En esa fecha su equipo se enfrentaba al Wolfsburgo por la Bundesliga alemana cuando el técnico Pep Guardiola decidió sacarlo de la suplencia para que ayudara en el partido que el Bayern Múnich perdía hasta ese momento por marcador 1 – 0.

Y sí que supo hacerlo y, cuando nadie lo imaginaba, logró anotar una secuencia consecutiva de cinco goles en tan sólo 9 minutos así: al 51, al 52, al 55, al 57 y al 60. Los asistentes estaban enloquecidos con tal hazaña, y es que no es para menos pues no todos los días alguien puede ver cómo un futbolista bate cinco récords en tan sólo unos cuantos minutos.

Lewandowski rompió el récord de los tres goles más rápidos en la Bundesliga, en tan sólo cuatro minutos. También batió el récord de los cuatro y de los cinco goles más rápidos, respectivamente. Pero ahí no terminó su hazaña pues con su actuación también se convirtió en el jugador suplente en anotar más de tres goles en un mismo partido. Así mismo, el polaco batió el récord de los cinco goles más rápidos en la historia de las grandes ligas de fútbol europeas, en síntesis, no hay registro estadístico de tal hazaña.

Aunque en el pasado el jugador Dierte Muller, en 1977 ya había anotado 6 goles en un mismo partido cuando en Colonia venció 7 a 2 al Bremen, nunca se habían marcado cinco goles en un lapso tan corto. El mismo Pep Guardiola, al terminar el partido manifestó que nunca había visto algo así, ni como jugador ni como entrenador.

Sin embargo, no todos quedaron conformes esa noche y su compañero y capitán de equipo, Philipp Lahm, manifestó que Lewandowski realmente podría haber anotado hasta dos goles más de no haber sido por haberlos errado. Sea como fuere, lo cierto es que a Lewandowski le fueron suficientes sólo nueve minutos para entras en la historia de los grandes récords del fútbol.

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