Orígenes de la pintura
Conocido como The Anguished Man (“El Hombre Angustiado” en inglés), la historia de esta pintura comienza cuando Sean Robinson (un reconocido director de cine norteamericano) heredó una vieja casa que había pertenecido a su abuela. De niño había pasado algún tiempo allí y siempre le había gustado una vieja pintura que permanecía escondida en el ático.
De acuerdo con Robinson, su abuela le había contado que la pintura había sido un regalo no deseado de un viejo amigo. Tras preguntarle en repetidas ocasiones por qué la mantenía oculta, ella accedió a contarle la historia que había llegado a sus oídos cuando la recibió por primera vez.
La pintura resultó ser la última obra de un artista que había enloquecido. Para realizarla habría mezclado su propia sangre con las tintas (la pintura es principalmente roja) y la habría usado como óleo, así mismo, se habría suicidado al poco tiempo de terminarla. Esta macabra historia fascinaba al pequeño Robinson, que solía hacer periódicas visitas al sótano para ver la pintura, con la esperanza de encontrarse al espectro que, según su abuela, la acompañaba perpetuamente.
Su abuela no parecía tan convencida. A pesar de las peticiones de su nieto, jamás accedió a permitirle subir la pintura a la sala y exhibirla como hacían con otras obras de arte. Sin embargo, tras su muerte Robinson tomó la pintura para su propio hogar (donde vivía con su esposa), pues la consideraba una pieza invaluable de exhibición. Pero tras ponerla allí, cosas extrañas comenzaron a suceder:
Cosas extrañas comenzaron a suceder
Todo comenzó como una inquietud, una intriga que la pareja descartó como parte de un proceso de sugestión. Las cosas comenzaron a empeorar cuando empezaron a ver una silueta negra en horas de la noche, que aparecía y desaparecía momentáneamente de varios lugares en la casa. Las apariciones no hicieron sino aumentar y poco tiempo después escucharon llantos y sonidos extraños provenientes del sótano.
Sean Robinson es un aficionado a los temas sobrenaturales, así que decidió sacar la pintura de su casa y visitar con ella (o dejarla en) algunos escenarios famosos por sus eventos paranormales. De acuerdo con el relato de Mysteria Paranormal (un famoso grupo de investigación de estos asuntos) se realizó incluso una visita al Castillo de Chillingham en el Reino Unido el 18 de mayo de 2013 en el que el equipo presenció uno de los eventos más inexplicables de los que ha sido testigo:
En la visita, mientras los huéspedes estaban reunidos el aire se volvió helado de repente y apareció una figura negra en la mitad de la sala. Trozos de madera de los muebles comenzaron a golpear el suelo y, de pronto, un armario se volcó sin que nadie lo tocara. De acuerdo con los investigadores, la razón de este desorden habría sido la molestia del fantasma del castillo por la visita de un huésped indeseado.
Actualmente la pintura sigue en manos de Robinson, quien la mantiene guardada donde no afecte su vida matrimonial. El director mantiene algunos artículos en los que habla sobre los eventos que suceden con la imagen e invita a investigadores a conocerla. Para muchos, esto indica que todo es una mentira organizada por Robinson para lucrarse de una pintura sin valor, pero para otros indica más bien el coraje del hombre al lidiar con una pintura embrujada. Y tú, ¿Qué crees?
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