Las razones que motivaron al rey a cazar brujas
Libros como The Malleus Maleficarum, fue una gran influencia para el monarca, pero también existieron otros motivos detrás. Uno de ellos fue una historia que le contaron sobe Eleanor Cobham, duquesa de Gloucester, acusada de hacer tratos ilegales con Marjory Jourdemain, conocida por ser la Bruja del Ojo, quien supuestamente le provocó la muerte al rey Enrique VI.
De igual forma, su crianza sin una madre (María Estuardo) alimentado solo por los terribles rumores que hablaban de ella, lo volvieron un hombre morboso y misógino, comportamiento que sobresalió en esa época, argumento que se vuelve a un más valido al leer sus anotaciones del libro que publicó donde señala como todas las mujeres son malignas por sus ansias de poder: su propia madre, su tía Isabel I, la duquesa de Gloucester, entre otras.
Al rey no le preocupaba la lujuria que pudieran despertar estas mujeres, sino el poder que tenían y como dejaban en entredicho su autoridad. Para explicar su discurso en el libro pone el dialogo de dos personajes llamados Philomathes y Epistemon: «¿Cuál puede ser la causa de que haya veinte mujeres dedicadas a unas artes donde solo hay un hombre?», pregunta Philomates y el otro responde: “La razón es sencilla, como ese sexo es más débil que el del hombre, es más fácil que sea atrapada en las asquerosas trampas del Diablo
Torturas, marcas del demonio y otros martirios para los presos
Jacobo promulgó muchas ideas para martirizar a los condenados: ponerles cepos en las piernas mientras andaban por el pueblo, dejarlos atados a la intemperie o privarlos del sueño durante cinco días. También extendió el mito de la famosa ‘marca del Diablo’, como prueba condenatoria, la cual podía ser un lunar, mancha o cicatriz que las volvía insensibles al dolor.
Estás técnicas siguieron siendo usadas por hombres como John Kincaid uno de los más sangrientos cazadores de brujas, quien torturó varias mujeres y finalmente, fue acusado por fraude y encarcelado más que por las mujeres a las que envió al cadalso, fue por el dinero que tomó por sus servicios.
El juicio de North Berwick
En 1590, Jacobo acusó a un grupo de 70 personas de provocar una tormenta en el Mar del Norte, para que el barco donde viajaba Ana de Dinamarca, naufragara. Los acusados fueron sometidos a torturas con las cuales terminaron confesando su supuesto delito e inventaron una historia de conjuros donde contaban como había cortado los genitales a un hombre muerto para colgarlo de las patas de un gato vivo y lanzarlo a continuación al mar, asegurando con ello una fuerte tormenta.
También el rey impuso sus propios protocolos para interrogar a las sospechosas, haciéndolas afeitar de pies a cabeza, buscando la marca del diablo.
Fuentes:
- www.revistavanityfair.es/poder/articulos/jacobo-i-rey-de-escocia-y-cazador-de-brujas/40889
- www.bbc.com/mundo/noticias-54748546
- www.efe.com/efe/espana/destacada/las-brujas-de-escocia-reclaman-justicia/10011-4433079
Imágenes: 1. www.wikiwand.com 2. ovelyscotland.com 3.
Su irresponsabilidad dio como inicio a la primera caza de brujas entre el 1590 y 1727, durante su gobierno se llegó acusar a personas cuyo único delito, había sido regalar un amuleto para encontrar el amor; el rey también dejó un manuscrito en el que hablaba sobre brujería Daemonologie, publicado originalmente en 1597, inspirado en el conocido libro The Malleus Maleficarum, una supuesta guía para combatir a las brujas.
La teología cristina del momento, solo afianzó más las ideas del rey sobre las supuestas brujas, y aunque tuvo detractores como Reginald Scot, un cabello quien publicó The Discover of Witchcraft (El descubrimiento de la brujería), en donde mencionaba lo irracional y anticristiano las acusaciones que se realizaban sobre le hechicerías y la responsabilidad de la iglesia romana al fomentar estas prácticas, desenmascarando en el proceso a charlatanes y trayendo un poco de luz a la población, su trabajo fue truncado en 1603 cuando Jacobo sube al poder.
Las razones que motivaron al rey a cazar brujas
Libros como The Malleus Maleficarum, fue una gran influencia para el monarca, pero también existieron otros motivos detrás. Uno de ellos fue una historia que le contaron sobe Eleanor Cobham, duquesa de Gloucester, acusada de hacer tratos ilegales con Marjory Jourdemain, conocida por ser la Bruja del Ojo, quien supuestamente le provocó la muerte al rey Enrique VI.
De igual forma, su crianza sin una madre (María Estuardo) alimentado solo por los terribles rumores que hablaban de ella, lo volvieron un hombre morboso y misógino, comportamiento que sobresalió en esa época, argumento que se vuelve a un más valido al leer sus anotaciones del libro que publicó donde señala como todas las mujeres son malignas por sus ansias de poder: su propia madre, su tía Isabel I, la duquesa de Gloucester, entre otras.
Al rey no le preocupaba la lujuria que pudieran despertar estas mujeres, sino el poder que tenían y como dejaban en entredicho su autoridad. Para explicar su discurso en el libro pone el dialogo de dos personajes llamados Philomathes y Epistemon: «¿Cuál puede ser la causa de que haya veinte mujeres dedicadas a unas artes donde solo hay un hombre?», pregunta Philomates y el otro responde: “La razón es sencilla, como ese sexo es más débil que el del hombre, es más fácil que sea atrapada en las asquerosas trampas del Diablo
Torturas, marcas del demonio y otros martirios para los presos
Jacobo promulgó muchas ideas para martirizar a los condenados: ponerles cepos en las piernas mientras andaban por el pueblo, dejarlos atados a la intemperie o privarlos del sueño durante cinco días. También extendió el mito de la famosa ‘marca del Diablo’, como prueba condenatoria, la cual podía ser un lunar, mancha o cicatriz que las volvía insensibles al dolor.
Estás técnicas siguieron siendo usadas por hombres como John Kincaid uno de los más sangrientos cazadores de brujas, quien torturó varias mujeres y finalmente, fue acusado por fraude y encarcelado más que por las mujeres a las que envió al cadalso, fue por el dinero que tomó por sus servicios.
El juicio de North Berwick
En 1590, Jacobo acusó a un grupo de 70 personas de provocar una tormenta en el Mar del Norte, para que el barco donde viajaba Ana de Dinamarca, naufragara. Los acusados fueron sometidos a torturas con las cuales terminaron confesando su supuesto delito e inventaron una historia de conjuros donde contaban como había cortado los genitales a un hombre muerto para colgarlo de las patas de un gato vivo y lanzarlo a continuación al mar, asegurando con ello una fuerte tormenta.
También el rey impuso sus propios protocolos para interrogar a las sospechosas, haciéndolas afeitar de pies a cabeza, buscando la marca del diablo.
Fuentes:
- www.revistavanityfair.es/poder/articulos/jacobo-i-rey-de-escocia-y-cazador-de-brujas/40889
- www.bbc.com/mundo/noticias-54748546
- www.efe.com/efe/espana/destacada/las-brujas-de-escocia-reclaman-justicia/10011-4433079
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El rey inquisidor
Entre los siglos XVI y XVIII, se dio una psicosis colectiva en las personas que veían brujas por doquier. Estos pseudocazadores pulularon y se llevaron la vida de más de 3000 personas en Escocia, donde el número se llegó a triplicar gracias al hombre que gobernaba esos territorios: Jacobo VI de Escocia y I de Inglaterra. El hombre no era un diestro en el conocimiento de la brujería, sólo tenía demasiado poder e ideas infundadas.
Su irresponsabilidad dio como inicio a la primera caza de brujas entre el 1590 y 1727, durante su gobierno se llegó acusar a personas cuyo único delito, había sido regalar un amuleto para encontrar el amor; el rey también dejó un manuscrito en el que hablaba sobre brujería Daemonologie, publicado originalmente en 1597, inspirado en el conocido libro The Malleus Maleficarum, una supuesta guía para combatir a las brujas.
La teología cristina del momento, solo afianzó más las ideas del rey sobre las supuestas brujas, y aunque tuvo detractores como Reginald Scot, un cabello quien publicó The Discover of Witchcraft (El descubrimiento de la brujería), en donde mencionaba lo irracional y anticristiano las acusaciones que se realizaban sobre le hechicerías y la responsabilidad de la iglesia romana al fomentar estas prácticas, desenmascarando en el proceso a charlatanes y trayendo un poco de luz a la población, su trabajo fue truncado en 1603 cuando Jacobo sube al poder.
Las razones que motivaron al rey a cazar brujas
Libros como The Malleus Maleficarum, fue una gran influencia para el monarca, pero también existieron otros motivos detrás. Uno de ellos fue una historia que le contaron sobe Eleanor Cobham, duquesa de Gloucester, acusada de hacer tratos ilegales con Marjory Jourdemain, conocida por ser la Bruja del Ojo, quien supuestamente le provocó la muerte al rey Enrique VI.
De igual forma, su crianza sin una madre (María Estuardo) alimentado solo por los terribles rumores que hablaban de ella, lo volvieron un hombre morboso y misógino, comportamiento que sobresalió en esa época, argumento que se vuelve a un más valido al leer sus anotaciones del libro que publicó donde señala como todas las mujeres son malignas por sus ansias de poder: su propia madre, su tía Isabel I, la duquesa de Gloucester, entre otras.
Al rey no le preocupaba la lujuria que pudieran despertar estas mujeres, sino el poder que tenían y como dejaban en entredicho su autoridad. Para explicar su discurso en el libro pone el dialogo de dos personajes llamados Philomathes y Epistemon: «¿Cuál puede ser la causa de que haya veinte mujeres dedicadas a unas artes donde solo hay un hombre?», pregunta Philomates y el otro responde: “La razón es sencilla, como ese sexo es más débil que el del hombre, es más fácil que sea atrapada en las asquerosas trampas del Diablo
Torturas, marcas del demonio y otros martirios para los presos
Jacobo promulgó muchas ideas para martirizar a los condenados: ponerles cepos en las piernas mientras andaban por el pueblo, dejarlos atados a la intemperie o privarlos del sueño durante cinco días. También extendió el mito de la famosa ‘marca del Diablo’, como prueba condenatoria, la cual podía ser un lunar, mancha o cicatriz que las volvía insensibles al dolor.
Estás técnicas siguieron siendo usadas por hombres como John Kincaid uno de los más sangrientos cazadores de brujas, quien torturó varias mujeres y finalmente, fue acusado por fraude y encarcelado más que por las mujeres a las que envió al cadalso, fue por el dinero que tomó por sus servicios.
El juicio de North Berwick
En 1590, Jacobo acusó a un grupo de 70 personas de provocar una tormenta en el Mar del Norte, para que el barco donde viajaba Ana de Dinamarca, naufragara. Los acusados fueron sometidos a torturas con las cuales terminaron confesando su supuesto delito e inventaron una historia de conjuros donde contaban como había cortado los genitales a un hombre muerto para colgarlo de las patas de un gato vivo y lanzarlo a continuación al mar, asegurando con ello una fuerte tormenta.
También el rey impuso sus propios protocolos para interrogar a las sospechosas, haciéndolas afeitar de pies a cabeza, buscando la marca del diablo.
Fuentes:
- www.revistavanityfair.es/poder/articulos/jacobo-i-rey-de-escocia-y-cazador-de-brujas/40889
- www.bbc.com/mundo/noticias-54748546
- www.efe.com/efe/espana/destacada/las-brujas-de-escocia-reclaman-justicia/10011-4433079
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