El segundo hijo de Dios y la rebelión de Taiping

El llamado de Dios

Hong Xiuquan nació en Guangxi, provincia al sur de China, el 1 de Enero de 1814. Su origen noble lo haría popular en su pueblo, donde sería elogiado porque lo consideraban un excelente estudiante. Hong debía hacer un examen para ser parte del Ejercito Imperial, pero lo falló dos veces.

Se cree que esta fue la causa para que Hong sufriera un colapso nervioso que lo llevaría a ver visiones e incluso conocer a un sujeto invisible llamado Jesucristo que lo veía como su hermano. Aunque la religión católica no estaba muy extendida en el Imperio Chino, se sabe que había muchos misioneros.

Hong empezó a ser un fanático católico que cautivo todo su pueblo. Incluso mencionaba que él era hijo de Dios, el hermano de Jesús, además fundó un grupo llamado «Los adoradores de Dios». El objetivo era acabar con todas las otras sectas religiosas y convertir al pueblo chino a esta nueva religión.

Como parte de las nuevas creencias, Hong mandó a difundir la idea de Tai Ping  Tien Kuo, que  significa «El reino celestial de la Gran Paz», mejor conocido como el Taiping. El objetivo era llevar la religión más lejos. Luego de 1846, año de la proclamación, China pasaría 15 años en una sangrienta guerra santa que dejaría más de 20 millones de muertos.

La situación de la China Imperial

China vivía un momento de derrota. La victoria de los ingleses sobre los chinos en las Guerras del Opio dejaron el gigante asiático en la ruina. China estaba intervenida por las compañías comerciales occidentales y la difusión de las tradiciones europeas era más constante.

La Dinastía Qing vivía un momento difícil, pues la popularidad había bajado mucho. Además la corrupción y otros problemas políticos y económicos perjudicaban a la población que veía con desprecio a su emperador.

Los occidentales podían pasar por el territorio chino y golpear a quien quisieran sin ser juzgados. La dinastía manchú era despreciada especialmente por los más pobres. Esta era la oportunidad de oro para que se fraguaran muchos grupos opositores al régimen imperial.

El inicio de la Rebelión

Cada vez tenían más simpatizantes «Los adoradores de Dios». En la provincia de Guangxi eran más conocidos y aceptados popularmente. Sólo que eran muy duros contra los confusionistas, a los cuales les destruían sus ídolos y a veces incluso  mataban.

Lo que enemistó el nuevo movimiento religioso de los manchú fue la conversión de todos los mineros de la montaña de Zijin. La adhesión a la orden fue general. Xiuquan planeó tomarse la capital de la provincia, para combatir las fuerzas imperiales.

Junto con 10.000 hombres hicieron el famoso levantamiento de Jintian donde sometieron el ejército imperial. A partir de este momento (11 de enero de 1851), Xiuquan sería el Rey Celestial de su Taiping.

El aumento de la popularidad del movimiento hizo que la lucha se volviera más fuerte. Sin embargo, a donde iban establecían un régimen teocrático que prohibía los vicios (alcohol, opio, juegos de azar, etc), se abolía la sociedad de castas y la propiedad privada se volvía del Rey Celestial.

La poligamia se prohibió y costumbres como «el vendado de pies» fueron prohibidas. A las personas que no atendieran estas prohibiciones se les castigaba fuertemente. Pues el régimen del Taiping quería una sociedad católica y reestructurada.

El ejército del amor

Taiping llegó a tener más de 3 millones de soldados, los cuales iban armados con armas cortas y poca artillería. Las mujeres luchaban e iban armadas con una casaca azul y la mayoría tenían el cabello largo.

Las victorias eran al inicio muy grandes para los seguidores religiosos, aunque se fueron haciendo menores cuando el imperio manchú atacó junto con los ejércitos aliados.

Como parte del aumento del cristianismo herético de Hong, los confusionistas se apoyaron en el ejército imperial, haciendo que los ejércitos aumentaran su número a varios millones. Además, los países occidentales no veían con buenos ojos este movimiento religioso.

Los intereses comerciales de Inglaterra y Francia se veían perjudicados por el aumento del fanatismo. Fue por ello necesario el envío de tropas a combatir a los soldados de Taiping. Se hizo una coalición enorme de rusos, estadounidenses y japoneses, (junto con ingleses y franceses).

Estos ejércitos modernos necesitaban más concesiones comerciales y la paz beneficiaba que el emperador diera el espacio para negociar. Por ello los varios ejércitos celestiales fueron destruidos brutalmente, dejando a su paso millones de muertos.

La artillería europea ayudaba a los asedios de las ciudades y beneficiaba para que los soldados imperiales combatieran con sus armas blancas. Aunque los apoyos económicos de Taiping fueran grandes, la guerra que se libró asertaría un grave golpe para las ideas celestiales.

El final de la revuelta

Llamar revuelta a una guerra de más de 15 años que dejó de 20 a 50 millones de muertos, suena diminuto para una revolución cultural producto del contacto civilizatorio. Es cierto que los chinos defendían su cultura de los europeos, pero también debían hacerlo de sus propios líderes milenarios.

Luego de la guerra, miles fueron ejecutados y el Imperio chino se debilitó tanto que tuvo que favorecer los tratados económicos con las potencias mundiales del momento.

Todos los precursores de Taiping murieron y la religión fue extirpada de China. Las marcas que dejó esta enorme guerra que muchos de nosotros desconocemos, aún no han sanado del todo en el gigante oriental.

Fuentes:

1. https://es.wikipedia.org/wiki/Rebeli%C3%B3n_Taiping#cite_note-3
2. https://irreductible.naukas.com/2009/10/27/el-extrano-origen-de-una-rebelion-que-causo-20-millones-de-muertos-china-1837/
3. https://sobrechina.com/2013/02/06/la-rebelion-taiping

Imágenes: 1: claseshistoria.com, 2: voyagesphotosmanu.com, 3: sobrechina.com