El Pensante

El Origen del Ocaso

Imagen 1. El Origen del Ocaso

Leyendas de Rusia: Grischa y Natalyja

El día de hoy contaremos una leyenda rusa que explica el origen de sus espectaculares atardeceres y nos explica que los bellos colores que se pueden ver en el ocaso son consecuencia de un corazón roto.

Verán: esta leyenda cuenta que había un joven llamado Grischa quien viajaba con sus padres por varias partes de la nación. Esta actividad le había permitido conocer los lugares más hermosos y divisar los paisajes más singulares. Y fue precisamente en uno de esos tantos viajes que conoció a Natalyja, una bella chica de cabellos tan blanco como las nieves y ojos de un azul profundo.

Como en muchas leyendas, acá la historia se divide en dos versiones: en la primera nos dicen que la chica correspondió los sentimientos del joven, que ambos pasaban largas horas conversando sobre un futuro juntos, de tener hijos y en sus charlas solían saborear algún bocadillo y dejarse invadir de las fantasías.

En otra de las versiones dicen que Natalyja lo rechazó sin reparó alegando que los dos eran de diferentes mundos. Lo que tiene en común ambas historias es que el corazón de Grischa se rompió en pedazos: pese a ello, cuando la causante de su desvelo lo alejo con indiferencia, él no se rindió e intentó acercarse a ella más una vez, llevándole regalos y sonetos.

En últimas, Grischa se armó de valor y fue a pedirle matrimonio a la joven, creyendo que tal vez su acto lo haría más deseable ante los ojos de ella, pero Natalyja le respondió: “Mi mano nunca será tuya, como tampoco mi corazón. Lo mejor es que regreses a tu pueblo y te olvides de que me has visto.”

Desilusionado por su situación, cerró su corazón a cualquier posibilidad de poder amar nuevamente y se convirtió en un vago. Grischa pasaba de bar en bar ahogando sus penas en vodka, hasta que un día se reencontró con la culpable de su dolor: los años solo la habían hecho ser más hermosa y cansado ya de padecer esa pena, Grischa se dirigió al Mar Negro y dando pasos firmes hacia su interior, murió ahogado.

Pero la temperatura del mar no logró extinguir su amor por Natalyja y que del corazón del joven surgió un imponente color rojo que tiño el mar y el cielo dando origen al ocaso.

Fuentes:

Imagen: piruja56.blogspot.com