El verano español
España tiene lo que llamamos un clima mediterráneo: esto significa que la temporada más fría caen la mayor parte de las lluvias mientras que la temporada más calidad el clima es principalmente seco.
Esto es menos común de lo que podríamos creer. En muchas regiones, incluyendo la mayor parte del mundo tropical, la temporada cálida es también la temporada más lluviosa: los regímenes climáticos del Amazonas, o el monzón en la India, son ejemplos de esto.
En España esto, de la mano con una disminución en las lluvias en los últimos años, ha llevado a que en verano se multipliquen los incendios forestales. Las plantas pierden sus hojas en verano para evitar la pérdida de agua y por esta razón se convierten en chamizos muy fáciles de incendiar.
¿Cómo prevenir esos incendios? Regar los bosques para que reverdezcan no es una opción: como mencionamos, en verano simplemente no hay agua. Crear fuegos pequeños de control es una manera, pero es fácil que salgan de las áreas designadas y terminen por afectar gran cantidad de bosque natural. Y talarlos… bueno, lo que se busca es precisamente evitar que desaparezcan.
Pero resulta que hay un mecanismo natural que permite el control de estos incendios y que ha sido usado por siglos por los campesinos españoles: la ganadería extensiva.
Pastores españoles
Hasta hace relativamente poco tiempo, España era hogar de miles de pastores que recorrían sus tierras buscando pasturas más verdes para su ganado. Vacas, cabras y ovejas eran los principales itinerantes, que recorrían las cañadas siguiendo las lluvias y acarreadas por su pastor.
En la Edad Media, el Honorable Concejo de la Mesta (que aglomeraba a todos los pastores del reino) tenía de hecho gran poder económico e influencia política. Pero resulta que además de esto las prácticas de los pastores podrían haber ayudado a disminuir el impacto de los incendios forestales.
El mecanismo es simple. Vacas y ovejas, pero sobre todo cabras, son conocidas por alimentarse de pasto y hojas secas en ausencia de más comida. Esto significa que los corredores por los que caminan son liberados de vegetación seca, y además las pezuñas aplastan y endurecen la vegetación restante, haciendo que sea mucho más difícil de incendiar. Esto significa que los corredores de los pastores funcionan como “frenos” al avance de los incendios forestales
El retorno de los pastores
El problema es que durante los últimos dos siglos la presencia de pastores itinerantes ha prácticamente desaparecido el territorio español. De alguna manera, la figura del pastor nómada no encajaba en la idea de un país moderno y desarrollado, y por esta razón los pastores simplemente dejaron de recorrer las campiñas españolas.
Pero en tiempos recientes las autoridades han comenzado a replantear el asunto y a motivar a los pastores para que salgan a los campos en verano, asegurando que sus rebaños den cuenta de la vegetación será que se ha ido acumulando.
En la región de Teruel, apoyada por el gobierno de Aragón, se han comenzado a estímulos económicos a los campesinos que saquen sus rebaños a zonas críticas. El pago va desde los 77,00 € por hectárea para cabras y vacas hasta los 100 para ovejas. Esto es más económico que lo que cuestan otros mecanismos de control (como los incendios controlados), pero además deja el suelo fertilizado para la siguiente temporada invernal (pues los animales defecan mientras van caminando) y le permite a los pastores alimentar a sus animales y producir más leche y carne. Se trata en verdad de un sistema eficiente en términos económicos tanto como ecológicos.
El experimento de Teruel hasta el momento parece ser un éxito, y es posible que el próximo año sea imitado por otras regiones del territorio español.
Fuentes:
- https://www.abc.es/espana/aragon/abci-ovejas-y-cabras-contra-fuego-201512091015_noticia.html
- https://futuroverde.org/2017/10/04/cabras-ayudando-a-prevenir-incendios-forestales/
Imágenes: 1: futuroverde.org, 2: portada.info
