Ahora, como muchos imaginarán, los lugares altos son propicios para personas que gustan de la adrenalina, para practicar algunos deportes extremos (si las condiciones son propicias) … y para acabar con la vida propia. Y este último asunto en particular, aunque suene terrible, se estaba convirtiendo en un problema para el edificio hacia finales de los 1970’s, cuando muchas personas, presa de la angustia, habían saltado desde el último piso para terminar con su vida. El suicidio motivaría eventualmente que se pusieran grandes rejas en la superficie, garantizando así que las personas no pudieran saltar.

Pero aquel día de 1979 que Elvita Adams se acercó  al último piso del Empire Estate, las rejas aún no estaban ahí.

Elvita Adams

No había sido una buena temporada para la mujer.

Había perdido su trabajo, y su cheque de desempleo no le permitía sobrevivir. La situación le parecía desesperada, y con toda franqueza estaba convencida de que lo mejor sería terminar las cosas ya.

Así, Elvita llegó al último piso, se despidió de todos, y saltó.

Ocurrió en un par de segundos. En el momento que Elvita comenzó a caer, una ráfaga de viento sopló con fuerza, enviándola contra el escaparate del piso 82. El golpe, con fuerza, la dejó inconsciente, pero un guardia que estaba cerca de la ventana alcanzó a agarrarla antes de que volviera a salir por la ventana.

Elvita fue rápidamente trasladada a un centro médico, donde recibió la ayuda necesaria. Su recuperación fue completa, y con apoyo psicológico logró tener una vida larga… y de hecho, aun sigue con vida.

Salvada, como nadie, por los caprichos del viento.

Fuentes:

1. https://www.quora.com/When-has-the-weather-saved-someones-life/answer/Sean-Kernan
2. https://en.wikipedia.org/wiki/Empire_State_Building

Imagen: thejuicyreport.com