los más necesitados y en el proceso se ganó un espacio en el corazón de la población. Y como mencionamos antes, aparte de ser noble, Clara era bella y atraía la atención de más de un hombre, pues todos veían en ella a la esposa ideal: bella y rica. A fin de cuentas, sabían que a la muerte de su marido ella heredaría una gran fortuna.
Para su esposo, tales actos de coquetería no pasaban desapercibidos y a pesar que Clara daba lo mejor de sí para calmar los celos de su marido, era un acto imposible. Así fue como la joven dama se empezó aislar poco a poco para evitar la cólera de su esposo: dejó de asistir a actos sociales y a las reuniones de las fundaciones a las que ayudaba y dijo que si la necesitaban debían ir a la casona, donde ella vivía con su marido.
No obstante, los celos del esposo lo cegaron a tal punto que decidió acudir donde una hechicera, quien lo hizo beber una poción que lo indujo a un trance, donde pudo ver como su esposa yacía con otro hombre.
Justicia para la malmuerta
Lleno de rencor corrió hacia su casa y sin decirle nada a su esposa la apuñaló hasta la muerte. El noble fue apresado pero debido a su linaje, sólo el rey lo podía juzgar. Durante los varios juicios a los que se vio sometido, salieron muchos testigos hablando a favor de doña Clara: la mujer era buena y obediente, nunca dio muestras de engañar al esposo. El rey solo pudo concluir que la víctima fue “malmuerta” y que el castigo del hombre sería construir una torre y que ahí purgaría su pena hasta su muerte.
Fuentes:
- https://mitosleyendascriaturas.blogspot.com/2015/09/la-leyenda-de-la-torre-malmuerta.html
Imágenes: wikipedia.org
Hay distintos monumentos alrededor del mundo que poseen un sinfín de significados: unos son muestras de amor, otros representan tributo y honor a los muertos, mientras que otros son la señal de que un evento desolador sucedió ahí, uno en el que la mentira y la traición causaron más de una muerte.
He aquí la historia del Castillo de Malmuerta.
La Bella y la hechicera
En el barrio de Santa Marina de la ciudad de Córdoba (España) se encuentra una Torre que guarda una historia que data del siglo XV. Durante ese siglo vivió un caballero perteneciente al linaje de los Gómez de Figueroa que se enamoró de una joven a la que superaba en edad. La doncella era muy hermosa, su nombre era Clara de Herrera.
La chica era muy dulce y caritativa y como podrán suponer era bastante hermosa: eso fue lo que más cautivo al caballero. El hombre no perdió un segundo en pedirle matrimonio: Clara aceptó y contrajeron nupcias en una opulenta boda, pero la gente del pueblo vio con malos ojos esta unión, pues acusaban a Clara de ser una interesada y que el verdadero motivo por el que aceptó, fue para más adelante adueñarse de toda la fortuna de su esposo.
Clara demostró que todas esas habladurías era eso: palabras vanas sin sentido. La recién casada usó su posición para ayudar a los más necesitados y en el proceso se ganó un espacio en el corazón de la población. Y como mencionamos antes, aparte de ser noble, Clara era bella y atraía la atención de más de un hombre, pues todos veían en ella a la esposa ideal: bella y rica. A fin de cuentas, sabían que a la muerte de su marido ella heredaría una gran fortuna.
Para su esposo, tales actos de coquetería no pasaban desapercibidos y a pesar que Clara daba lo mejor de sí para calmar los celos de su marido, era un acto imposible. Así fue como la joven dama se empezó aislar poco a poco para evitar la cólera de su esposo: dejó de asistir a actos sociales y a las reuniones de las fundaciones a las que ayudaba y dijo que si la necesitaban debían ir a la casona, donde ella vivía con su marido.
No obstante, los celos del esposo lo cegaron a tal punto que decidió acudir donde una hechicera, quien lo hizo beber una poción que lo indujo a un trance, donde pudo ver como su esposa yacía con otro hombre.
Justicia para la malmuerta
Lleno de rencor corrió hacia su casa y sin decirle nada a su esposa la apuñaló hasta la muerte. El noble fue apresado pero debido a su linaje, sólo el rey lo podía juzgar. Durante los varios juicios a los que se vio sometido, salieron muchos testigos hablando a favor de doña Clara: la mujer era buena y obediente, nunca dio muestras de engañar al esposo. El rey solo pudo concluir que la víctima fue “malmuerta” y que el castigo del hombre sería construir una torre y que ahí purgaría su pena hasta su muerte.
Fuentes:
- https://mitosleyendascriaturas.blogspot.com/2015/09/la-leyenda-de-la-torre-malmuerta.html
Imágenes: wikipedia.org