El cabello, una parte importante de nuestro cuerpo. En la actualidad es visto como un adorno que es necesario llevar peinado de acuerdo con los preceptos de las modas y en muchos casos, de manera conveniente según sean las circunstancias. En síntesis, ahora es todo un asunto estético. Sin embargo, no hasta hace mucho tiempo en la historia, la visión era muy distinta y con tintes energéticos y mágicos en la mayoría de culturas ancestrales. Una de las historias más conocidas es la de Sansón y Dalila, quien al cortarle la larga cabellera, perdió todo su poder. En esta oportunidad veremos: “el misterio mágico del cabello largo”:
Conexión espiritual
Tal como los hebreos pensaban sobre el pelo, así mismo muchas culturas indígenas de todo el continente americano, o los antiguos druidas de la Europa medieval; también los shivaístas e hinduistas, entre muchos otros pueblos, creían que se debía llevar largo y se debería cuidar de ciertos modos. Lo percibían como si fueran antenas o una extensión de nervios que emiten y reciben energía, volviendo más sensitivos y perceptivos tanto hombres como mujeres.
Buena parte de las culturas milenarias coinciden en que el pelo es una conexión con el planeta y una parte fundamental en la espiritualidad humana, símbolo de la castidad y de la pureza, como por ejemplo lo era para los hebreos de tiempos de Sansón. Igualmente piensan de la barba de los hombres. Basta con ver a los magos legendarios y todos usan cabelleras largas y barbas muy pobladas. Los incas decían que en lugares donde los humanos llevan el cabello corto, reina la tiranía, la barbarie y la desconexión espiritual. Tal parece, que dicha perspectiva ha coincido con las naciones donde imperan dictaduras, tanto antiguas como actuales. Un ejemplo es Corea del Norte, donde se obliga a llevar un corte militar predefinido, cada uno de los ciudadanos.
Pruebas militares
Con la Guerra de Vietnam, surgieron varios experimentos sobre el pelo los hombres. Se llegó a descubrir que por culpa del peluqueado militar, los soldados no contaban con la capacidad de rastreo necesaria, ni tampoco las habilidades suficientes para satisfacer la meta de obtener súper guerreros con enormes potencialidades de supervivencia, en el ojo del gobierno norteamericano. Muchos veteranos de la guerra han expresado que se dieron cuenta de que al estar prácticamente rapados, no podían sentir a los enemigos y se les opacaba por completo la intuición o sexto sentido, además de otras muchas desventajas.
En vista de las observaciones, el ejército estadounidense se propuso realizar unas pruebas con algunos soldados rastreadores a quienes se les ordenó dejarse crecer el cabello y la barba. Continuamente efectuaban análisis comparativos con los soldados con el corte convencional, notando evidentemente la diferencia significativa de capacidades. En todos los tests, los hombres de pelo largo obtenían los mas destacados resultados.
En uno de los experimentos, se llevó a un soldado con el corte militar tradicional, a la espesura de un bosque. Se le ubicó en un campamento determinado y se le observaba sin que se percatara. Cuando estaba dormido, probaron enviando algunos hombres como si fuesen una tropa enemiga al campamento, pero el soldado no se percató ni los sintió, aun cuando daban pisadas fuertes. Se procedió así con los soldados de pelo largo y en un segundo, fueron consciente de toda la situación de peligro y demostraron admirables dotes de destreza y desenvolvimiento en ese tipo de situaciones.
Explicaciones científicas
La Ciencia oficial, aparte de los experimentos militares, ha escudriñado mucho sobre los misterios del cabello, verificando que está muy ligado al sistema nervioso central, que almacena grandes cantidades de electromagnetismo y que pudiera considerárseles como unas antenas que captan información y la conducen al cerebro, específicamente a la región del neocórtex y el sistema límbico.
Con las famosas cámaras Kirlian, ha sido posible fotografiar la energía electromagnética que se expande gracias al cabello y las diferencias energéticas entre una persona con pelo largo y bello facial, que una persona rasurada en cabeza y rostro. El doctor Fabián Ivrovo, especialista capilar y un estudioso del energetismo, asevera que en el momento en que a una persona se le corta el pelo, pierde la conexión con el medio ambiente de una manera impresionante y que esto llega a afectar la sexualidad y las relaciones de toda índole, pues insensibiliza.
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