Los Ejércitos
Para nadie es un secreto que en la actualidad el dominio del mundo pasa por el control de grandes territorios. Aunque se podría decir que la sociedad ha cambiado mucho en este aspecto – hoy se lucha en entornos digitales que ni siquiera existen en el plano físico y el control de los recursos se ha vuelto más importante que el manejo mismo de los ejércitos – todavía suele intimidar más, y por lo tanto tener más margen de acción, aquel que tenga el garrote más grande.
Las principales potencias mundiales, que podríamos resumir en la OTAN con cabeza en Estados Unidos, Rusia y China, y algunas potencias regionales como Irán, India o Brasil, suelen tener conflictos sobre su potencia militar. Resulta curioso como todo se maneja como un sistema de equilibrio: aunque no piense usarlo, es altamente probable que Rusia desarrolle un nuevo avión caza si los Estados Unidos hacen tal cosa. Se trata únicamente de poder contraatacar en caso de un ataque.
En este contexto los soldados son tan importantes como las máquinas, pero suelen dejarse de lado en los discursos. Todos conocen a los célebres Marines norteamericanos, famosos por su duro entrenamiento, su gran tamaño y su habilidad en combate. Sin embargo, pocos conocen a los llamados “Comandos Especiales Chinos”, que como los Marines tienen un entrenamiento al que vale la pena prestar atención.
Un nuevo ejército para una nueva Guerra
Con el auge de las armas de destrucción masiva y sus contrapartes de destrucción selectiva, capaces de impactar un blanco desde una gran distancia sin necesidad de muchos hombres, el gobierno chino comenzó a replantear su estrategia para hacer la guerra. En tiempos pasados había bastado la ingente población de aquel país para darle una ventaja decisiva: en el conflicto de Corea la autonomía del norte se erigió sobre los cadáveres de millones de soldados que presionaron constantemente a los aliados estadounidenses del sur. Algo semejante haría el Vietcong durante la Guerra de Vietnam.
En un mundo en el que miles pueden morir ante un dispositivo bien localizado, esta estrategia comenzaba a peligrar. Por esta razón desde mediados de los 80’s el gobierno chino comenzó a organizar la creación de unos cuerpos especiales altamente entrenados y especializados en el combate a corta distancia, en la construcción de puntos de acceso y la destrucción de infraestructura enemiga. Están pensados para conflictos cortos y localizados en los que la calidad, más que la cantidad, sea la que imponga el ritmo del combate.
Los entrenamientos
Entramos aquí, entonces, a lo que nos atañe: los entrenamientos de estos hombres y mujeres que en muchas ocasiones transgreden los límites de la legalidad china. Dependiendo del grupo al que pertenezcan, los entrenamientos pueden variar, pero por lo general incluye lo que ellos llaman un “entrenamiento básico” y uno profesional.
El entrenamiento básico
Esta sección del entrenamiento de los Comandos Especiales se centra en la capacidad de sobrevivir. En él deben demostrar que pueden vivir en la intemperie a temperaturas que en ocasiones alcanzan los 40 °C bajo 0, se les entrena para mantenerse en buen estado en medio de la naturaleza (en caso de que tengan que infiltrarse en terrenos enemigos o que su línea de suministros se vea afectada) y también, ante todo, a desarrollar habilidades de combate cuerpo a cuerpo que les permitan salir incólumes de cualquier escenario.
Entre los requerimientos está ser capaz de golpear un saco relleno de polvo de metal 300 veces al día con manos, puños, codos, rodillas y pies. Como en las clásicas películas de karate, los soldados también deben romper ladrillos, tablas y botellas con su cabeza para pertenecer a estos cuerpos. Se entrena también escalando muros (deben llegar como mínimo a una altura de 5 pisos) y golpeando árboles.
Algunos grupos tienen entrenamientos más específicos, como el Comando “Tigre Siberiano” del Ejército Chino que debe sobrevivir por periodos de 4 meses sin alimentos ni agua, enteramente de la naturaleza. Este comando, cómo no, se especializa en el combate a campo abierto y lo que podríamos llamar “tácticas de Guerrilla”.
Por su parte, el Comando “Flecha”, encargado de la defensa de Beijing en caso de conflicto, requiere para hacer parte de sus batallones que el soldado sea capaz de correr 5 kilómetros en menos de 25 minutos… con una carga de 30 kilos o más, debe también hacer 100 flexiones de codo en un minuto y superar una dura prueba de obstáculos, que involucra lanzar un centenar de granadas, en menos de 1 minuto con 45 segundos.
El entrenamiento profesional
Orientado ya específicamente al combate, este entrenamiento, como los de todos los cuerpos especiales en el mundo, pasa por el manejo de armas de todo tipo que incluyen los tradiciones misiles y fusiles, pero también láseres y aeronaves no tripuladas que seguramente tomarán importancia en los conflictos del Siglo XXI.
También aprenden cosas como sabotaje, manejo de explosivos… y lenguas extranjeras. No va y sea que en una misión en otras tierras sean incapaces de comunicarse con los habitantes de la región.
No se sabe mucho de estos grupos, pero sí que corresponden a poco más del 1% del ejército (o 30.000 soldados). Son los “niños mimados” del gobierno comunista, pues tienen a su disposición ingentes recursos: ellos solos, por ejemplo, poseen más helicópteros que el resto del ejército.
Gran parte de su funcionamiento y sus misiones está oculto en los anales secretos del gobierno, por lo que sabemos realmente poco sobre estos hombres y mujeres entrenados como el cuerpo de élite del gigante asiático. Queda por ver, en la eventualidad de un conflicto, qué tan eficiente resultó ser su entrenamiento.
Aquí un video del entrenamiento
Fuente de imágenes: actualidad.rt.com