Indudablemente, el futbol es uno de los deportes más famosos del mundo, especialmente en Latinoamérica y Europa. Miles de miles de espectadores y aficionados se entregan a la pasión futbolera, incluso hay quienes hasta se matan mutuamente, por el fanatismo hacia sus equipos.
En las noticias nacionales, la temática del futbol abarca gran parte del contenido total. Los patrocinadores, directivas y dueños de los diferentes clubes, por lo general se trata de los industriales más poderosos de las naciones, especialmente cervecerías, empresas de telefonía celular o industrias masivas de refrescos gaseosos, cigarrillos, bebidas energizantes, etc.
Curiosamente, las noticias también son patrocinadas por las mismas empresas monopólicas y por si fuera poco, hasta los campeonatos, torneos y demás, llevan su nombre. Por ejemplo, la ‘Copa Mustang’, ‘la Liga Postobón’, etc.
Los expertos consideran que es no hay duda del hecho de que los partidos de futbol son utilizados como cortinas de humo, por parte de los poderes detrás de los Gobiernos y los medios masivos de comunicación. Las clases populares son las más aficionadas al futbol, puesto que son los que más consumen los productos mediáticos, especialmente nacionales.
Pareciera que cada vez que hay un partido de gran relevancia, al mismo tiempo se pretendiera tapar una grave realidad económica, social o política del mundo o de determinado país.
En Colombia, las barras bravas del futbol han cometido muchísimos asesinatos y han cometido actos de violencia inimaginables, totalmente poseídos por el fanatismo desmedido y bajo el efecto de las sustancias que patrocinan sus equipos, como la cerveza, el aguardiente, o el ron.
Y es que no por nada, hasta el mismísimo Borges se pronunció radicalmente contra el futbol. “El futbol es popular, porque la estupidez es popular”, afirmaba. También, dentro de sus frases y opiniones, Borges dice: “la idea de que uno gane y el otro pierda, me parece esencialmente desagradable. Hay una idea de supremacía, de poder, que me parece horrible”.