Quizás, antes de abordar el tema del origen del hombre, resulte pertinente revisar la definición propia con la cual se define al protagonista de la civilización humana, teniendo en claro también que cuando se dice “hombre” se hace referencia al género humano como tal, es decir, tanto hombres como mujeres.
Definición de hombre
En este sentido, a la hora de entrar a revisar la definición de este individuo se debe hacer referencia entonces a dos visiones elementales sobre él: la definición biológica y la filosófica, pues básicamente el hombre estaría demarcado por estas dos instancias del saber, tal como se describe a continuación:
Noción biológica
Para la Biología, el hombre es un individuo más de la cadena alimenticia, por lo que es clasificado dentro de los distintos reinos que la taxonomía ha establecido para ordenar y clasificar a los seres vivos que habitan el planeta. En consecuencia, el hombre ha sido definido como una especie, perteneciente al orden de los primates, y parte de la familia de los homínidos, de la cual es la única especie que perdura en la actualidad, pues las otras sucumbieron hace miles y millones de años, víctimas de las consecuencias ambientales y climáticas, aun cuando existen teorías que afirman que el humano actual, cuyo nombre científico es Homo sapiens sapiens en realidad fue un enemigo biológico feroz, que terminó imponiéndose y desplazando a las otras clases de homínidos hasta que estos desaparecieron, al tiempo que consiguió adaptarse a perfección a las condiciones y retos que imponía el planeta.
Así mismo, en términos biológicos, cuenta con una capacidad craneal de 1.350 cc, siendo la más alta de las especies de homínidos. Es considerado un individuo social, con gran capacidad intelectual, capaz de aprender por sí solo, y a través de la observación, la experimentación y la creatividad, nuevas cosas, las cuales usa en su carrera por mejorar sus condiciones de vida. Igualmente, ha sido capaz de crear tecnología, y enseñar a las nuevas generaciones los conocimientos que ha obtenido, generando además una organización social de gran complejidad.
Noción filosófica
Por otra parte, la Filosofía es una disciplina que tiene por ejercicio la autorreflexión, práctica que ha llevado a sus seguidores, y por ende a cada una de las generaciones de humanos, a verse a sí mismos y preguntarse quiénes son. En este sentido, la Filosofía ha concluido por tomar una actitud prescriptiva, en donde –a pesar de que cada corriente de pensamiento ha tenido su propia concepción- básicamente el hombre es visto como el individuo capaz de tener conciencia de sí mismo, al tiempo que a través del ejercicio de su memoria puede contener en su mente su pasado, el cual usa como experiencia directa para comprender su presente, e incluso poder planear su futuro. Por ende, el hombre sería un individuo con conciencia de sí y del tiempo. Igualmente, la Filosofía repara en las cualidades intelectuales del hombre, que además de tener la capacidad de pensarse a sí mismo, y sentir el trascurrir del tiempo, ha logrado generar corrientes de pensamiento, y complejos sistemas de creencias religiosas y políticas, las cuales son también símbolo de la gran capacidad de este individuo con razón y conciencia.
Origen del hombre
Así también, la Ciencia se ha dado a la tarea de estudiar cómo fue que el hombre llegó a existir sobre la faz de la tierra, siendo en la actualidad la teoría más aceptada la de la Evolución, la cual viene a plantear cómo el humano actual es producto de una sucesión de ancestros, los cuales durante millones de años fueron adaptándose y mutando cada cierta generación hasta dar como resultado el individuo que se conoce como hombre actual.
Al respecto, la Biología cree que el Homo sapiens sapiens –descendiente de una cadena de homínidos (Ver más en Línea del tiempo de la evolución humana)- apareció sobre el planeta tierra aproximadamente hace 130 mil años, fecha que indica que esta especie pudo hacer convivido con otra clase de homínidos, como los homo sapiens, a quienes finalmente sobrevivieron. Así mismo, la Ciencia estima que el lugar del planeta en donde apareció por primera vez esta especie fue África, continente desde donde comenzó a desplazarse, a medida de que se reproducía, a los otros continentes como Europa y Asia, y finalmente América. En resumen, el primer hombre –tal como lo conocemos hoy- habría aparecido en África hace 130 mil años.
No obstante, si quiere ir un poco más allá, siguiéndole el rastro al primer tipo de homínido, el cual llevaría el título de primer ancestro del hombre, la Ciencia entonces apuntaría hacia el Australophitecus, nombre con el que en realidad se bautizaron las seis especies de homínidos que se dieron a la tarea de poblar el continente africano hace cuatro millones de años. Se le considera el primer ancestro del hombre, por su capacidad de caminar en forma bípida, creyéndose que hace dos millones de años, antes de extinguirse por completo, una rama de estos Australophitecus evolucionó, dando paso al género homo. En consecuencia, el hombre habría evolucionado desde los primates homínidos que habitaron el continente africano hace dos millones de años.
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