Cuenta la tradición que un hombre procedente de Rincón Hond, pidió ser encerrado en una habitación, dijo que al ser aislado podría elaborar una imagen épica. Durante varios día nadie vio lo que el escultor estaba elaborando, solo se acercaban para llevarle pan y agua. La gente especulaba de lo que pudiera estar ocurriendo en esa habitación, pero nadie se atrevía a interrumpir al artesano, pues se presentía que algo maravilloso podía estar sucediendo.

Sin embargo, lo días fueron pasando y la inquietud los comenzó acongojar, y al no saber nada del hombre la gente del pueblo se preocupó y fueron a ver que hacía el señor y si se encontraba bien. Cuando abrieron la habitación, se llevaron una gran sorpresa: el artista había desaparecido y la comida que le habían llevado se encontraba intacta. Pero lo más impactante fue que en medio de la sala, había una imponente obra a la que llamaron El Santo Ecce Homo.

Figura milagrosa

El Santo fue alabado por la gente del lugar: los milagros no se hicieron esperar, pues de la figuraba emanaba algo semejante al sudor, que fue usado para curar un gran número de enfermedades.

Cada lunes santo, la gente se reúne alrededor de la figura: lo aclaman con pañuelos blancos, le piden milagros, le agradecen. Los fieles al Santo cuentan cada uno de los milagros que hace, la espiritualidad se siente en el aire, a las personas no les importa que su origen sea desconocido, pues saben que El Ecce Homo, está ahí para consolarlos con su presencia, para coronar desde lo alto

Fuentes:

1. https://panoramacultural.com.co/index.php?option=com_content&view=article&id=94:la-sirena-del-rio-guatapuri-y-su-leyenda&catid=7:turismo

Imagen: youtube.com